Crítica de 'Mediterráneo' (DVD): Con los brazos abiertos

El polifacético actor catalán Eduard Fernández se convierte aquí en Óscar Campos, fundador de la organización socorrista Open Arms. Admirable personaje, que en su día se desplazó hasta la isla griega de Lesbos, con la intención de evitar que muchos inmigrantes perezcan en pleno Mare Nostrum. 'Mediterráneo' se convierte así en una dolorosa tragedia contemporánea, que a nadie debería dejar indiferente, filmada con estética semidocumental por Marcel Barrena (autor asimismo de 'Cuatro estaciones', 2010), en estrecha colaboración con el singular camarógrafo bilbaíno Kiko de la Rica, premio Goya a la mejor dirección de fotografía en 2022.

Es posible que el crítico esté hastiado de tanta brutalidad y griterío. Es posible que aparte de poder usarse para denunciar, el cine esté, además, para celebrar. Para valorar el esfuerzo titánico de hombres y mujeres que se sacrifican por los demás, como es el caso de 'Mediterráneo'. Hasta el punto de lograr aferrarnos a unas imágenes verdaderas, centradas en el rescate de miles de refugiados. Aquí vemos el mar, cuando el viento sopla sobre la soledad del piélago infinito y contemplamos sobrecogidos pasar la vida como un reguero sobre el balanceo de las olas, en las que se agitan despavoridos seres humanos en busca de refugio, en pos de una vida más libre y mejor.

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