Los Botxo Boogies también tocan clásica
El supergrupo vizcaíno de swing y rock and roll dio dos pases sabatinos en la Andrés Isasi de Las Arenas
«Vamos a disfrutar con unos músicos excepcionales. Va a ser un concierto muy bonito y muy divertido. No podéis bailar, porque nos lo han prohibido, pero os podéis mover sobre las butacas». Así presentó el segundo concierto sabatino de los Botxo Boogies el maestro de ceremonias Mario Clavell, flautista del grupo getxotarra de fusión Gintonic y programador de la 13ª edición del ciclo melómano Neguko Bidaia, albergado en la Escuela de Música Andrés Isasi de Las Arenas.
Mario lo soltó en la segunda sesión, la de las 8 (con lo de la limitación de aforo hay dos pases en este ciclo Neguko Bidaia: 6.15 y 8), acometida por el cuarteto Botxo Boogies, un supergrupo vizcaíno de swing y ritmo y blues compuesto por Edu Basterra (bajo y voz), Carlos Velasco (guitarra solista, ex Mocedades), Jou González (saxo, profesor del Conservatorio Sarriko, miembro de Doctor Deseo…), e Iñaki Jaio (batería).
Como etiquetó el profesor González en uno de sus parlamentos, su estilo es una mezcla de «jazz –me dicen que diga que es swing, pero el swing también es jazz (se interpeló el propio Jou)-, blues y rock and roll». Y el repertorio, totalmente versionero y repasado durante los tres lustros de andadura botxera, el sábado en el segundo pase constó de 13 piezas en 54 minutos, pues como de debía bajar la persiana a las 9 de la noche los ejecutantes se saltaron dos temas que sí tocaron en el primer pase: 'Jumptown' de los neoswingers Steve Lucky & The Rhumba Bums y el 'Ain't Nobody Here But Us Chickens' del incomparable Louis Jordan.
Bueno, pues a estos dos títulos no se les echó en falta entre los otros trece temas ejecutados, entre ellos tres instrumentales: el inaugural también de Louis Jordan (desconocen el título, nos reconoció al acabar el jefe Basterra, pero bueno, igual el maestro Jordan ni lo había bautizado), el intercalado 'La danza del sable' de Khachaturian (en plan surf balcánico; «también sabemos tocar música clásica», se jactó González al introducirla) y la apertura del bis con 'La pantera rosa'.
Y el resto del repertorio fue una selección de clásicos populares centrados en tres compositores: dos de ayer, uno negro popularísimo en las fiestas de los apartamentos en los años 40 (Louis Jordan, a quien Jou González señaló como uno de los pioneros del rock and roll por haber acelerado el blues y haberle quitado las letras tristes; de él espigaron una 'Caldonia' afilada a lo Ronnie Earl cuando se propulsaba con cocaína y alcohol y el 'Choo choo ch'boogie' en plan neoswing) y otro blanco popular en los hoteles de Las Vegas en los 50 (el inimitable Louis Prima representado con un 'Buona sera' con la aceleración muy bien pillada o con el 'Oh Marie' para cerrar el bolo), y otra pluma más actual, en realidad popularísima en en los 90, la del guitarrista líder de los Stray Cats, Brian Setzer, al frente de su big band ('This Cat's on a Hot Thin Roof' con punteo longitudinal de Velasco, el más que sincopado dislocado 'Jump Jive An' Wail', y más neoswing con el 'Dirty boogie).
Todo muy bien tocado sobre un escenario despejado (le habría venido bien un telón de fondo negro), estupendamente recibido por el respetable mixto, arreglado con maestría y, ejem, ya oído muchas veces por nuestros oídos durante estos tres lustros. ¡A ver si estos bocheros del boogie renuevan el repertorio! Que añadan temas de Big Joe Turner, de Big Bad Voodoo Daddy, de la Royal Crown Revue…
Y otra cosa: el sábado que viene, en dos pases, está anunciado el mariachi Los Parranderos de México en la Andrés Isasi. El año pasado agotaron las entradas en la anticipada el martes de la misma semana. Hum, parece un planazo.