Refinamiento musical
La obra 'Las Exequias musicales' de Heinrich Schutz abrió la Quincena con el especialista Eliot Gardiner al frente de su Monteverdi Choir. Tal vez resulte ... un tanto monótono y triste para el público en general entrar musicalmente en un ambiente funerario, dado que la obra la compuso Schutz para el funeral de su mecenas. Si, además, a continuación se brinda la eclesiástica 'Historia de Jephte', a pesar del impecable coro y la mano maestra de Gardiner resulta lógico que se espere con ansias el 'Stabat Mater' final de Domenico Scarlatti.
Quincena Donostiarra
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Dirección: Eliot Gardiner.
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Obras de: Heinrich Schutz, Giacomo Carissimi, Domenico Scarlatti. San Sebastián, 2-VIII-22.
Adaptado por Gardiner a un coro en lugar de dos voces y basándose en cinco instrumentos (tiorba, arpa, viola di gamba, clave y contrabajo), el texto litúrgico en el que se basó Scarlatti se nos mostró con un gran refinamiento y elegancia que únicamente un muy preparado conjunto puede ofrecer. Eliot Gardiner dispuso de un coro formado por diecinueve voces en el que cada voz pertenecía a un destacado solista y es difícil destacar a alguno de sus componentes porque a una voz de bello timbre y perfecto fraseo seguía otra aún más brillante.
Todos ellos siguieron con absoluta entrega las precisas órdenes del director, de ahí que la armonía fuera completa y unísono el sonido. Hasta el final del 'Stabat Mater' las voces, tanto en la interpretación de la obra de Schutz como en la de Carissimi, cantaron lamentando el dolor por una muerte y por otra parte el de María, la madre de Cristo de manera pausada. Al llegar al final, 'Amén' en ese 'Stabat Mater', la dificultad del rápido y largo canto fugado demostró la destreza y conjunción del Monteverdi Choir.
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