Decisión histórica en 'El conquistador del fin del mundo': «Es ruin, rastrera y asquerosa»

La última jornada de 'El conquistador del fin del mundo' no dejó títere con cabeza. Todo apuntaba a que Lobo iba a abandonar voluntariamente, pero comprobar que su chica, Gigi, había sido expulsada, hizo que el aragonés cambiara de opinión. «No, si se ha ido ella, me quedo», sentenciaba dejando patidifuso al personal. «Cuando uno cree que lo ha visto todo en 'El Conquis', llega Lobo», ironizaba Patxi Alonso ante las palabras del veterano concursante. Y su elección fue vital para el equipo azul porque Lobo fue esencial en el juego de inmunidad. «Gracias por quedarte, sin ti no lo habríamos logrado», ponderaban sus compañeros.

La prueba de recompensa consistía en talar un árbol, luego cortar un tronco de dimensiones considerables y trasladarlo atado a una cuerda hasta otro punto donde, con ayuda de una cuerda, debían ponerlo en suspensión entre dos marcas. Y Lobo dio una lección con el hacha llevando a los azules a la victoria. A los rojos se les encajó el árbol al caer, igual que a los verdes. Aquello lastró considerablemente a ambos grupos que perdieron la prueba. Los colorados acabaron en segunda posición y los Cóndor, en la última.

David Seco, mostró de nuevo su enfado. «¡Cómo cojones vamos a cortar, solo podíamos quedar segundos!», bramaba el capitán Puma. Izan aprovechaba la circunstancia para reprochar. «No hay un puto juego justo», acusaba. Sus compañeros le afeaban el comentario. «La gente ha elegido el árbol, ha sido mala suerte», matizaban. Los verdes, sin embargo, se mostraban resignados. «Nuestro destino no es el rico», comentaban con cierta sorna. Los Piche nominaron directamente a Huido, June y Ari fueron las condenadas en la asamblea esmeralda. Con todo, ninguno de los tres tuvo que enfrentarse al duelo.

Unas imágenes evidenciaban que los rojos, con su líder al frente, estaban haciendo trampas. Varios participantes se salieron de los límites llegando a la cabaña del guardián de la finca para tratar de conseguir comida. Alonso les afeó su conducta. «¿No tenéis nada que decir?», les preguntaba antes del duelo. «Ayer nos salimos de los límites del campamento y se nos ha visto llegar a una cabaña», admitía Seco. El presentador regañaba. «Al que echo de menos es al actual portavoz de la legalidad, de la ética y de la moral. Al hombre que desde el minuto uno ha estado poniendo en cuestión esta maravillosa aventura y pudriendo el ambiente entre un equipo fantástico. ¿Dónde está Izan?», cuestionaba con retintín.

Luego informaba. «Los verdes no van a venir porque ellos no han robado y no se han saltado las reglas del programa. No han hecho trampas. Eso de que se nos acusa a nosotros. ¡Qué cosas!», anunciaba. Lur Errekondo sumaba críticas. «Porque, además, no es el primer día que habéis salido. Entonces, toda esa decepción que sentís, no sé si es un poco paripé para esconderos detrás de lo que estáis haciendo», comentaba. Alonso comunicaba entonces: «Hay consecuencias. Las personas que están implicadas tendrán que reunirse para decidir quién se va a casa». 

«Me parece pasarse de la raya, una sanción excesiva», opinaba enfadado Mejuto. Izan iba más lejos. «Hasta que no han destrozado el equipo no han parado. Nos habéis pisoteado y esta es una decisión ruin, rastrera y asquerosa. Si se va uno, nos vamos los tres», amenazaba. Y añadía: «Somos los que más dinero os estamos dando al programa. Lo que pasó ayer sólo os beneficia. Hay que ser zopencos para lo que estáis haciendo». No hubo manera de convencer al trío. Xabi, Izan y Mejuto decidieron marcharse juntos. «Si os vais los tres, el equipo Puma desaparece», avisaba Patxi. Ninguno cedió y optaron por desertar a la vez, dejando a los Puma al borde de la extinción.

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