Elliott Murphy: «¡Soy un extraterrestre en mi propio país!»
El roquero romántico neoyorquino residente en París abre el año con su tradicional gira española y presentando disco: 'Ricochet'. El viernes actúa en Leioa y el domingo en el Musiketan
El irónico y épico trovador de rock Elliott Murphy (Long Island, Nueva York, 70 años) nos atendió este martes por la noche desde su despacho ... parisino. Este miércoles por la mañana volaba hacia Bilbao y el jueves comenzará en Gijón una gira española de ocho conciertos de los cuales dos se celebrarán en Bizkaia: el viernes 10 en el Kultur Leioa (20.30 h, 12 €) y el domingo 12 en Bilbao, en la Sala BBK, en ciclo Musiketan patrocinado por EL CORREO (19 h, 12 €; entradas agotadas, pero quienes tengan fe es probable que se pongan algunas a la venta en taquilla a última hora).
La del domingo será la ocasión número 22 que Murphy actúe en el Musiketan, que va por su edición 27º. Se presentará en dúo con su escudero galo Olivier Durand, con quien lleva tocando 24 años de los 47 de carrera profesional arrancada en 1973 con su LP 'Aquashow'. Elliott viene con nuevo álbum, 'Ricochet', una colección de descartes de canciones de otros discos que crece con las escuchas y que resuena a Bowie, Lou Reed, Dylan, Springsteen…
¿Dónde estás ahora mismo? (Es martes por la noche)
Estoy sentado en mi despacho en la rue Beauregard. En un lado tengo baldas llenas de CDs que rara vez escucho y en la otra pared hay fotos mías y de mi hijo cantando juntos ante un micrófono, mías en un escenario con Bruce Springsteen y la E-Street Band, y una foto autografiada de James Cagney, que fue mi estrella de cine favorita cuando era niño. Mi hijo Gaspard acaba de irse, pero antes hemos visto la presentación de Ricky Gervais en la gala de los premios Globos de Oro en Los Ángeles. ¡Fue muy divertida y escandalosa!
¿Y qué vas a hacer ahora? ¿Preparar las maletas, pues viajas mañana (hoy miércoles) a España?
Pues casi todo el día me he pasado preparando las maletas para mi viaje a España. Odio empacar, hasta que me pongo en ello y entonces lo llevo bien. Debo pensar en que ropa me pondré en el escenario este año y recordar llevar ropa de ejercicio para los gimnasios de los hoteles. ¡Y también he salido a comprar un nuevo cepillo de dientes! Después de hacer todo esto me he reunido con mi agente francés, Joss, para hablar sobre nuestros planes de giras de este año. Sólo me queda esta entrevista antes de retirarme a descansar. ¡Entonces seré un 'Un hombre libre en París', que era el título de una canción de Joni Mitchell!
Vienes en avión, claro.
Sí, vuelo a Bilbao desde el aeropuerto Charles De Gaulle. El mismo vuelo que he tomado tantas veces.
¿Te gusta volar?
En general no me importa volar. Pero prefiero conducir horas y horas.
¿Has sufrido alguna experiencia temible en aviones?
La cosa más aterradora para Olivier Durand y para mí cuando volamos no sucede en el avión, sino cuando tenemos que facturar nuestro equipaje en el propio aeropuerto. Siempre procuramos llevar nuestras guitarras con el pasaje, en la cabina, pero a veces eso significa librar una auténtica batalla con los agentes de la aerolínea. Pero a estas alturas he dejado de pelear y tengo un estuche de vuelo para mi guitarra Taylor, así que puedo dejarla en la bodega del avión si es necesario.
Claro. Dará miedo ver cómo arrojan sin ningún cuidado tu instrumento a un montón de maletas.
Y la otra cosa aterradora para mí cuando debo coger un avión es llegar al aeropuerto desde la ciudad de París. Ahora mismo hay huelga general, por lo que podría llevarme mucho tiempo llegar en taxi. Pero una vez que he facturado y traspasado los puestos de seguridad, generalmente estoy bastante relajado.
¿Dónde has pasado la Navidad?
Como te digo, hay una huelga de transporte en París. Está durando varias semanas, así que nos quedamos cerca de casa. En Nochebuena Gaspard, mi esposa Françoise y yo fuimos a cenar al mismo restaurante en el que me casé hace casi 30 años, Le Grand Colbert, y luego intercambiamos algunos regalos. Gaspard me regaló un libro sobre equipos de alta fidelidad antiguos y mi esposa un libro sobre el 'Brooklyn Navy Yard' (Muelle de la Armada de Brooklyn), donde trabajó mi padre durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Y qué hicisteis en Año Nuevo?
Vimos por televisión la película 'The Great Gatsby' (El gran Gatsby), la versión de 1974 con Robert Redford. Esta película tiene un significado especial para mí porque en mi primer álbum, 'Aquashow' (de 1973), había una canción titulada 'Like A Great Gatsby' (Como un gran Gatsby) y Paramount Pictures insistió en que cambiara el título. Lo hice durante un tiempo, pero luego lo volví a cambiar.
¿O sea esta Navidad no has ido a Estados Unidos?
No he estado en Nueva York desde el pasado mes de septiembre, cuando visité a mi hermano y mi esposa y yo viajamos a Montreal. Curiosamente, me sentí más en casa en Montreal, donde hablan francés, que en Nueva York. ¡Ahora soy un extraterrestre en mi propio país!
¿Qué le pides al nuevo año 2020?
Personalmente me gustarían tres cosas: que el tinitus de mis oídos pite un poco menos, que mi película 'Broken Poet' sea un gran éxito, y que yo componga varias canciones increíbles. Y para el mundo desearía paz, paz y paz.
¿Fue 2019 un buen año para ti?
Bueno, creo que ha sido… Estoy tratando de recordar lo que me pasó... Recibí un premio en Suiza a los logros de toda una vida llamado 'Grande Bellezza' (sic), y di unos 50 conciertos ante públicos muy entusiastas. Además, escribí bastante. Actualmente estoy trabajando en un libro con mis diarios entre 2001 y 2020.
Y en 2019 has lanzado un nuevo álbum, 'Ricochet'. Lo estoy escuchando en Spotify. ¿Qué nos cuentas sobre él?
¡'Ricochet' ha resultado un éxito sorprendente! Más de 50.000 streams en Spotify para el último corte: 'What The Fuck is Going On', que la gente llama la primera canción de protesta del siglo XXI. Este álbum ha salido por accidente. En su mayoría son canciones que estaban destinadas a discos anteriores, pero no lo lograron y finalmente todas se han juntado y formado una familia musical. ¡Increíble!
En Spotify la canción 'What The Fuck is Going On' lleva una advertencia sobre lo 'explícita' que es. Como si no se supiera desde el título: '¿Qué cojones está pasando?'. Elliott, ¿tienes problemas con la corrección política?
En realidad no. O al menos con mi tipo de corrección política. Pero no me agrada cuando una política insiste en que mantengamos una determinada forma de pensar.
Ya. ¿Imaginabas que este tipo de autocensura surgida en Estados Unidos podría cruzar el Atlántico e instalarse en Europa?
Si te refieres al movimiento MeToo, creo que ya ha cruzado el Atlántico. Al menos ha llegado a Francia.
Me refiero a la corrección política en general, desde el feminismo hasta el arte. Y por cierto, el MeToo ha estado apretando las tuercas a Woody Allen, de quien por fin hemos podido ver su película 'Un día de lluvia en Nueva York'. Te pregunté por ella en la entrevista del año pasado, porque Amazon la tenía inmovilizada, sin estrenar.
Ya, la he visto en París.
Mucha gente dice que es una película correcta, una del montón entre las de Woody, pero creo que es muy divertida, dinámica, urbana, pulcra... Es genial. ¡Me encanta!
También me gustó la película. Y me gusta este actor, Timothée Chalamet, que creo que es medio francés. Es muy cool (muy guay).
Sí, se sale de la pantalla.
