«Si dejáramos de etiquetarnos todo el día, seríamos más felices»
Thomas Struth | Artista ·
Empezó a fotografiar calles desiertas para expresar el estadode desolaciónde los alemanesThomas Struth se detiene a pensar cada frase y se vuelve a detener para pronunciar la siguiente. El suyo es un discurso que revela la ... seriedad con que se toma su trabajo y la riqueza conceptual que se muestra a nada que el espectador se pare a pensar en lo que está viendo.
- Empezó fotografiando calles vacías, fijándose mucho en la interacción de sus líneas con la de los edificios, un tipo de imagen elegante pero fantasmal, en la que no aparece ni una sola persona.
- Paradójicamente esas fotos vienen de una preocupación por la gente, por la comunidad, por la Alemania después de años de terminar la Segunda Guerra Mundial. Todavía sentías una atmósfera depresiva. Pensé que esa desolación que uno puede sentir al ver mis fotografías era muy parecida a la que sentían los alemanes. Es como si el escenario, en este caso la calle, estuviese impregnado del mismo ánimo que los actores. También hay una reflexión sobre el trabajo del laboratorio en la fotografía, sobre cómo un recorte varía el encuadre y sobre el significado de la imagen. Aprendí mucho de ese proceso.
- De los exteriores de los edificios pasó a los interiores de las casas, a fotografiar familias.
- Empezó con la observación de mi propia familia y la de mis amigos. Quería averiguar de qué modo el entorno familiar nos constituía como seres sociales. Me gustó el resultado, la composición de los objetos que definían a los retratados, la vestimenta, la pose. Me gustó también ese momento que proporciona la fotografía en la que esas familias mantienen una actitud afirmativa sobre sí mismos. Les dejaba que ellos encontraran su postura y que entraran en mi cámara a través de las lentes.
-¿Mira a los retratados de manera neutral o con empatía?
- Con empatía. Si ellos se exponen ante mí, yo me tengo que exponer ante ellos. Se crea una espacio de intimidad porque pasamos el día juntos para hacer el trabajo fotográfico. Siempre están un poco nerviosos porque que te fotografíen entraña algo de incomodidad. Estoy yo, está el elemento intrusivo de la cámara ...
- ¿Intenta sacar lo mejor de ellos? Por ejemplo, en la foto del acuario, los niños que están por el suelo y los adultos que les miran a ellos y a los peces parecen estar felices.
- Me gustaba ver el entusiasmo de los niños, sentir la esperanza por esas generaciones que todavía no sabemos qué van a hacer pero que esperamos que lo hagan mejor que nosotros. Pero, por otro lado, ves el acuario a través de una cortina de cristal y sobre una superficie que se parece a una acera. Aunque sea bello, te parece un paisaje post-apocalítico, como si la supervivencia de esos peces sólo se pudiera dar en ese entorno artificial del acuario. O como si la naturaleza hubiera sido destruida y sólo la pudieras ver a través del cristal.
- ¿Y las iglesias que fotografió en Nápoles y Roma?
- Estuve de residente en un centro de Venecia en 1991, en un periodo del año en que hay pocos turistas en Italia. Si quieres apreciar pintura religiosa en su contexto, y no abstraída de él en un museo, tienes que ir a las iglesias porque se hicieron específicamente para esos lugares. No es comparable ver una obra de Tiziano en el altar de la basílica de Santa María Gloriosa dei Frari de Venecia que en una sala del Louvre o del Art Institute de Chicago. Mi familia es católica y estoy acostumbrado a ver a Jesús torturado y crucificado, lo que para un budista o un sintoista es algo horrible. Así que era un contexto que conocía.
Los museos y los templos
- ¿Y cuál era su intención?
- Pensar en su arquitectura, en la relación histórica entre el arte y la religión desde la Edad Media. Habríamos sido totalmente distintos si no hubiera habido esa relación. Mucha gente expresa sus sentimientos y sus esperanzas a través de los dioses. Y nuestra pintura, nuestra música y nuestros libros están influidos por cómo esos sentimientos han tenido una expresión religiosa.
- Ha retratado a la gente contemplando en un museo una pintura de Caillebot, un pintor no demasiado importante del siglo XIX, y 'Las meninas', considerada como una de las grandes obras maestras. ¿Por qué eligió estas dos pinturas?
- Quise hacer a Velázquez primero, como si fuera una visita al estudio del pintor. Pero me di cuenta que ese tipo de foto de museos ya lo había hecho hacía mucho tiempo, así que le di la vuelta y me fijé en el público. De hecho, el cuadro aparece borroso y la gente, en primer plano. Desde luego algo ha cambiado en el mundo de los museos, y justo cuando se estaba produciendo ese cambio algunos centros de ese tipo empezaron a comprar mi obra. Hace veinte años los veías con media docena de personas en la sala y ahora están atestados, tanto que a veces parecen una estación de metro en hora punta. Pasan delante de una obra y de otra hasta que se detienen ante algo que les gusta. No todo es negativo. Es una parte de su vida, lugares en los que pueden desayunar o ir al baño, lo contrario que los templos
- ¿Por qué relaciona el 'Paraíso', título de un grupo de fotos, con la selva?
- Esto es una mesa, un papel, un bolígrafo. Tú eres esto y yo lo otro. Aquel es un fascista, el otro comunista. Uno es musulmán y el otro cristiano. Tú eres vasco, yo soy alemán. Si dejáramos de etiquetarnos sin parar, seríamos más felices. Si eres un biólogo a lo mejor puedes decir cómo se llaman las plantas de la jungla, pero el resto de la gente, no. Mi paraíso imaginario es aquel en el que no tienes que nombrar a las cosas. Por eso hice esas fotos de las plantas de la jungla tan de cerca, para que nadie las pudiera reconocer ni por tanto nombrarlas.
El magisterio de Bernd y Hilla Becher
Thomas Struth sólo tiene palabras de agradecimiento para Bernd y Hilla Becher, los fotógrafos que con sus imágenes austeras de edificios abrieron el espacio para artistas posteriores como Candida Hofer, Thomas Ruff o Andreas Gursky. Todos ellos tuvieron a Bernd Becher como profesor en la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf. «Para mí están a la altura de Bach o cualquier otro artista de ese rango. Son canónicos. Mantuvieron un compromiso extraordinario con un plan de trabajo muy amplio, que se extiendió durante la mayor parte de su vida», incide Struth.
A él le enseñaron «precisión, amor por la atención y la concentración, conexión con el tema de la foto». También alaba «su falta de vanidad, su eliminación de cualquier rasgo de pompa». «Bernd nos daba clase en un parque o en restaurante chino. Les interesaba la literatura, la filosofía, la televisión, la política, historia de la economía, y podían relacionar todo eso».
La clave
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Religión «Mi familia es católica y estoy acostumbrado a ver a Jesús crucificado. Para un budista, eso es horrible»
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Masificación «Hay tanta gente en los museos que a veces parecen estaciones de tren en hora punta»
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