Dice Juan Ignacio Pérez (Salamanca, 1960) que tienen razón los que le definen como un hombre reflexivo. «Escucho mucho y necesito tiempo para procesarlo. Me ... pienso mucho las respuestas y en ocasiones da la impresión de que responderé de forma negativa, pero no es así. Es solo que lo estoy pensando». Sin embargo, cuando el lehendakari le llamó para plantearle la posibilidad de ponerse al frente del nuevo departamento de Ciencias, Universidades e Innovación, no necesitó de los dos o tres días que le ofreció para pensarlo. «¡Cómo iba a decir que no si llevo toda la vida dedicado a esto!», exclama el que fuera rector de la UPV/EHU entre 2004 y 2009. A la espera de terminar de perfilar su equipo y de terminar de» acostumbrarse a tener chófer», afronta los próximos cuatros años con «mucho entusiasmo pero también con cautela. No será un camino de rosas».
– El mensaje del lehendakari en la presentación de los nuevos consejeros fue «Atreveos, no tengáis miedo a equivocaros». ¿Se atreverá usted?
– Sí, claro. Me atreveré a hacer algunas cosas que no se han hecho antes. Un departamento como el que dirijo no se crea para seguir haciendo lo mismo. O al menos lo voy a intentar porque este es un puesto que tiene que tener en cuenta, por ejemplo, que las universidades son autónomas. No es un trágala.
–«La investigación en Euskadi es buena, pero puede ser mejor. Si habláramos de fútbol, diríamos que estamos en primera pero debemos aspirar a la Champions». Son palabras de un investigador vasco de primer nivel. ¿Está de acuerdo?
–Sí, totalmente de acuerdo. Yo he utilizado una comparación con el Athletic. En alguna clasificación ha aparecido entre los cien mejores clubes del mundo. Nuestras universidades, con carácter general, no están entre las 100 o 150 mejores a nivel mundial. Algo que parece evidente con el Athletic parece que no lo es tanto con la investigación. Yo creo que sí, que tenemos que aspirar a más y podemos aspirar a más.
–¿Qué hacemos bien?
– Tenemos un sistema eficiente que produce bien en algunas áreas. Hace 50 años no había nada y ahora dedicamos a investigación el 2,2% del PIB, un nivel similar a los países de la UE. Aspiramos a llegar al 3% en 2030.
–¿Qué nos falta?
–El otro día decía Mario Draghi en un informe que a Europa le faltaban varias cosas en materia de innovación. Unas son las investigaciones disruptivas, las que generan verdaderos avances. Debemos poner énfasis en estos aspectos. En nuestro caso podrían ser el área de la cuántica -el Basque Quantum, dentro de la estrategia Ikur- y otras como las biociencias, química o la Estación Marina de Plentzia. La otra es que Europa tiene pocas instituciones de vanguardia real aparte de las dos británicas –Oxford y Cambridge–, alguna de Suiza… En España hay muy buenas universidades. La nuestra pública también.
– La nuestra, la UPV/EHU, está entre las 400 primeras de la lista Shanghai.
– Estamos bien, en un grupo selecto. Pasar de las 500 a las 400 mejores es un mérito grande. Pero me preocupa sacralizar este índice por dos razones. Una es que no informa de muchos aspectos valiosos que aporta la universidad como su impacto social, en la salud y la cultura, en el uso del euskera –el consejero anunció el lunes que aumentará la oferta de materias en lengua vasca–... El otro es el poderío de China. No somos conscientes de la cantidad de universidades chinas que han entrado.
–Dijo en el Parlamento que «se reafirmará el carácter esencial de la UPV/EHU destinándole la financiación que garantice tal condición». Los sindicatos insisten en que está infrafinanciada (531 millones este curso, 36 más que en 2023)?
– Lo que puedo decir es que hay que seguir aumentando la financiación. Algunas de las medidas que vamos a proponer van a suponer un incremento de gasto. ¿En qué medida? Es algo que hay que hablar con los responsables universitarios. Yo me encontré con un déficit del 10%. Como gobierno, tenemos que garantizar la suficiencia pero también apoyar una investigación de calidad y de vanguardia.
– El número de becados ha caído un 15% en solo cuatro años.
– Hay que revisar los umbrales. A lo mejor estamos excluyendo a gente que tenía niveles de renta altos por criterios antiguos y no se ha tenido en cuenta la inflación. Pero tampoco podemos cerrar los ojos a que hay estudiantes que no las aprovechan debidamente. La universidad tiene que ser para todos y seguir siendo un ascensor social pero tampoco podemos hacer matrículas gratis para todos.
