Expertos de la UPV ponen dimensiones y edad a la Gran Mancha Roja de Júpiter
Es un enorme anticiclón «como el de las Azores» en cuya periferia los vientos circulan a 450 kilómetros por hora que se formó, según sus cálculos, hace 190 años
Uno de los datos que se suelen recordar de las clases de ciencia del colegio es que Júpiter es el planeta más grande del sistema ... solar. Sus dimensiones son colosales: en su interior cabrían 1.300 tierras, su diámetro es 318 veces mayor que el de nuestro planeta y su masa es tan enorme que si se juntaran las masas del resto de planetas del sistema solar en uno solo, la del gigante seguiría siendo unas 2,5 veces mayor. Además de su tamaño, hay otra característica que le hace muy reconocible: la llamada Gran Mancha Roja, un gran anticiclón en su hemisferio sur visible incluso con pequeños telescopios. Expertos de la Universidad del País Vasco han participado en un estudio que ha determinado tanto sus dimensiones como su edad y formación. «Actualmente tiene el diámetro de la Tierra y se formó hace 190 años», explica Agustín Sánchez-Lavega, catedrático de Física de la UPV/EHU que ha liderado el trabajo, publicado en la revista 'Geophysical Research Letters'.
Publicidad
La Gran Mancha Roja -GRS, por sus siglas en inglés- es un enorme anticiclón «como el de las Azores» en cuya periferia los vientos circulan a 450 kilómetros por hora. «Es el vórtice más grande y longevo de todos los existentes en las atmósferas de los planetas del sistema solar», añade el experto de la universidad vasca. El estudio, que comenzó antes de la pandemia, ha tenido una doble vertiente. De un lado, de indagación histórica, recopilando los dibujos y fotografías que se tienen de este vórtice. «Ha sido un trabajo muy bonito», reconoce Lavega. Y, de otro, las simulaciones informáticas para describir cómo se formó.
Las primeras observaciones datan de 1665, cuando el astrónomo italofrancés Giovanni Domenico Cassini descubrió un «óvalo oscuro» que bautizó como 'Mancha Permanente' (PS, en sus iniciales en inglés). Su rastro se perdió durante 118 años hasta que en 1831 volvió a detectarse en la misma latitud donde se encuentra en la actualidad. «Puede considerarse como la primera observación de la Gran Mancha Roja actual, quizás del momento en que comenzó a formarse. De las medidas de tamaños y movimientos deducimos que es altamente improbable que la actual fuese la observada por Cassini. Probablemente esta última desapareció en algún momento entre mediados de los siglos XVIII y XIX». Esto implicaría que tiene al menos 190 años de edad.
Las teorías sobre su formación
Su tamaño desde 1879 hasta la actualidad ha ido menguando. Se sabe que en la primera fecha medía 39.000 kilómetros en su eje más largo frente a los 14.000 kilómetros que tiene ahora. Además, su forma se ha ido redondeando. Gracias a la misión Juno de la NASA se sabe que verticalmente se extiende unos 500 kilómetros, «por lo que es poco profunda y delgada comparada con su extensión».
Publicidad
Aunque se trate de un anticiclón como el de las Azores a una escala gigantesca, su formación no es la misma. Tres son la teorías que han manejado junto a expertos de la Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech (UPC) y del Barcelona Supercomputing Center y que han simulado en el superordenador MareNostrum IV, uno de los más potentes del país. La primera es que «fuera el resultado de una supertormenta semejante a las que raras veces se han observado en Saturno, pero daría lugar a un anticiclón más pequeño que la gran mancha. La segunda aborda la opción de que se habría originado por la fusión de varios anticiclones más pequeños, »algo que no se ha observado en Júpiter«.
La tercera explicación, la más plausible, es que se generó por una inestabilidad bien conocida de los vientos en Júpiter, que «sería capaz de engendrar una célula alargada que los encierra y atrapa. La gran mancha está enmarcada tanto al norte como al sur por sendas grandes corrientes de vientos de 180 km/h una y 150 km/h la otra que circulan en direcciones opuestas. En ocasiones, estas se curvan y la del norte baja hacia el sur, y esta sigue el camino contrario. Se formaría así esta célula, que sería una proto-GRS, una mancha roja naciente, cuyo posterior encogimiento daría lugar a la GRS compacta y rápidamente rotante que se observa a finales del siglo XIX».
Publicidad
Lo que queda por saber es la razón del encogimiento en los últimos 150 años y si acabará desapareciendo al alcanzar un tamaño límite, tal y como pudo ocurrirle a la mancha detectada por Cassini, o perdurará en el tiempo.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión