La Compañía Joven de Pabellón 6 lleva a escena la pandemia
En su primera producción propia, 'En standby', reflejan nuestras vivencias «en tono de comedia pero sin ocultar su gravedad»
La primera producción propia de la Compañía Joven de Pabellón 6 nada más independizarse de la 'casa madre' –teniendo su propio espacio y con todas las tareas a su cargo, sin tutelas– casi estaba destinada a desarrollarse en torno al coronavirus. Es lo que tiene crear en año de pandemia. Es lo que se ha vivido este año, lo que ha confinado a la población, preocupado y herido a muchas personas, cerrado lugares de trabajo... y es por tanto un buen material para crear una dramaturgia.
Ya otra cosa era el género, y los jóvenes miembros de la compañía han optado por la comedia. «Teníamos la necesidad de hablar de lo que está pasando y la manera era hacerlo desde la incomprensión que vivimos y de nuestros propios comportamientos, actitudes y contradicciones. Todo es supergrave y sin embargo nos pasamos el tiempo viendo Netflix, nos quedamos sin trabajo pero no dejamos de comprar en Amazon», explica Graciela Dóniz, autora y directora de 'En standby', una sucesión de escenas que reflejan «situaciones que hemos vivido en la calle y en casa en forma de comedia pero sin olvidarnos de la gravedad».
El montaje se ha estrenado este fin de semana en el pabellón Garabia, junto a Pabellón 6, y podrá verse de jueves a domingo hasta el día 1 de noviembre. 'En standby' se estructura en cinco bloques, y en cada uno de ellos hay un número de escenas o situaciones más o menos reales, con personajes que se repiten y otros que no. «Van entrando y saliendo, es como ir en un tren viendo diferentes vidas. Serán más o menos 50 escenas que no se organizan de forma cronológica, sino por temas», describe. Qué hace la gente, qué sabe la gente, cómo se gana la vida la gente, qué siente la gente y qué aprende la gente son los cinco bloques, en respuesta a ese largo periodo de tiempo que va desde que se anunció el confinamiento allá por marzo hasta la llamada nueva normalidad y que sigue estando cargado de «incertidumbre» que puede dejar paralizado a más de uno.
Dóniz se vio incapaz de hacer algo creativo durante aquellas semanas sin salir de casa, «o de compartir algo en Instagram», porque estaba en una «crisis interna». Para desahogarse se puso a escribir y solo con el tiempo se dijo que «había algo más allí, algo detrás. Cuando nos dieron el nuevo espacio y nos preguntaron qué íbamos a hacer, aparte de reponer todo nuestro repertorio, yo les dije que tenía unas escenas de microteatro y con la ayuda de Javier Liñera y Aitor Borobia les fuimos dando forma», explica. Aquellas «voces internas de una chica en su casa sometida a la presión de tener todo el tiempo del mundo para hacer algo creativo y no saber qué hacer» se han transformado en una «visión de lo que hemos vivido que intenta ser social y crítica con naturalidad y cotidianidad».
De todos los miembros de la Compañía Joven que ahora disponen de tiempo y espacio para desarrollar sus propuestas teatrales, participan en el montaje Sandra Tejero, Diana Irazabal, Sandra Martin, Kepa Alesso y Unai Elizalde.