Si alguna vez lo encuentro, tendré que hablar algo de francés con él. ¡Y he oído que está haciendo una película sobre los primeros días de Bob Dylan en Greenwich Village en la década de 1960 y que él interpretará el papel de Bob! Pero volviendo a Woody Allen, me gustan sus películas porque no son espectacularmente aparatosas, ni están llenas de explosiones, ni de disparos, ni de personajes de cómics que saltan del papel a la pantalla.
Antes comentabas que acababas de ver las gracias de Ricky Gervais en la gala de los Globos de Oro, donde han relegado las producciones de Netflix en el palmarés. ¿Qué opinas de Netflix?
A veces me resulta difícil encontrar una buena película ahí, o al menos una película que me interese. Probablemente veo más documentales que cualquier otra cosa en Netflix.
Yo tengo Movistar, no Netflix. Y como no pirateo, aún no he podido ver películas de Netflix como 'Roma' o 'El irlandés', la última de Scorsese, pues ésta no se ha estrenado en Bilbao.
Yo vi 'El irlandés' el primer día que estuvo disponible en Netflix y me gustó porque yo estaba creciendo cuando sucedía la trama que cuenta sobre Jimmy Hoffa, el líder sindicalista que desapareció. En esta película hay mucha nostalgia e historia para los 'baby boomers' como yo. Y, por supuesto, Al Pacino está increíble. Habla con el mismo tipo de acento del medio oeste que el verdadero Jimmy Hoffa.
Hey, ¿Cómo van a ser tus conciertos en esta gira española con la que abres cada año profesional?
Espero que sigan siendo igual que siempre: con una relación mágica con el público. Y espero que sean lo suficientemente diferentes a los del año pasado, con nuevas canciones agregadas al repertorio y energía renovada.
Son ocho fechas.
¡Ojalá hubiera más!
Las dos citas de Madrid serán en trío: tú, Olivier y Melissa Cox. ¿Quién es?
Melissa Cox es una brillante violinista de Australia que vive en París y debutó conmigo en mi álbum 'Prodigal Son'.
Ajá. El año pasado, en enero de 2019, en el Musiketan, diste el mejor show que te he visto en el siglo XXI.
¡Guauu! Gracias por este gran elogio, ya que supongo que has visto muchos de mis shows en el Musiketan.
Sí, ye he visto la mayoría de veces desde que viniste por primera vez en el curso 1993-94, en la primera edición del Musiketan. Pero imagino que a veces terminas un concierto y no estás muy satisfecho.
Nunca estoy totalmente satisfecho. Mick Jagger me tenía en mente cuando escribió 'Satisfaction'.
Ja, ja… ¿Cuáles suelen ser los motivos?
A veces pienso que toco demasiado rato, pero cuando el público pide más no quiero salir del escenario y regresar a la vida real. Por supuesto es mejor terminar un espectáculo en el punto más alto de intensidad emocional, pero eso es casi imposible de conseguir.
Ya, entiendo. Y sí, a veces te has alargado. Y otros detalles que pueden no colmarte: ¿la reacción del público, el local, tu propia inspiración del día, que tal vez estás cansado del viaje o quizá sales a tocar casi enfermo?
La mayoría de los problemas con los que lidiamos Olivier y yo lidiamos son técnicos: acertar con el sonido y con las luces. O problemas que surgen con nuestras guitarras o pedales de efectos. Rara vez sale todo perfecto. Pero trato de asegurarme de que la acústica de la sala sea la mejor posible, incluso si no se oye bien a través de los monitores por los que nos escuchamos nosotros dos dentro del escenario.
Buf, oírte mal tú dentro y lograr que se oiga bien fuera… Para eso hay que afinar mucho.
El sonido de un concierto tiene mucho que ver con el local en sí. Algunos lugares suenan mejor que otros, con una mejor acústica y disposición de los asientos, sin importar cuán bueno sea el sistema de sonido. Pero cuando subo al escenario he de decir que lo que haya hecho durante el día, y el cansancio de viajar por carretera, e incluso la posibilidad de estar enfermo, todo eso generalmente desaparece y milagrosamente me trasplanto a Murphylandia. Es un excelente lugar para vivir durante unas pocas horas.
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