Un astrofísico de la UPV/EHU participa en el descubrimiento de la galaxia enana más lejana detectada hasta ahora
«Es una de las primeras que se formaron, solo 500 millones de años después del Big Bang, cuando el volumen del universo era unas mil veces menor que el actual», explica Tom Broadhurst, profesor de Ikerbasque y asociado al Donostia International Physics Center
Cada vez que los astrofísicos miran al cielo, su mirada puede centrarse tanto en el presente como en el pasado más remoto. Pueden investigar las condiciones actuales de Marte, Venus o Júpiter, pero también pueden indagar en el pasado más remoto del Sistema Solar y del Universo. Esto último es lo que ha hecho un equipo internacional del que ha formado parte el astrónomo Tom Broadhurst, profesor de Ikerbasque de la UPV/EHU desde 2010 y asociado al Donostia International Physics Center. Y han descubierto la galaxia enana más lejana detectada hasta ahora. «Esta galaxia pequeña y de muy baja luminosidad es una de las primeras que se formaron, solo 500 millones de años después del Big Bang, cuando el volumen del universo era unas mil veces menor que el actual», explica el experto.
Una galaxia enana está compuesta por varios millones de estrellas en contraposición a las galaxias 'normales', que tienen cientos de miles de millones, y las 'gigantes', en las que la cifra se dispara todavía más, hasta los billones. Gracias al Telescopio Espacial James Webb, los científicos han podido estudiar estrellas y galaxias en el universo lejano a través de lentes gravitacionales, un método que utiliza objetos masivos, como cúmulos de galaxias, que magnifican en luminosidad y tamaño los objetos que se encuentran detrás. Según las mediciones realizadas, la galaxia enana que han encontrado está a 13.200 millones de años luz y tiene muy baja luminosidad.
«No era nuestro objetivo principal, pero afortunadamente apareció en las imágenes obtenidas con el James Webb, por lo que decidimos añadirla a nuestra lista de objetivos para una espectroscopía de seguimiento», explica el experto de la UPV/EHU. Y gracias a este golpe de suerte han concluido que «es muy posible que este tipo de galaxia enana y poco luminosa sea típica de las primeras galaxias que se formaron en el universo primitivo, en lugar de galaxias más brillantes como afirman otros grupos que no utilizan lentes gravitacionales», añade el científico. Estas galaxias se fueron fusionando por gravedad mutua hasta formar galaxias mucho mayores como la Vía Láctea, donde se encuentra el Sistema Solar.
El profesor Broadhurst ya participó el año pasado en otro hallazgo relevante. En colaboración con otro equipo internacional, descubrió la estrella más lejana que ha podido ser observada. Se formó hace tan solo 900 millones de años después del Big Bang y ya no existe pero su brillo llegó desde una distancia de 12.900 millones de años luz, poco menos que la galaxia enana encontrada ahora. La llamaron Eärendel en homenaje al poema 'El viaje de Eärendel, la estrella vespertina', escrito en 1914 por John R. R. Tolkien, autor de 'El señor de los anillos'. En el anterior récord también participó este experto. Descubierta en 2018, aquella estrella, bautizada con el nombre de Ícaro, estaba a 9.000 millones de años luz.