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Willem Dafoe, en la piel de Vincent Van Gogh.
Willem Dafoe: «Me asombra el ser humano y todo lo que le rodea»

Willem Dafoe: «Me asombra el ser humano y todo lo que le rodea»

Entrevista ·

«Una película es participar de una aventura mientras pretendes ser otra persona», dice el actor, que se transmuta en Van Gogh en su último filme

María Estévez

Los Ángeles

Jueves, 28 de febrero 2019

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'Van Gogh. A las puertas de la eternidad' es otro excelente ejercicio de interpretación de Willem Dafoe (Appleton, EE UU, 1955). Cuesta entender que Rami Malek cuente ya con su estatuilla, mientras Dafoe, nominado en cuatro ocasiones, sigue sin ganar ninguna. El actor se mete en la piel del pintor holandés en una narración dirigida por Julián Schnabel. Para crear a Van Gogh, Dafoe estudió Pintura hasta el punto de conseguir imitar el difícil trazo del artista y crear el ritmo necesario para darle vida. Obsesionado con desaparecer dentro de los papeles que representa, el actor reconoce que fue un placer bucear en los archivos de Van Gogh e investigar su personalidad.

–Hace un estudio del pintor en este papel.

–Intento ser un actor que desaparece dentro de sus personajes, aunque siempre exista la barba que te ponen en maquillaje. Yo contribuí a la creación del personaje desde el momento en que leí su biografía. Este filme se inspira en un libro de Steven Naifeh y Gregory White Smith. He intentado concentrarme en la pintura, en el aspecto artístico porque esa era en realidad la conexión que le daba vida.

–¿Cómo es su relación con Julian Schnabel?

–Los dos vivimos en Nueva York, somos amigos. Tenemos una relación cercana. Cuando me preguntó si quería interpretar la película, no lo dudé porque sabía que estaba en buenas manos.

–El filme entra, desde una perspectiva artística, en el aspecto psicológico del personaje.

–No huimos de sus problemas, de sus episodios de locura que alimentaron su arte. Nos hemos concentrado en esa unión entre su trabajo y la naturaleza. En el poder de la naturaleza en su pintura que, al mismo tiempo, es parte de esa locura. No es un accidente que pintara en círculos.

–¿Le gusta el mundo de la pintura?

–Pretendo que me guste todo. No soy un experto si es eso lo que me preguntas. Disfruto viendo exposiciones, pero no me considero un entendido.

–Ha sorprendido la humanidad que emana su personaje.

–Abrazo a mis personajes con la misma fuerza porque hay algo humano en todos ellos. Uno no sabe lo que va a surgir de ningún personaje hasta que llega al rodaje y lo interpreta.

–Usted ha representado en el cine personajes icónicos, en 'Platoon, 'Nacido el 4 de julio' o 'La última tentación de Cristo'. ¿Mantiene la misma energía para cada proyecto?

–Sin duda. Como actor busco experiencias. Es maravilloso participar en una producción modesta que me permite contactar con la realidad. Una película es simplemente vivir la vida, participar de una aventura mientras pretendes ser otra persona.

–¿Mejora como actor con cada proyecto?

–Uno espera que sea así.

–¿Piensa en su legado a la hora de elegir proyectos?

–No, me gusta trabajar junto a artistas que me provocan mientras contamos una historia particular. A veces, es interesante rodar una película comercial porque te permite ejercitar otro tipo de musculo. Es un juguete distinto que requiere otro tipo de mentalidad. Generalmente, tiendo a buscar proyectos más personales. No soy un producto que se vende, soy un actor que se transforma, esa es la gran diferencia.

–Pero se prodiga poco en la pantalla.

–Porque cada película debe ser especial. Espero y deseo haber conseguido que todas mis películas tengan algo diferente.

–¿Siente que ha alcanzado lo que deseaba cuando empezó?

–Sigo persiguiendo mi carrera. Entiendo que ser actor se parece al sentimiento de despertarse por la mañana en un lugar desconocido. Es algo que te mantiene alerta, aprendiendo de lo que ves a tu alrededor. Me asombra el ser humano y todo lo que le rodea.

–¿Y qué le sorprende más del ser humano' ¿Qué aprecia más?

–La amabilidad. Me maravilla cuando la gente es amable y se comporta con educación. Vivo obsesionado con cómo estamos perdiendo contacto unos con otros en este mundo moderno. Toda esta tecnología, la forma en que recibimos información, cómo votamos... nos está separando, estamos perdiendo contacto físico.

–Otra vez nominado a un Oscar, aunque no lo haya ganado.

–Es algo maravilloso y me permite recordarle a mucha gente que todavía no estoy muerto.

–Habla con cierta frustración hacia la industria. ¿Se ha sentido olvidado?

–Cuando eres joven intentas encontrar tu camino en el mundo, tu identidad. Ahora me siento cómodo, no contento ni acabado. Digamos que soy más flexible. Quiero llegar a ese punto en el que no deba sentir ningún temor ante cualquier tipo de situación. Creo que no lo lograré nunca.

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