La hermana de Javier Bardem no logra entrar en 'Masterchef'

Los fogones más competitivos de la tele volvieron a encenderse en Masterchef con muchos aspirantes y algunas sorpresas. La que más destacó fue la presencia de Mónica Bardem, hija de Pilar y hermana de Javier Bardem, que se presentaba con ganas de seducir al jurado con su arte culinario. «Después de cuidar a mis hermanos y de sacar a mi hijo adelante, este es mi momento», avanzaba ilusionada. Pero solo logró un delantal negro que le otorgaba otra oportunidad. Junto a ella, otros aficionados a la cocina peleaban por un puesto en el concurso. Fue en la prueba grupal, realizada en el Monasterio de Guadalupe, donde la representante de la saga Bardem vio truncado su sueño. Un postre mal elaborado –para colmo tuvo la mala suerte de que un mosquito aterrizara en su crema- la condujo a la expulsión. «La aventura se ha acabado demasiado pronto, pero creo que es un veredicto justo», dijo humilde Mónica antes de despedirse.

De los cincuenta «diamantes en bruto», como los calificó Jordi Cruz, solo 17 lograron convertirse en participantes de pleno derecho. Luna, una canaria apasionada del yoga, fue la primera en conseguirlo. También competirán Alberto, un catalán fan de los guisos; Juani, una veterana segoviana de 74 años que «se parece a Chus Lampreave», afirmó Samantha Vallejo-Nájera; Mónica, asturiana muy enérgica –«eres un polvorín», apreció Jordi-; Saray, una cordobesa educadora social y transexual; Iván, entrenador personal gallego; Andy, un abogado «muy presumido», según sus propias palabras, que quiere colgar la toga y ponerse la chaquetilla; y Teresa, economista de Barcelona que llevó un columpio sexual para impresionar a Pepe Rodríguez.

Desde Los Ángeles llegó para sorprender al personal con su maestría en los fogones Michael, un profesor de inglés al que le enamoró la gastronomía española. Y se suman al reto Sara Lua, directora de una tienda de novias; Adrienne, una sevillana de 34 años que se vino de Bélgica a España por amor; Sonsoles, licenciada en Farmacia de Burgos a la que un accidente de coche dejó paralítica cuando tenía 24 años; Rosa, comandante del Ejército del Aire; Ana, una madrileña diseñadora de pendientes; Fidel, un artista catalán que pinta que va a dar mucho juego por su carácter; José María, un músico y empresario de Palma de Mallorca; y Sito, empleado de un tanatorio. Y fue precisamente este último el primero que cayó en la prueba final. Una tortilla francesa elaborada con un huevo de avestruz y aliñada con verduras y mayonesa, a la que el concursante bautizó 'Salvamos el expediente', propició la primera expulsión de esta edición. «Te has liado y te la has pegado», valoraron los jueces antes de eliminarle.