«Los gais de Chechenia huyen a Moscú, pero allí también las leyes nos castigan»
Reka Valerik, seudónimo de un director nativo de aquel país, muestra el calvario de la comunidad homosexual en el documental 'Silent Voice'
No existe una palabra para nombrar a los gais y lesbianas en lengua chechena, posiblemente porque no es posible ser abiertamente homosexual en el país ... del Cáucaso y sobrevivir. «La Policía y la sociedad detienen a los sospechosos y revelan su condición a las familias para que hagan el trabajo sucio», explica el director Reka Valerik en Bilbao. «Hay mucha presión para que resuelvan el problema, pero no todos son capaces de torturar y asesinar a sus hijos. El sufrimiento es enorme en unos y otros». Las lesbianas corren 'mejor suerte'. «Son enviadas a centros de rehabilitación para que les saquen los demonios y acaban siendo casadas como final del tratamiento».
Este cineasta checheno ha presentado el documental 'Silent voice' en el festival Zinegoak. Su historia relata el drama verdadero de Khavaj, miembro del equipo de lucha del presidente, Ramzan Kadyrov. Paradójicamente, un icono de la virilidad y el deporte locales se ha manifestado miembro del colectivo más repudiado. Tras descubrirse su condición de gay, su hermano prometió acabar con él y huyó a Bélgica. El refugiado, que ha perdido la voz, recibe audios de su madre asegurándole que no le pasará nada. «Ellas son utilizadas por la Policía y los suyos para conseguir el regreso de los jóvenes», indica. A menudo, es una trampa. «Un joven de 17 años que ya tenía el visado para ir a Canadá regresó y nunca más supimos de él».
«La Policía revela la condición homosexual de un joven a su familia para que haga el trabajo sucio»
Temor a represalias
El nombre del director es un seudónimo y no puede mostrar su rostro ni siquiera entre nosotros, ante el temor a represalias de la comunidad de expatriados. «Los gais huyen a ciudades grandes como Moscú o San Petersburgo donde puedes pasar desapercibido, pero allí tampoco es fácil porque en Rusia hay leyes que castigan la homosexualidad».
Los más afortunados utilizan dinero y contactos para acceder a los refugios clandestinos de las asociaciones locales de acogida, conseguir documentos y emigrar. Argentina, que no requiere un visado especial, es un destino preferente. «Pero muchos no pueden esperar porque los trámites llevan dos o tres meses y están siendo perseguidos», indica el cineasta. Permanecer en Chechenia es muy peligroso, independientemente de su orientación. «Oficialmente es parte de Rusia, pero existe una ley no escrita que dice que todo el poder radica en el dirigente y que puede hacer lo que quiera», lamenta. «No sólo se persigue al disidente sino incluso a sus vecinos, acusados de no haber denunciado al opositor».
Durante doscientos años, los chechenos se han opuesto al dominio de Moscú. «Antes el enemigo era claro, los rusos y las bombas, ahora las palabras matan y el ejecutor puede ser cualquiera en cualquier sitio», señala. Valerik no se plantea volver a la Federación y su objetivo es seguir haciendo películas para denunciar la terrible situación. «Espero no vivir así para siempre, pero se necesita tiempo para el cambio. Si digo quién soy y muestro mi cara, haré una película, pero no más», advierte el participante en Zinegoak.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión