«No había cantado ni con los amigos de borrachera»

Iñaki ha adoptado un enfoque vocal aguardentoso, muy a tono con el recio rock 'purpleliano' al que se le asocia. La conversión de 'sideman' a vocalista líder ha sido trabajosa. «Yo he estado siempre muy cómodo en mi esquina del escenario mirando de reojo al cantante pero ahora me ha tocado coger el toro por los cuernos. He tenido el lógico miedo o respeto porque soy un músico que ha tocado la guitarra, el bajo, los teclados y hasta el trombón, pero no había cantado ni con los amigos de borrachera. Pero he contado con la ayuda de un gran profesor de canto de Bilbao, Iñigo López, con el que he aprendido que cantar tiene mucho de anatomía; hay que controlar la glotis, los bronquios, el diafragma», explica.

Tanto el reciclaje de Iñaki como su nuevo proyecto han sido un tanto sobrevenidos. Empezaron a estar en el guión cuando un promotor –Marcos García, de la agencia Ayuken– «nos ofreció girar si yo cantaba las canciones de toda mi carrera. En principio flipé un poco con el reto. Tener que empezar de nuevo a estas alturas mola, es emocionante sobre todo viniendo de lo que venimos».

De lo que viene Uoho es de un aislamiento pandémico y de alejamiento de la música, tras la abrupta cancelación de la gira de despedida de Extremoduro, que con más de medio millón de entradas vendidas para 11 fechas, iba a ser una de las más masivas y provechosas del rock español. Pero se expandió el covid y, después de tres aplazamientos sucesivos, Robe Iniesta tiró por la calle de enmedio y canceló definitivamente el tour ante la sorpresa de sus músicos y de la promotora Live Nation, partidarios de esperar lo que hiciera falta.

«He estado casi dos años sin tocarlas, sin hacer nada de música. Estoy pensando en vender alguna pero cuesta porque se les coge cariño». Se refiere Uoho a las 40 guitarras que cuelgan de las paredes del estudio de grabación que hace siete años montó en la planta baja de su casa de Sopela, donde se mudo desde Muxica con sus tres hijos y su mujer María. «He estado totalmente abstraído de la música, haciendo vida familiar y disfrutando de las cosas cotidianas. Cuando no haces nada te dedicas a filosofar y replantearte tu vida. A todo hay que sacarle el lado bueno. También a los traumas. La propuesta de esta gira me ha dado el empujón necesario para empezar de nuevo».

Por nobleza de carácter o por el respeto a «lo vivido juntos» elude enfangar su notorio enfrentamiento con el líder de Extremoduro. «Robe ha sido como de mi familia durante 30 años, pero en estos momentos no tenemos relación, aunque siga viniendo a su casa de Mungia –vivió cerca de 20 años en Lezama–. Tuvimos posiciones enfrentadas con el binomio Covid-gira. Si fue un arrebato o algo más, él lo sabrá. Yo era partidario de mantener la gira por responsabilidad y por la ilusión que tenía tanta gente pero ya da igual. Además del distanciamiento con Robe mantengo el recuerdo de todo lo bueno que hicimos juntos», confiesa.

Antes de que la primera gira de la banda Uoho se concrete, Iñaki Antón tendrá su cuota de protagonismo el 11 de junio como parte del elenco de invitados que su viejo colega Fito Cabrales tendrá en su magno concierto coral de San Mamés. «Me llamó hace meses para invitarme a tocar un par de temas con él. Aún no sé cuáles, alguno de Platero que es lo suyo, pero podríamos hacer cualquier cosa que quiera. Que más da. Lo que me apetece es estar juntos otra vez en un escenario pasándolo genial».

Iñaki solo tiene elogios para quien fue el guitarrista y cantante de Platero y Tú, cuyo potencial como rockero de masas siempre intuyó, al punto de animarle a montar los Fito & Fitipaldis. «Cuándo tocábamos en el Umore Ona y bares así con Txus (Alday Flying Rebollos) a la guitarra, yo al bajo y Fito con la otra guitarra y pandereta al pie le insistía en que tenía que montar su proyecto. Luego me fui a vendérselo a los de Dro, produje sus primeros discos y toqué teclados en alguno. Cuando el grupo se asentó con Polako (Xabier Arretxe, su actual mánager) a la batería y Miguel (Colino al bajo) y grabaron su primer disco les invitamos a hacer toda una gira como teloneros de Extremoduro. Nunca te imaginas algo tan bestia como lo que ha logrado pero que tenía algo especial lo vi desde el día que le conocí. Tiene un estilo propio muy bonito. Es un guitarrista de primera con muy buena digitación. Poder cantar bien, contar con rapidez y buen gusto cosas muy diferentes a la vez es mucho nivel María Isabel. Y como letrista también ha mejorado mucho. Ya con Platero se dio cuenta de la importancia de lo textos. Le cuesta escribir horrores, como a todos, pero sabe decir mucho con pocas palabras, lo más difícil», comenta Iñaki. De pura insistencia, hasta le hace gracia que se les siga cuestionando sobre una posible retorno de Platero y Tú. «Siempre digo lo mismo, lo más seguro es que no pero no tengo ni idea porque, cuando quedamos, hablamos de cualquier otra cosa. No tiene sentido cuando cada uno está volcado en su trabajo», declara.

Y a corto y medio plazo, Uoho «no tiene ninguna expectativa porque no sirve para nada». «Lo que tengo es una mezcla de curiosidad e ilusión que combina muy bien. Ya vamos tarde para este año, así que haremos el repertorio que nos han pedido y entre conciertos iremos componiendo material original. De momento solo puedo intentar hacer mi trabajo lo mejor posible», concluye Uoho, que está semana estará enclaustrado con sus músicos y técnicos en el teatro municipal de Sopela ensayando una primera gira que pronto anunciará sus fechas.