David de Jorge ('Robin Food') desvela el motivo por el que nunca ha ido a 'Masterchef'

¿Han visto alguna vez a David de Jorge en 'Masterchef'? ¿Verdad que no? Pues no es casualidad. El cocinero vasco, uno de los más famosos en televisión, no ha pisado todavía el plató del talent show de RTVE pese que tiene un perfil digno para dar guerra en él. El caso es que, al parecer, los directores del programa no han considerado que su perfil cumpla con lo que ellos buscan.

El guipuzcoano, que empezó en ETB con su programa 'Cocina sin bobadas' y que luego ha dirigido otros espacios a nivel estatal como 'Robin Food, atracón a mano armada' ha revelado las auténticas razones por las que no ha compartido todavía protagonismo con Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera.

En una entrevista en la revista 'Men's Health', el hondarribitarra de 53 años se ha expresado sin cortapisas sobre este asunto. Al parecer, le faltan estrellas, que no galones, para aparecer ahí. Según ha explicado, a 'Masterchef' solo invitan a «cocineros estrellados con su sifón debajo del brazo. Son unos lilas». Y él, como no ha sido 'tocado' por Michelin pues no tiene nada que hacer.

«Yo soy cocinero de delantal, sartén y cabeza de ajos, un poco como ese jabalí que se mete en la ciudad y hociquea en los contenedores de basura dejando todo hecho un cristo», ha contado con cierta sorna, como es él. Eso sí, no hay mal rollo. «Hacen bien en no invitarme», admite quien hizo en 2011 el filete ruso más grande del mundo en el paseo de El Arenal, en Bilbao. Tenía 15 metros cuadrados de superficie, pesaba 400 kilos y un espesor de 2,5 centímetros, y dio para 4.000 raciones.

Al mismo tiempo, De Jorge, al que muchos apodan el chef de la cocina humilde, se deshace en elogios hacia los jueces. «Qué maja es Samantha, que perro es Pepe y qué planta tiene Jordi … qué pelazo, qué tipazo y qué culo. Madre mía. Si yo tuviera eso estaría rodando en Bollywood», subraya el pupilo de Martín Berasategui.

De Jorge aparece en el número de este mes de 'Men's Health' por algo más que por sus dotes gastronómicas. Y es que su talento en la cocina es muy grande, pero también lo era su cuerpo, que ha cambiado a base de dieta y deportes. Su impresionante cambio físico, que le ha hecho perder más de 140 kilos -llegó a pesar 256-, ha sido la excusa para convertirlo en protagonista de la publicación.

En la entrevista, el guipuzcoano cuenta que se ha sometido a varias operaciones quirúrgicas y ha cambiado su estilo de vida para lograr un peso más saludable. En su momento ya admitió que «adelgazaba o le daba un jamacuco». Y ojo, porque la receta es bastante sencilla: con ingredientes simples, pero de calidad, se ha alimentado de pucheros y sopas nutritivas pero ligeras.

Su nevera siempre está llena, pero de cosas sencillas: carne fresca, pescado, fruta y mucha verdura. Lo que tampoco le falta nunca son los «ajos de Montalbán, el pimentón de Vega de Cáceres, aceitunas Jolca, sofrito de tomate y algún sobre de jamón de Guijuelo». No sabe nada Robin Food.

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