El regreso de un clásico

El cambio climático también suscita el interés de un festival que siempre ha pretendido incidir de pleno en los conflictos contemporáneos. Isabel Muñoz, premio Nacional de Fotografía, presenta en el Museo Lázaro Galdiano 'Somos agua', realizado en colaboración con la apneista japonesa Ai Futaki. Se trata de un trabajo 'ex profeso' que supone una reflexión sobre nuestro futuro. Tras recorrer la diversidad étnica del planeta, la autora se sumerge en el océano para dar cuenta de otro mundo, aunque también sujeto a los peligros que comporta nuestra vida contemporánea, tan depredadora con la Naturaleza.

Las fotógrafas cuentan con una presencia relevante en esta ocasión, tanto en las secciones retrospectivas como en las exposiciones colectivas. Seleccionamos algunos encuentros que creemos imprescindibles. Margaret Wat-kins es una de las pioneras en una disciplina que creció en manos de hombres. La artista canadiense llevó a cabo el tránsito entre la corriente pictorialista y el modernismo gracias a su singular visión de los objetos domésticos, aunque su producción también incluye desnudos, retratos o escenas callejeras. Asimismo, fue una de las primeras profesionales que se dedicó a la imagen publicitaria.

La obra de Bárbara Morgan, exhibida en el Museo del Romanticismo, es también una excepcional muestra de las vanguardias. Su experimentación se encuentra vinculada a la danza, con estudios de bailarines como Merce Cunningham o Martha Graham. El deseo de captar el movimiento la condujo desde la figuración a la abstracción. Ese interés por la 'action photography' y el flujo de las cosas dieron lugar, en última instancia, a las series 'light drawings', trazos de luz obtenidos con una cámara de obturador abierto en un estudio en tinieblas. Sus fotomontajes participan de esta estética renovadora, desarrollada fundamentalmente entre los años 30 y 40 y reconocida con una exposición individual en el Museo Metropolitano de Nueva York (MoMa).

Garry Winogrand constituye uno de los acicates de este apartado histórico. Este pionero de la 'street photography' será el protagonista de la exposición prevista para el Centro Kbr de Barcelona, recientemente inaugurado. Como en el caso de Morgan, su trayectoria se inicia en la pintura y está muy vinculada al MoMa. El autor se inició en el fotoperiodismo, labor que abandonó a favor de su vertiente más personal. Winogrand es uno de los testigos de los cambios sociales y políticos experimentados en las décadas de los 60 y 70 en Estados Unidos, con Nueva York como escenario principal de su mirada. Las composiciones originales, ajenas a las convenciones clásicas, y el componente narrativo destacan en su prolija obra, que, en buena parte, no fue editada hasta su muerte. Esta muestra, además, recoge su característica obra en color y en diapositivas, faceta menos conocida.

La serie de las hermanas Brown es otro de los hitos de esta convocatoria y también podrá contemplarse en la entidad catalana. El proyecto de Nicholas Nixon es una aportación al retrato desde la perspectiva del tiempo. Bebe, la esposa del fotógrafo, y sus tres hermanas son retratadas anualmente desde 1975 de la misma manera, en exteriores, con luz natural y siguiendo un orden determinado. El resultado es una serie en la que converge la representación física y el eco de las personalidades de las modelos. Estas instantáneas se hallan presentes en las colecciones de grandes instituciones.

La capacidad de sugerencia de Billy Brandt le convierte en uno de los grandes de la disciplina. Se podía decir que este fotógrafo centra su atención en la sociedad británica de mediados del siglo XX, pero, en realidad, su aportación estética trasciende el ámbito documental y aporta una visión plenamente surrealista, agudizada por recursos técnicos como el gran angular. El autor, de origen alemán, retrató con perspicacia psicológica a artistas como Pablo Picasso o Francis Bacon, imagen incluida en su retrospectiva para la Fundación Mapfre.

El interés por la aportación femenina y la preocupación social y medioambiental se conjugan en otros nombres, como la mexicana Liza Ambrossio, con un proyecto interdisciplinar que revisa el mito de la bruja y la locura, o la brasileña Marilene Ribeiro, de carácter más documental, y que aborda el impacto de los grandes proyecto hidroeléctricos en la vida de las comunidades afectadas, serie galardonada con el Premio Descubrimientos en la edición de PhotoESPAÑA del pasado año. La obra de ambas forma parte de la oferta incluida en la Casa de América.

La presencia española también remite a grandes nombres. Los retratos, quizás la faceta más popular de Alberto Schommer, son objeto de una muestra en el Centro de Arte de Alcobendas. La selección incluye a los grandes nombres de la cultura nacional a lo largo del último medio siglo. Ese apartado documental cobra especial relieve en la antológica que la Sala Canal Isabel II otorga al sello Alfonso, formada por cuatro fotógrafos de una misma familia que elaboraron una crónica visual del país durante la pasada centuria ya sea a través de posados en su estudio como con retratos callejeros.

El contrapunto historicista lo proporciona la entidad con el homenaje a Gerardo Vielba, maestro de la disciplina, caracterizado por la interpretación sensible y exquisita de la vida cotidiana y un continuo empeño de renovación formal. La navarra Lydia Anoz, incluida en la propuesta de la Real Sociedad Fotográfica, también descuella por un afán de experimentación estética en series relacionadas con la naturaleza, labor que compagina con otras de carácter documental. El Museo Cerralbo apuesta por Leopoldo Pomés, figura de la disciplina española gracias a su lenguaje depurado y de gran plasticidad.

La mirada contemporánea corre a cargo de un puñado de figuras de la creación. Montserrat Soto exhibe en el Real Jardín Botánico un resumen de su ambicioso proyecto 'Doom City', compendio de quince años de imágenes recogidas por todo el mundo y en las que condensa los esfuerzos de diversas comunidades para perpetuarse. El Círculo de Bellas Artes exhibe obras inéditas de la fotógrafa Ouka Leela extraídas del Archivo Lafuente. En la selección hallamos piezas de su icónica y surrealista serie 'Peluquería', fechada hace ya cuatro décadas. El conjunto de autores se cierra con el bilbaíno Fernando Moleres, presente en el Bulevar Salvador Allende de Alcobendas. Su muestra 'Melting Landscapes' es un acercamiento al cambio climático a través de una relación de paisajes que exudan cierta irrealidad, tal vez, como una metáfora del peligro de desaparición que pende sobre ellos.