– Otro problema es el de la igualdad. Solo el 23% de los catedráticos es mujer.
–El Plan de Igualdad debe servir para acortar la distancia y que se acerque al 50%, es un objetivo para el que merece la pena hacer esfuerzos. Hablé en el Parlamento de cómo computar como méritos a las mujeres y también a los hombres que se hayan dedicado al cuidado de los hijos o de los familiares. Compañeras mías se han cogido un permiso en el embarazo y han estado un año por ejemplo sin producir. Eso incide en su currículum y las coloca en situación de desventaja. No sé si es fácil, pero me genera desasosiego.
– Y la eterna cuestión de la burocracia.
– No sé si tiene solución. Gran parte viene de la normativa estatal, otra depende del Gobierno vasco y otra la genera la propia universidad. Con las becas se ha agilizado su renovación si los estudiantes declaraban que sus condiciones económicas eran las mismas. Ha salido bastante bien.
A la espera de los Presupuestos
– Dice mi compañero de Economía Manu Álvarez que todos los gobiernos son de coalición. De un lado está el responsable de Hacienda y del otro, el resto, que le piden el dinero.
– (Risas) Por mi experiencia como rector, entiendo al consejero de Hacienda. Sé lo difícil que es administrar recursos escasos.
– Anunció a principios de semana su intención de subir un 6% anual en partidas como investigación o las mencionadas becas universitarias.
– Un 6% anual es mucho. Si me dieran el doble de lo que de lo que me van a dar –tendrá que confirmarse cuando se presenten los Presupuestos–, haría muchísimas más cosas. Tengo suficiente imaginación como para utilizar más recursos.
– No se tienen previstos más BERCs o CICs, pero sí un Centro de Estudios Avanzados. El nombre recuerda al instituto donde Einstein pasó las últimas décadas de su vida.
– Creo que necesitamos una institución identificable en el panorama internacional por su nivel de vanguardia. Ya tenemos investigadores punteros en Euskadi. Estoy seguro de que estarían interesados en dar clase en una institución así. Se trata de aprovechar el potencial que ya tenemos. Sería público y debería tener una vinculación con la UPV e Ikerbasque.
–¿Y el dinero?
– No hay nada gratis, pero no le haría un roto a las cuentas del departamento. Ya tenemos a los investigadores. Debemos pensar en proyectos de esta categoría, aspirar a más.
«Los casos de ansiedad en los investigadores no son anecdóticos»
– Ha mostrado su preocupación por el bienestar psicológico de los investigadores.
– Sabemos que hay sistemas científicos en los que el 30% de sus integrantes tienen problemas de ansiedad o depresión. En el caso de los investigadores jóvenes llega al 50%. Esto es un sistema que está enfermo.
– ¿El 'publica o muere'?
– Sí, están sometidos a un exceso de presión y ello lleva a publicar artículos que no son disruptivos, que no suponen avances. Lo he visto de cerca. Me parece importante hacer una revisión crítica de los indicadores de producción científica. Para mí es muy importante, tanto como otras cosas más llamativas como el Centro de Estudios Avanzados. Si somos los primeros, mejor.
–¿Está ocurriendo también en Euskadi?
– Sospecho que sí porque conozco casos y no son anecdóticos en cuanto a número. Analizaremos el problema y cuando sepamos de qué magnitud es, veremos qué podemos hacer.
– La Inteligencia Artificial lo está cambiando todo.
– Tenemos claro que no podemos dejarla de lado, tenemos que apostar por ella, especialmente en todo lo que tiene que ver con el lenguaje, donde la referencia es el centro Hitz, y la salud. Aquí tiene un potencial enorme. Lo estamos tratando todavía de forma muy preliminar con el consejero de Industria y de Sanidad. Es un terreno donde podemos ser muy competitivos internacionalmente.
– ¿Usa Chat GPT?
– No, no me atrae nada.
– ¿Qué hace un consejero de Ciencia haciendo chistes sobre Kafka?
– (Risas). Fue una pura casualidad. Antes de saber que iba a ser consejero me hablaron desde el festival Ja! de una charla sobre Kafka y sobre posibles conferenciantes. Al final lo hice yo. Fui poniendo sus textos y los glosé. Me impresiona mucho el personaje. Recomiendo 'Ante la ley', son solo dos páginas.
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