Carlos Mena será Dios y director de orquesta en el Teatro Arriaga

Paradójicamente los aficionados apenas conocen obras suyas, más allá de canciones deliciosas como 'Già il sole del Gange' y 'O cessate di piagarmi'. Una laguna que en parte podrá colmarse con el montaje de producción propia que este sábado, a las 19.00 horas, acogerá el Teatro Arriaga. El oratorio 'Cain, overo il primo omicidio' se representará bajo la dirección musical de Carlos Mena (Vitoria, 1971), que al mismo tiempo formará parte del reparto en calidad de contratenor. Suyo será el papel de Dios, que tendrá por tanto tesitura de contralto.

El músico alavés cantará y llevará las riendas de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS) sin necesidad de hacer milagros y partirse en dos, por la sencilla razón de que el personaje de Dios es incorpóreo. Se limita a una voz, igual que en el caso de Lucifer (el barítono Ferran Albrich). En definitiva, actúan como 'voces en off' –una genialidad de Scarlatti– con una actuación semiescénica muy discreta. Eso sí, en el montaje que acogerá el Teatro Arriaga se dará una vuelta de tuerca a la tensión dramática, ya que se ha decidido que las voces de Dios y Lucifer tengan su correlato físico en tres intérpretes. Las actrices Ane Guisasola y Ainhoa Artetxe asumirán el rol de Dios Madre y Dios Hija –una duplicidad y género inexistentes en el libreto–, mientras que Gaizka Chamizo se meterá en la piel del Maligno.

La directora de escena Tatjana Gürbaca (Berlín, 1973), de padre turco y madre italiana, es una profesional muy reputada en el ámbito germánico, suizo y belga, y cuenta con la total confianza de Calixto Bieito. En 2012 ya presentó en el Teatro de Ópera de Mainz una propuesta rompedora del oratorio de Scarlatti, con Caín y Abel en uniformes escolares, mientras que Adán y Eva se paseaban en batas de baño. La estructura básica era una plataforma circular y en el Arriaga se utilizará el mismo recurso como símbolo de que todo fluye y cambia en la vida.

Incluso en la peor de las tragedias, la pérdida de dos hijos, en 'Cain, overo il primo omicidio' los padres no caen en la desesperación. Adán y Eva se tienen el uno al otro, y el Todopoderoso les promete más descendencia como consuelo. Así termina un oratorio, estrenado en Venecia a principios del siglo XVIII, que tuvo muy probablemente como libretista a Antonio Ottoboni, general del Ejército papal, sobrino de un pontífice y padre de un cardenal. Además de 'happy end', en el texto hay mucho diálogo y poesía, con empatía hacia casi todos los personajes, con la excepción de Lucifer, un malo malísimo que no tiene remedio.

El protagonismo se lo lleva Caín, con seis arias y dos dúos, que asumirá el contratenor gallego Christian Borrelli. Su personaje brilla en el momento más conmovedor de todos, cuando arrepentido por el fratricidio canta 'Miei genitori, addio' (Adiós, padres míos). El elenco se completa con el tenor Josu Cabrero (Adán), la soprano Sonia de Munck (Eva) y la mezzosoprano Lucía Caihuela (Abel).