Una atracción homosexual entre dos chicas y la primera infidelidad revolucionan 'La isla de las tentaciones'

Tras la polémica hoguera de las chicas, ahora tocaba les tocaba a ellos comprobar cómo se habían comportado sus parejas en los primeros días en 'La isla de las tentaciones'. Y no fue fácil. La semana pasada Zoe dejaba el fuego exaltada tras ver a Josué tonteando con una soltera y manifestaba sus deseos de abandonar el concurso. Pero un giro de guión iba a trastocarlo todo. «Es una niña que mentalmente no es tan fuerte y se viene abajo», trataba de justificar Josué.

Dos nuevos 'tentadores' amenazan con generar más enredos. Por un lado, se incorpora Jennifer, una participante de 'Mujeres y hombres y viceversa', que se instala en Villa Playa dispuesta a revolucionar la casa masculina y saldar una cuenta pendiente. «Con Jennifer tuve un desliz al principio de mi relación», confesaba Josué nada más verla. Por otro, Simone aterriza en la villa femenina y Zoe prepara su venganza utilizando al chico. Elige citarse con el italiano porque tiene muchas cosas en común con su novio y, de paso, se desquita. «A Josué le va a molestar que le dé la cita a Simone porque sabe que es un chico muy parecido a él. Quiero que mi novio sienta que me puede perder», razonaba la joven. Pero había otras imágenes que iban a afectarle más.

Tras un almuerzo festivo, Zoe descansaba en un sofá y Tania se acercaba insinuante. Tumbada junto a ella le decía: «Quiero un poco de amor, estoy cariñosa». Y abrazaba a la catalana sonriendo, mientras su compañera se dejaba querer. «Yo soy muy liberal, eh», puntualizaba Zoe. Josué y Alejandro contemplaban pasmados la secuencia y alucinaban cuando escuchaban a Zoe decir: «Josué tiene que entender que a mí también me gusten las chicas. Me puedo sentir atraída por una. Él tiene terror a que yo me líe con una tía y me la pela. Yo le puedo ser tan infiel con un tío como una tía, incluso más con una tía porque me siento más cómoda». El discurso incomodó a Josué, pero sobre todo a Alejandro que no se lo esperaba. Y Josué puso la guinda: «Esto va a ir a más, Sandra, a Zoe le gusta Tania».

Álvaro rompía a llorar cuando veía las imágenes de Rosario y Suso acaramelados en la piscina. «Yo he venido aquí a que ella confíe en mí, no a que mi novia se vuelva loca», clamaba dolido. Ambos ya anunciaron en la presentación que solían practicar aquello del 'ojo por ojo', de ahí que la reacción del muchacho no se hiciera esperar. Álvaro se sintió atraído por Sabela desde el minuto uno, así que aprovechó la ocasión. Un baile muy arrimado acabó llevando al dúo a apartarse de sus compañeros.

El hombre insistió a la gallega a que fuera más atrevida con él y la tozudez culminó con un apasionado beso y la primera infidelidad real de la edición. «Me suda la polla mi novia», exclamó sin pudor tras el magreo. «Lo necesitaba. La atracción sexual que teníamos se tenía que desatar ya», declaraba a continuación. A ver cómo se lo toma Rosario. Ahora toca el 'diente por diente'.

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