Cuando Peter Frampton cobró vida
13 de junio de 1975. ·
'Frampton comes alive!' fue durante décadas el doble en directo más vendido Hoy sigue en los escenarios aunque sufre una rara enfermedad degenerativaCuando Peter Frampton se convirtió en estrella del rock de la noche a la mañana tenía solo 25 años. Su doble álbum en directo 'Frampton ... comes alive!' fue el disco más vendido de 1976, ocupó el nº 1 en Estados Unidos durante diez semanas y fue el mejor disco del año para 'Rolling Stone'. Pero lo de este cantante y guitarrista británico no fue llegar y besar el santo: para entonces había grabado dos álbumes con The Herd, exitosa banda adolescente, cuatro con Humble Pie, la prestigiosa formación liderada por Steve Marriott (ex Small Faces) y otros cuatro discos en solitario.
Peter había empezado muy pronto: a los doce años formó parte de The Little Ravens junto a David Bowie en el instituto donde su padre era el profesor de Arte del futuro Ziggy Stardust. Esto ocurría en Bromley, ciudad en el sudeste del Londres metropolitano. Como recuerda el artista en su autobiografía, 'Do You Feel Like I Do? A Memoir' (Hachette), «mamá y papá se casaron durante la guerra, y su música era Hot Club de France, Django Reinhardt y Stéphane Grappelli. Mi padre se ofreció a pagarme las clases de guitarra». Con el primer tocadiscos le trajo dos álbumes: uno de los Shadows, que Peter se ponía una y otra vez hasta aprender a tocar las canciones y otro de Django y compañía. El padre esperaba a que el hijo acabara su sesión para poner su jazz gitano y a Peter, que no le gustaba nada, cada vez le costaba más salir de la habitación porque ese tal Django tenía algo. «Me di cuenta de la pasión y la técnica que hay detrás de esta música. Lo odiaba: nunca seré capaz de tocar como Django, nadie puede». Durante años fue mejorando sus habilidades en ambas guitarras, eléctrica y acústica, algo que mostraría sobradamente en 'Frampton comes alive!'.
La publicación del disco es fruto de varias carambolas. Frampton había editado sus cuatro discos en solitario con el sello californiano A&M, el mismo de Humble Pie. El manager de Peter, Dee Anthony, que acababa de romper con la banda entre acusaciones de desvío de dinero, fue quien le convenció de hacer un disco en directo, uno sencillo: la maquinaria estaba engrasada, las canciones iban creciendo y el público estaba cada vez más volcado. «Estuve cinco años sin parar de dar conciertos, recorriendo el país de punta a punta, ganando seguidores uno a uno, era la única manera de hacerte viral», declaró en 2016 a Billboard. En uno de ellos salió tan contento que dijo a su equipo: «ojalá lo hubiéramos grabado, ha sido genial»; «¡lo hemos grabado!», le respondió el ingeniero. Y eso es lo que mostraron a la discográfica: una selección de unos 36 minutos, todo lo que permitía un álbum de vinilo.
Así recordaba Frampton el momento en que el presidente del sello, Jerry Moss, se sentó en el sofa del estudio en Nueva York. «Le pusimos las cintas y de repente dijo: ¿Dónde está el resto?. Le pregunté: ¿Te gusta? Me respondió: ¡Me encanta! ¿Pero dónde está 'Show me the way'? ¿Dónde están 'Wind of change' y 'Baby, I love your way'?». Le dije que no me gustaban las versiones que teníamos de esas canciones. Al final me dijo: Bueno, ve a grabar más, ¡pero me gustaría un álbum doble!».
Frampton, sin apenas reconocimiento en el Reino Unido, se había instalado en Estados Unidos, donde contaba con un público fiel, sobre todo en Nueva York, San Francisco, Detroit y Chicago. Allí pasó de cuatro conciertos en 1972 a ochenta en 1975, incluidas algunas visitas a Canadá. Tenía buenas críticas, pero ningún éxito en las listas. El 4 de febrero de 1975 el artista comenzó en Dallas la gira del cuarto álbum, 'Frampton'. Su sonido era puro rock de la Costa Oeste; de hecho, los tres nuevos músicos acompañantes eran estadounidenses: el batería John Siomos, que había dejado una gira con Todd Rundgren para sumarse al proyecto, el todoterreno Bob Mayo (guitarras, piano, Fender Rhodes, Hammond, coros), el más joven de los cuatro, y el bajista Stanley Sheldon, fichado tras una breve prueba en un hotel de Los Ángeles; los cuatro, con las melenas de la época.
