Joss Whedon, el director de 'Buffy Cazavampiros' que pasó de feminista a acumular denuncias por acoso

Si a usted le gusta el cine de superhéroes seguro que le suenan títulos como 'Los Vengadores' (y su capítulo 'La era de Ultron') o 'La Liga de la Justicia'; y si ya veía series en los 90 e inicios de los 2000, conocerá 'Angel', 'Firefly' o 'Buffy Cazavampiros'. Whedon los dirigió todos y es responsable de un sin fin de codirecciones, guiones, coguiones y producciones. Un dios cinematográfico... hasta hace una semana, cuando la actriz Charisma Carpenter dio consistencia a ese secreto a voces al que antes aludíamos. Algo había insinuado en 2009, pero en este 2021, la mujer que dio vida a Cordelia primero en 'Buffy' y luego en 'Angel', ha decidido no callarse más.

«Durante casi dos décadas me mordí la lengua e inventé excusas para ciertos hechos que, todavía hoy, me traumatizan», comienza. En su relato no ahorra detalles. Habla de que el director propiciaba «un clima de trabajo hostil y tóxico, denuncia «amenazas veladas de despido» o que cuando se quedó embarazada «no dejaba de llamarla gorda delante de sus compañeros». Un apunte: Charisma entonces pesaba 57 kilos. Ser madre supuso para ella un punto y aparte en su relación con Whedon que, según el testimonio de la actriz, llegó a preguntarle si iba a quedarse al bebé y la ridiculizó por sus creencias religiosas. Cuando dio a luz, la despidió.

«Ojalá lo hubiese hablado antes. Ojalá hubiese tenido el autocontrol y valor años atrás, pero me callé avergonzada», lamenta en su carta y asegura que se siente responsable por los otros casos de abusos que van saliendo a la luz. Se refiere concretamente al testimonio que había dado el actor Ray Fisher, que trabajó con el creador en 'La Liga de la Justicia'. El intérprete de Cyborg en los films del universo DC fue el primero que se atrevió a poner adjetivos al supuesto comportamiento de Whedon: «repugnante, abusivo, poco profesional e inaceptable». Su denuncia pública desencadenó una investigación por parte de Warner Media de la que poco o nada se sabe. Sus compañeros de rodaje, Jason Momoa -Aquaman- y Gal Gatot -Wonder Woman- le apoyaron. La actriz israelí llegó a decir incluso que su experiencia con el famoso director «no fue la mejor»

Pero ha sido la denuncia de Charisma Carpenter la que ha causado mayor revuelo y desatado un rosario de relatos que corroboran su testimonio y, de paso, el de Fisher. El reparto de Buffy Cazavampiros ha salido en tropel a apoyar a quien puso cara a aquella aparentemente superficial y alocada Cordelia. Sarah Michelle Gellar (Buffy), Amber Benson (Tara), Eliza Dushku (la díscola Faith) y Michelle Trachtenberg (Dawn) han escrito en sus redes sociales apoyándola y dando cuenta de algunas experiencias con el ahora polémico cineasta. Una de las más impactantes es la que ha contado Trachtenberg, la más joven del reparto entonces, que ha desvelado que existía una cláusula en su contrato por la que Whedon tenía prohibido estar con ella a solas en una habitación. En el mismo post de Instagram en el que lo cuenta, un fan le dice: «Espero que no hayas sufrido abusos», a lo que ella contesta: «Sufrí muchas cosas».

Gellar ha dejado claro que se siente orgullosa de haber participado en la serie pero que no quiere que su nombre se asocie al del director, y Benson ha asegurado que las declaraciones de Carpenter «son verdad y la apoyo al 100%». «Se hizo mucho daño durante aquel tiempo y algunos de nosotros lo seguimos procesando 20 años después», confirma la actriz, que dio vida a una de las primeras lesbianas que aparecieron en una serie de televisión.

Buffy es, y seguramente seguirá siendo, una producción icónica para el feminismo que también abordó problemas a los que entonces pocos prestaban atención. Una protagonista fuerte que se las arreglaba sola, relaciones homosexuales, problemas de bulling, suicidio juvenil... Todo casaba con un hombre que enarboló la bandera del feminismo antes que nadie, al menos, aparentemente. Lo cierto es que en 2017, cuando se divorció, la que fuera su esposa durante once años, Kai Cole, publicó una carta abierta en la que le acusaba de ir de defensor de las mujeres para ocultar sus malas conductas.

En el documento, Cole citaba un presunto mensaje de su ex pareja que causó incredulidad entonces pero que ahora, a la vista de los nuevos testimonios, cobra sentido. «Cuando dirigía Buffy, estaba rodeado de mujeres jóvenes, hermosas, apasionadas y agresivas. Me sentía como si tuviera una enfermedad, algo salido de un mito griego. De pronto, soy un productor poderoso, el mundo está a mis pies y no puedo tocarlo», habría escrito el afamado director. «Yo creía, como todo el mundo, que él era uno de los buenos, luchando por nuestro matrimonio y por los derechos de las mujeres con las que trabajaba. Pero ahora veo que usó su relación conmigo como un escudo, tanto antes como después de nuestro matrimonio, para que nadie pudiese cuestionar sus relaciones con otras mujeres o el 'feminismo' de sus guiones», lamentaba Kai.

David Boreanaz y James Marsters, que interpretaron los papeles de Angel y Spike en la serie sobre la joven cazavampiros y en su spin off -también llamada 'Angel'- han salido a respaldar a sus compañeras de reparto. «No apoyo el abuso de ninguna forma y me parte el corazón enterarme de las experiencias de algunos miembros del elenco. Envío mi amor y apoyo a todos los involucrados», dice quien interpretara al macarra, divertido y oxigenado vampiro. Boreanaz, por su parte, ha escrito en la cuenta de Twitter de Charisma y contestando a su carta de denuncia: «Estoy aquí para escucharte y apoyarte. Orgulloso de tu fuerza».

Entre el equipo de guionistas, también hay voces que dejan a Joss Whedon como un hombre poco simpático, déspota y dado al acoso. Una de ellas ha sido Marti Noxxon, guionista también de otras series famosas internacionalmente como 'Mad Men' o 'Prison Break': «Me gustaría confirmar lo que las mujeres de 'Buffy' están diciendo y apoyarlas para contar su historia. Merecen ser escuchadas», dice en la red del pajarito

Whedon tampoco dejó grato recuerdo entre quienes trabajaron con él en la serie de culto 'Firefly'. Jose Molina, guionista, corrobora todo lo anterior y asegura que las palabras «casualmente cruel» describe perfectamente la actitud del cineasta. «Piensa que ser malo es divertido. Hacer llorar a las guionistas durante una sesión de notas le parecía especialmente hilarante. De hecho, le gustaba presumir de la vez que hizo llorar a una guionista dos veces en una reunión», recuerda Molina.

La lista de testimonios continúa y cada uno supone un mazazo para la carrera de un hombre en cuyo currículum aparecen trabajos de fama mundial. Participó en el libreto primigenio de 'Toy Story', por lo que incluso fue nominado al Óscar al mejor guión original, y su nombre aparece en títulos como 'Rápida y mortal', la hilarante e inteligente 'The Office', la serie musical 'Glee', o, más recientemente en 'Agents of S.H.I.E.L.D.', pegada a la saga de 'Los Vengadores'. De momento, y a la vista de la cascada de declaraciones, a él parece habérsele caído la capa de superhéroe defensor de los oprimidos.