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Bruce Springsteen saluda a sus fans. EFE

«Hello, San Sebastian!»: el Jefe llega sonriente y aclamado por los fans

El músico y su amplísima 'troupe' descansan ya en el Cristina ante el concierto de mañana. Muchos aficionados le esperaban en Hondarribia y en el hotel

Iñigo Galparsoro

Jueves, 19 de junio 2025

Llegó sonriente y simpático con los numerosos fans que le aguardaban. En el aeropuerto de Hondarribia se mostró más relajado, firmando algunos discos y prestándose a algunos 'selfies', y en el María Cristina se refugió en el hotel ante la avalancha de aficionados que rodeó su furgoneta. Alguno incluso llevaba una camiseta de la Real como regalo.

Bruce Springsteen descansa ya en Donostia y recupera fuerzas para el concierto de mañana en Anoeta, el primero de los dos que marcan su reencuentro con la ciudad. Y también se relaja ya en San Sebastián la amplísima 'troupe' que acompaña al rockero de New Jersey, una tribu en la que se mezclan los músicos de The E Street Band, técnicos y familias. Sorprendía la cantidad de niños que formaban parte de esa comitiva que fue llegando en dos aviones a la pista de Hondarribia y después en unas cuantas furgonetas ante el hotel. Todo tenía un aire que recordaba a las grandes llegadas de artistas en el Zinemaldia. «Solo falta Rebordinos recibiendo al Boss», bromeaba uno de los fotógrafos apostados ante el hotel para retratar esa visita con sabor festivalero.

El movimiento había comenzado a primera hora de la tarde en Hondarribia. Dos aviones 'charter' procedentes de Frankfurt, donde el grupo actuó la noche del miércoles, llegaron al aeropuerto guipuzcoano. En el primero viajaban técnicos y otros acompañantes; en el segundo, que aterrizó minutos antes de las cinco y media de la tarde, llegaron Springsteen y los músicos más conocidos de la E Street Band, incluido el guitarrista Steven Van Zandt con su sempiterno pañuelo a la cabeza y una vistosa indumentaria de color morado.

Una furgoneta esperaba a pie de pista a un juvenil Springsteen, enfundado en una sudadera clara. El músico se sentó de copiloto y a la salida de la terminal atendió brevemente a algunos de los numerosos fans que le esperaban. «Dejadle, está cansado», decían sus acompañantes, pero el músico firmó discos y se prestó a algún 'selfie', al tiempo que saludaba a algunas de las cámaras y decía ese 'hellow San Sebastian' que pone banda sonora a la llegada.

Ante el hotel María Cristina casi un centenar de aficionados aguardaba también. Había muchos seguidores extranjeros, dominaban los veteranos y la mayoría declaraba que había venido a Donostia para ver los dos conciertos. Algunos de esos aficionados son de los fieles que 'fichan' cada día en la cola de Anoeta para garantizarse los mejores puestos junto al escenario.

Las furgonetas con los músicos fueron llegando al hotel. La de Van Zandt, la del batería Max Weinberg... y al final, el vehículo de Springsteen, que en esta gira viaja sin la compañía de Patti Scialfa, su mujer, ausente también en el escenario. La gente se acercó hasta la puerta de la furgoneta y el músico fue ya protegido hasta la puerta del hotel, desde donde saludó a los aficionados y a las cámaras. Entre los congregados, la periodista África Baeta, conocida seguidora del músico.

Dicen en su entorno que estos primeros días Springsteen estará tranquilo y se relajará más después de su concierto de mañana. El martes será su siguiente cita en el estadio y en principio se quedará en San Sebastián hasta el jueves, aunque la mayor parte de sus acompañantes se irá el miércoles. Su siguiente compromiso es el viernes próximo, nuevamente en Alemania, en Gelsenkirchen. Ya solo le quedará cerrar su 'tour' europeo en el estadio San Siro de Milán con doble cita los días 30 de junio y 3 de julio.

También ayer avanzaba el montaje en el estadio, adonde fueron llegando los grandes camiones con los elementos técnicos. Mañana 40.000 espectadores llenarán el recinto. La apertura de puertas será a las seis de la tarde y el show comienza a las nueve de la noche. El horario se repite el martes.

Steven Van Zandt estará hoy en la Fnac firmando ejemplares de su autobiografía, 'Flechazos y rechazos', desde las 16.00 hasta las 18.00h, aunque con estrictas condiciones para los asistentes, según explica la entidad en su web. El domingo será el turno de otro de los 'bolos' de la E Street Band, con el 'jukebox' de Mighty Max Weinberg, legendario batería del grupo, en el Victoria Eugenia, a las siete de la tarde. Son días de 'springsteen-manía'.

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