Crítica de 'Nosferatu' (2024): Yo soy el Apetito
Sentenciar como han sentenciado unos cuantos que esta revisitación, esta reinterpretación, esta construcción-deconstrucción-reconstrucción que el director de 'El faro' y 'El hombre del ... Norte' hace del mito eterno del vampiro no añade nada ni renueva lo más mínimo las propuestas de Stoker, Murnau, Browning, Melford, Herzog, Kathryn Bigelow, Ana Lily Armipour o Coppola. Es como, si se me permite la bravuconada, la baladronada y la blasfemia, preguntara a santo de qué tuvo que pintar Picasso el 'Guernica' si Goya ya había hecho lo propio con 'Los fusilamientos del 3 de mayo'
Nosferatu
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EE UU. 2024. 132 m. (16). Terror.
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Director: Robert Eggers.
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Intérpretes: Lily-Rose Depp, Bill Skarsgard, Aaron Taylor-Johnson, Nicholas Hoult, Willem Dafoe.
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Fotografía: Jarin Blaschke.
El Nosferatu del realizador de 'La bruja' es impío con todos y contra todos. Brutal. Sexualmente ilimitado. Sensualmente obsceno. Mitológicamente atroz. Cinematográficamente portentosa (diseño de producción, dirección de fotografía, dirección de arte, sonido...), está rodada donde los amantes del Vampiro y temerosos siervos del conde Orlok soñamos que alguien lo haría alguna vez, en el Castillo de Hunyad en Transilvania (se supone que allí estuvo preso Vlad El Empalador), en el castillo de Pernštejn en Moravia y en la ciudad hanseática de Lübeck.
Inquietante. Poética. Va más allá del Bien y del Mal. El No-Muerto es un espíritu horrendo, letal, hecatómbico, antiguo como el Universo, a quien el deseo de la protagonista (magnífico el abordaje del guion de la sexualidad femenina, considerada histeria en el XIX) ha traído a la vida-no vida. Solo cuando ambos hayan sido saciados la Muerte abandonará junto a sus ratas pestíferas la población que ha diezmado.
En el fondo es un filme repulsivo. Salvaje. Profundo. Pandémico. Febril. En su V.O, el acento del que Skarsgård dota a su Monstruosidad (mayúsculas) suena fascinantemente aterrador y sugerente.
Yo diría que 132 minutos después de su estreno en nuestras pantallas el día de Navidad era ya cine clásico.
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