«Me siento más seguro encima de un escenario que en la vida»
Manuel Galiana actúa en Getxo con la comedia negra 'Los secuestradores del lago Chiemsee' mientras sigue volcado en la sala que dirige en Madrid
Es un lujo tener en Getxo este fin de semana a Manuel Galiana, Vicky Peña, Gloria Muñoz, Helio Pedregal, Juan Calot y Alberto Iglesias. 'Los ... secuestradores del lago Chiemsee' (este sábado en Muxikebarri, 19.30 horas) es una comedia negra que escribió el propio Iglesias a partir de un caso real: el de unos jubilados alemanes que secuestraron a un asesor por haberles dejado sin ahorros. Galiana (Madrid, 1941), llevaba mucho tiempo sin actuar en los escenarios vizcaínos, desde que recibió el Premio Ercilla a toda su trayectoria en 2013. Y no le falta repertorio entre el teatro, sus recitales de poesía y las obras que dirige en la sala madrileña Estudio 2, un guiño al 'Estudio 1' que le metió en casa de millones de espectadores. «Cada tres meses puedo llevar un espectáculo distinto. ¡Y buenos!», promete.
– Con más de 60 años de trayectoria, ¿sigue imponiendo salir al escenario? ¿Cómo pasa los últimos cinco minutos antes de la función?
– Con impaciencia, tengo la suerte de que el escenario no me pone nervioso. Me siento más seguro encima de un escenario que en la vida, llego al teatro y estoy deseando pisarlo.
– Suele recordar a un profesor de Literatura que le inculcó ese amor por el teatro.
– Don Antonio Ayora tuvo mucha influencia en gente que luego se ha dedicado a esto. Tuvo influencia en Fernán Gómez, en Emilio Gutiérrez Caba y en más gente. Era profesor de Literatura en el instituto San Isidro de Madrid y creó un aula de teatro, fue maravilloso.
– ¿Cuál es el personaje que más le ha hecho sufrir?
– (Se lo piensa). Morirte de amor como Cyrano de Bergerac, eso duele. Y la obra en la que interpreté a Primo Levi me dejó enfermo tres días, menos mal que fue antes de empezar la función. Volver a ver esa atrocidad de Auschwitz me creó una sensación de angustia en el estómago.
– ¿Cómo es su papel en ' Los secuestradores del lago Chiemsee'?
– Es un personaje ambiguo. Todos en esta obra se desdoblan, quizá es lo más interesante de la función. Qué dicen, cómo se comportan y cómo son ellos en realidad. Escuchar los diálogos de esas dos mujeres en boca de Gloria Muñoz y Vicky Peña es un regalo. La verdad es que pocas veces se ha juntado un reparto, en teoría, de tanto prestigio.
– Con tantos pesos pesados, ¿lo tiene más difícil el director, Mario Gas?
– No, yo creo que es más fácil trabajar con gente en la que confía y que conoces hace años.
– ¿No hay lucha de egos?
– En esta compañía nos queremos todos muchísimo, es un regalo que le ha tocado a uno cuando ya pìensa que quedan pocas funciones por hacer,
«Demasiadas crisis»
– ¿Los espectadores se ponen de parte de los jubilados que han perdido sus ahorros?
–No sé si de parte de los secuestradores o de parte del secuestrado, la obra es ambigua y entre esas dos aguas se mueven todos los personajes. Puede caber la duda de si el fulano este hizo una estafa o como él dice fue un fallo del sistema, vino la crisis y se lo llevó todo por delante.
– Cada vez hay más víctimas de la crisis: la económica, la sanitaria, la energética...
– Tenemos demasiadas crisis, pero parece mentira lo que el cuerpo puede aguantar. Según los augures, lo que viene es bastante duro.
– Ha vivido muchos cambios en su profesión. ¿Para bien o para mal?
– Yo he tenido suerte, me recuerdo siempre con ilusión por las cosas. Descubrí muy pronto el cine, que yo quiero pertenecer a esa otra vida que sale en una pantalla, y enseguida aparece el teatro y empiezo a trabajar. Te quedas con lo mejor que has vivido, lo malo lo he ido dejando por ahí.
– Es un trabajo muy inestable.
– Siempre ha sido así y hay que estar muy fuerte para poder soportar la frustración que supone. Tener la cabeza muy en su sitio y ser fuerte para que no te arrastre, porque eso acaba con la paciencia de cualquiera. Yo he sido afortunado, pero ha habido muchísimas frustraciones en mi vida. Tengo una sala de teatro en Madrid...
– Estudio2.
– Y hacemos cosas buenas, pero ha habido dos espectáculos de primera categoría – 'Baile de huesos' y 'Bernarda y Poncia'– que no han podido hacer gira por España porque no nos contratan. ¿Cómo es posible que dos espectáculos probados, de éxito seguro, no hayan recorrido ya todo el país? Dos obras de dos autoras españolas, textos importantes. ¿No estamos diciendo que hay que apoyar el teatro en este país?
– ¿Qué ambiente se respira en la sala que usted dirige?
– Amor. Los martes yo doy clases, también hay clases otro día, y los viernes, sábados y domingos hacemos representaciones para el público.
– ¿Cómo son sus clases?
– Quiero transmitir que es divertido lo que están haciendo, que no van allí a sufrir aunque tengan que hacerse una 'Medea'. Intento contagiar la alegría que a mí me produce interpretar para que no se asusten por las dificultades que comporta estudiar interpretación, es muy difícil y hay que ser constante. Yo tengo 81 años y todos los días estudio teatro.
– El nombre de la sala es un guiño a un programa mítico. ¿Sería posible otro 'Estudio 1' en la televisión de las plataformas?
– El teatro solo es teatro en el teatro. En aquel momento hicimos textos importantísimos de la dramaturgia universal que llegaron a todos los rincones del país, pero ahora que todo el mundo sabe lo que es ¡Id al teatro! Es una convocatoria y hace falta que el público esté allí.
– En teatro ha recibido todos los honores. ¿Cambiaría algo de esa gloria por tener mayor presencia en el cine?
– Yo no cambiaría nada. Si el cine no me ha aprovechado ¡eso que se pierde! He trabajado con grandes directores y esta temporada he hecho un corto muy bonito que se va a titular 'Otoño'. Le deseo mucha fortuna.
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