El 13 de junio de 1975, hace 50 años, se grabaron ante 2.000 espectadores las dos canciones acústicas y en solitario del álbum, 'Penny for your thoughts' y 'All I want to be (is by your side)', en el auditorio del Marin Civic Center de San Rafael (California), un edificio diseñado por Frank Lloyd Wright. Al día siguiente se grabó el grueso del disco en el Winterland de San Francisco, incluyendo la extensa 'Do you feel like we do' de catorce minutos, ante más de 5.000 entregados fans. Tras el cierre del vecino Fillmore West en 1971, la antigua pista de hielo era el templo del rock en la Costa Oeste, el campamento base de Grateful Dead y pronto el escenario final de The Band en el legendario 'The last waltz', filmado por Scorsese. Así que el público sabía mucho de rock. La banda siguió dando conciertos de costa a costa y así completó el disco con «una versión genial», según Frampton, del 'Show me the way', en el Island Music Center de Commack (Long Island), y la definitiva 'Baby, I love your way' en el recinto universitario de Plattsburgh, cerca de Nueva York. El disco, sin apenas posproducción, con 14 canciones (solo una versión, 'Jumpin' Jack Flash' de Rolling Stones) y 78 minutos, se publicó el día de Reyes de 1976 y llegó al nº 1 diez semanas después de entrar en listas; allí se mantuvo otras diez más con ventas millonarias, con su protagonista llenando estadios americanos y visitando Reino Unido, Francia, Países Bajos, Bélgica, Suiza, Alemania y Suecia.

¿Ídolo adolescente?
En el disco hay dos canciones que llaman la atención: 'Show me the way' y 'Do you feel like we do'. En ambas aparece el talk box, una especie de pedal capaz de cambiar el sonido de la guitarra a través de un tubo de plástico situado junto al micrófono. La voz modificada se une a la guitarra creando un curioso efecto. Fue su novia de entonces, Penny McCall, inspiradora de varias canciones, quien habló con el creador del curioso pedal, Bob Heil, para que se convirtiera en un regalo navideño en 1973.
Pero después de tocar el cielo con el doble álbum la carrera de Peter Frampton empezó a flojear. El siguiente álbum, 'I'm in you' (1977), se quedó en el nº 2 y ofrecía una imagen errónea de ídolo adolescente que se distorsionó aún más con la fallida película 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' de 1978 junto a los Bee Gees. Un grave accidente de tráfico en las Bahamas ese mismo año y un breve periodo de abuso de drogas para paliar el dolor frenaron su carrera en seco; otro problema añadido, el alcohol, hizo escasear sus directos hasta su recuperación en 2002.
Ya en 2019 llevó a cabo una gira de despedida de más de 50 conciertos, 'Finale: The Farewell Tour', tras anunciar que sufría desde hacía unos cinco años miositis por cuerpos de inclusión, una rara enfermedad degenerativa que propicia las caídas y que atrofia y debilita los músculos, sobre todo en los dedos de la mano, lo que le dificulta tocar la guitarra. Pero a pesar de todos los obstáculos, Frampton, sin rastro ya de su rubia melena, volvió a los escenarios en 2022 y no ha parado hasta estos días. En una rueda de prensa ofrecida por las legendarias guitarras Martin a finales de enero, Peter Frampton apareció por sorpresa y habló de sus dificultades: «Voy a seguir hasta que mis dedos… bueno, ya saben. Y cada vez es más difícil, tengo que admitirlo. Lo peor de tocar es que cuando estoy haciendo un solo tengo que pensar mucho en lo que estoy tocando. No quiero pensar; quiero que salga del corazón. Así es como siempre tocaba. Y ahora sí que tengo que pensar un poco, porque estoy en medio del pasaje y me digo: '¡Ese dedo no va a llegar a tiempo!'. Así que reorganizo y uso un dedo para muchas notas que antes hacía con tres».
50 años después de que se grabaran casi todas las canciones de 'Frampton comes alive!', el legendario músico está a punto de finalizar las dos giras de diez fechas de 2025. Y en cuanto puede descansa, con su bastón a mano, en su residencia adaptada de Nashville, donde vive desde 2011. Desde marzo cuenta, además, con un perro de ayuda, un golden doodle negro llamado Bigsby, que le acompaña en casa y en sus salidas, y también, cómo no, en sus redes sociales.
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