Museos con medio millón de seguidores: así engancha TikTok a los jóvenes con el arte

¿Pertenece esto a un libro de historia del arte? No. Es un vídeo de TikTok de 51 segundos del Museo del Prado, propietario de la obra. Lleva de momento 4 millones de reproducciones y en el museo madrileño, evidente templo del saber, están muy contentos porque la estrategia les está funcionando. La cuenta del Prado de TikTok, supuestamente la red social de los bailes, los animales, los frikis y la baja o nula calidad, tiene 480.000 seguidores, en su inmensa mayoría entre 20 y 25 años. Es líder en el ránking mundial, a mucha distancia del resto de los museos.

«Es una plataforma complicada», comenta Javier Sainz de los Terreros, responsable de comunicación digital del centro artístico madrileño. «Abrimos la cuenta bastantes meses antes de colgar el primer vídeo porque no sabíamos qué hacer. Dimos con el truco en la pandemia, siempre con la premisa de que teníamos que hablar con respeto sobre arte y a una audiencia joven. Cuando ves que te siguen chavales de 16 años de Perú empiezas a pensar que quizá lo estés haciendo bien. No son los únicos que piensan así. El Prado acaba de ganar el premio del públicos en los Webby Awards, algó así como los 'Oscar de internet', en la modalidad de Arte y Cultura.

En el Día Internacional de los Museos, que se celebra hoy, merece la pena recordar el esfuerzo de estas instituciones por actualizarse a los nuevos tiempos.

El vestido azul de los ángeles

Sainz de los Terreros niega que TikTok sea sinónimo de frivolidad. «Si sabes algo muy bien, será más fácil que lo comuniques con naturalidad. Tenemos la suerte de contar con expertos que nos les importa explicar lo que han aprendido, como en el caso de 'El lavatorio' de Tintoretto. Cuando pares de bailar con los vídeos, quizá te guste acercarte a esta historia».

TikTok tiene la ventaja de que las personas que no sigan una cuenta sí pueden recibir o buscar su contenido, lo que puede aumentar las visualizaciones. El público del Prado en esta plataforma está entre los 20 y los 25 años. La edad de sus seguidores en Instagram –un millón– sube a la franja a los 30-35. En el museo madrileño también tienen Facebook, la vituperada red social de los 'boomers', a los que al parecer les gusta el arte porque 1,13 millones se han dado de alta. «Funciona muy bien», resume el responsable del museo.

Por supuesto, insiste, no hay nada como ver las obras frente a frente. No hay experiencia que reemplace a ponerse delante del 'Perro semihundido' de Goya. «Hay que entenderlo como una herramienta de difusión. También es mejor ir a París que ver un buen libro de fotografía, pero no por eso dejas de disfrutarlo», argumenta.

'El lavatorio' de Tintoretto figura el primero en el ránking del Prado. Pero lo que aparece por detrás en absoluto desmerece. En segundo lugar está 'La pincelada de Rafael en 'El cardenal' con un 1,8 millones de reproducciones, y en el tercero, '¿Qué son los arrepentimientos y por qué vemos tantos en los cuadros de Velázquez?', con 1,6 millones. El que a priori podría tener mayor tirón popular, el que recoge el momento en que el cineasta Tim Burton ve por primera vez su obra favorita, 'El jardín de las delicias' de El Bosco, está en octavo lugar con 714.000 reproducciones.

Algo tiene Tintoretto con TikTok. En el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid también está en el primer lugar. Esta vez con su obra 'El Paraíso. Quien vea los 50 segundos de vídeo se entera de que el artista imprimaba el lienzo de negro y del proceso que siguió hasta vestir de azul a uno de los ángeles.

Comenzaron a utilizar la plataforma en julio de 2020, también durante la pandemia. «Trabajamos con los aspectos que más interés pueden despertar de la restauración y el estudio de las obras, o de la organización y el montaje de las exposiciones, todo contado por los profesionales del museo de una manera lúdica y didáctica», explica Botoa Lefé, responsable de redes sociales.

Datos biográficos del artista contextualizados en una de sus piezas o detalles imperceptibles a primera vista cuentan asimismo entre las estrategias narrativas 'tiktokeras' del museo. La música de fondo tiene su importancia: Bach para Tintoretto y Rosalía para la exposición sobre la firma de joyas Bulgari y sobre la forma de serpiente de sus diseños.

«Nos divierte y está funcionando muy bien», incide la gestora de redes del museo. «El 47% de los seguidores tiene entre los 18 y los 34 años. En Instagram sólo el 6,7% es menor de 24 años y el 23%, menor de 34. TikTok nos permite crear narrativas para la audiencia más joven. Las dos redes sociales te permiten acercar el museo con los directos».

El Museo Goya de Zaragoza, de la Fundación Ibercaja, ha puesto música de Lana del Rey para acompañar la explicación de lo que quiso decir el artista en uno de sus grabados más conocidos , 'El sueño de la razón'. Goya se representó en él durmiendo, sentado y con la cabeza sobre su mesa de trabajo. Cuando la razón se adormece, aparecen las aves de la noche y las supersticiones, sugería el artista en esa obra tan popular y tan mal interpretada. No es la que razón produjera monstruos tal cual. Era su ausencia –el sueño– la que les daba vida.

«TikTok nos permite acercar con un lenguaje coloquial las muestras temporales, las actividades y las obras de la colección. Pero también intentamos adaptarnos a las tendencias de la propia plataforma, con audios, coreografías, etc., lo que nos une a los 'challenges' que se hacen virales», explican fuentes del museo.

Todos coinciden: la red tiene mucho futuro por delante para comunicar la creación.