La recepción de 'Agravitas'

Todas las personas consultadas son conscientes de que no se trata tan sólo de un proyecto interno de la entidad bilbaína, sino que aspira a tener repercusión en la proyección de la ciudad. Los directores de otros museos y centros culturales de Euskadi miran más allá y confían en su capacidad para irradiar los beneficios por toda la geografía autonómica. A juicio de los responsables de Tabakalera, San Telmo y el Bellas Artes de Álava, la expansión de la pinacoteca del parque revertirá en un mayor protagonismo para todo el panorama del arte y la cultura del País Vasco.

Pudo haber otras soluciones y los seis proyectos finalistas – de Rafael Moneo, el estudio Nieto-Sobejano, el danés Bjarke Ingels con AZAB, la firma noruega Snoetta con Foraster y el estudio japonés SANAA con Iñaki Aurrekoetxea, además del ganador– aportan fórmulas diferentes para resolver la ampliación y, de alguna manera, contribuir a la imagen moderna de la capital vizcaína. Los bilbaínos podrán conocerlas todas a partir de la próxima semana. Tanto lo que se construirá como los museos que pudieron ser y no serán se expondrán desde el lunes y hasta el 6 de octubre en el Museo de Bellas Artes.

A Juan Zapater le resultaba especialmente atractiva la participación de los japoneses SANAA en el concurso. «No menos respeto me merece Rafael Moneo, que siempre se coloca en el punto de vista del proyecto y de su función». Saber adecuarse es también una virtud de Norman Foster y Luis María Uriarte. «A Foster, además, le avalaba el metro de Bilbao, su sostenibilidad y lo bien que envejece». También le parecía «una alternativa muy potente» el danés Bjarke Ingels. Cree que «se ha impuesto una mezcla de agradecido conservadurismo frente a la oportunidad de unir otro peso pesado de la arquitectura mundial a Bilbao. Pero, con cualquiera de los cuatro, el acierto estaba garantizado».

La expansión física del museo bilbaíno también supondrá un incremento simbólico, en opinión de la directora general del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera. «El proyecto de Foster y Uriarte, además de añadir un nuevo espacio expositivo imponente, supondrá una renovación del imaginario del museo que seguro atraerá a más visitantes interesados en la cultura y en el arte no sólo al Bellas Artes, sino también al resto de museos y centros de arte contemporáneo del territorio, como puede ser Tabakalera en Donostia». Confía en que de la mano de Norman Foster «se reforzará un proyecto que debe contribuir a una mayor visibilización de nuestro patrimonio y del contexto artístico contemporáneo vasco».

Ibon Areso considera «sugerente» el proyecto de Foster, «que ha hecho algo diferente a lo que todos nos imaginábamos con ese elemento que sobrevuela el museo». Como arquitecto aprecia la capacidad de sorprender y como exalcalde de Bilbao piensa en términos de ciudad. «Creo que, además de aumentar la capacidad expositiva, va a incrementar su atractivo para los visitantes, porque el continente influye muchísimo y hay museos en todo el mundo que son conocidos por su arquitectura». Considera «un acierto» la ubicación de la entrada y «el diálogo que se establece con la zona del Guggenheim», y lo que le intriga es cómo se concretará la ampliación del parque hacia la plaza de Euskadi.

Susana Soto cree que el reto de ampliar instituciones con muchos años de existencia es más ambicioso de lo que exigen sus necesidades operativas. Por un lado, está el condicionante impuesto por la trama urbana, por otro, la importancia de este tipo de edificios. «Su presencia continuada los convierte en un valor que la ciudad debe preservar y reforzar porque forman parte del imaginario de nuestras comunidades». A su juicio, las fórmulas elegidas no sólo tienen que aportar nuevos espacios, sino «realzar los anteriores». En este sentido, la directora de San Telmo aplaude la intervención llevada a cabo por el estudio Nieto- Sobejano en el museo municipal de San Sebastián.

La galería elevada que propone el proyecto ganador será un elemento descollante dentro de la arquitectura local, según afirma Sara González de Aspuru, directora del Bellas Artes de Álava. «Estamos acostumbrados a cotas menos cero y esta estructura tan espectacular se convertirá en una referencia». Cree que «los arquitectos suelen hacer obras maravillosas aunque poco útiles en el aspecto museográfico, pero Norman Foster es una firma tan incuestionable que tiene garantizado el éxito». Ella reconoce que le gustaría vivir una experiencia de semejante envergadura. «Es envidiable lo que ha conseguido Miguel Zugaza en tan poco tiempo poniendo de acuerdo a agentes tan diversos».