¿Manda el reguetón?
Sería simplista decir que el reguetón es el destino principal del gasto en el Bono Cultural Joven, pero los datos del consumo que ofrece el ... Ministerio de Cultura sobre esta ayuda de 400 euros a los que cumplen 18 años en cada año apuntan un poco en esa dirección.
Véase que la mitad de esa cantidad se gasta en la cultura en directo, es decir, en conciertos, festivales, teatro, danza o museos. Un amplio epígrafe, sí, solo que del total de los 400 euros la música supone el 31,5%, frente a los libros y comics con el 16,9%, las plataformas audiovisuales con el 15,3%, las artes escénicas con 10,7% y el cine con el 7,4%. Que el reguetón domina en este gasto lo sugiere su imperio actual en la música que prefieren los jóvenes o en los festivales y conciertos, además de certificarse con otros datos ofrecidos por el ministerio.
Por ejemplo, de los 87,9 millones de euros que en 2023 invirtió el Gobierno en el Bono Cultural Joven, el Reguetón Beach Festival ingresó del bono 3,8 millones de euros, el Boombastic 1,5 millones, el Zevra Festival más de 800.000 y las empresas que venden entradas casi 6,5 millones, además de las cantidades gastadas en las plataformas musicales.
Que sepamos, el Bono tiene el doble objetivo de apoyar al sector cultural y de ampliar el acceso de los jóvenes a la cultura, algo que parece cumplirse a priori, si bien en el departamento del ministro Urtasun también podrían haber introducido alguna finalidad o algún criterio educativo.
No se trataría, claro, de menoscabar la libre decisión de consumo cultural de los jóvenes, sino únicamente de imitar lo que hacen otros países de nuestro entorno con un bono similar, priorizando ciertas áreas con un criterio educativo.
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