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Yahaira y Sebastián han abierto una pastelería-heladería en el Casco Viejo. Maika Salguero

Yahaira y Sebastián, la pareja vasco-argentina que fusiona repostería y helados en su nuevo local de Bilbao

Estos emprendedores han abierto en la Plaza Santiago del Casco Viejo un establecimiento donde conviven helados artesanos de triple pistacho o flor de violeta con cookies neoyorkinas y 'cinnamon rolls'

Silvia Andrés

Viernes, 29 de agosto 2025, 18:48

La historia de Musua comienza mucho antes de que Yahaira y Sebastián levantaran la persiana, el pasado 10 de agosto, de su pastelería-heladería ubicada en el número 3 de la Plaza Santiago, en el corazón del Casco Viejo. Fue hace ya casi una década cuando Sebastián llegó de Buenos Aires con la intención de pasar una temporada en Bilbao. El destino tenía otros planes: conoció a Yahaira, bilbaína de Irala; se enamoraron y decidió quedarse. Desde entonces comparten vida, ilusiones y, desde hace poco, también un sueño hecho negocio. A esa ecuación se ha sumado Haizea, su bebé de apenas seis meses, convertida en la verdadera inspiración del proyecto. «El logo, el nombre, la estética… todo tiene un poco de ella. Musua significa 'beso' en euskera, y es lo que queremos transmitir: algo dulce, tierno y cercano», explica.

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La idea de abrir un negocio surgió de manera natural. Aunque hasta ahora se había dedicado al marketing, a Yahaira siempre le ha gustado la repostería, mientras que Sebastián, cocinero de profesión, ha sentido auténtica pasión por los helados desde que tiene memoria. «Un día nos dimos cuenta de que por aquí no había ninguna propuesta que uniera ambas ideas y pensamos: ¿por qué no lo hacemos nosotros? Teníamos las ganas y la ilusión», recuerda ella. Antes de lanzarse, estos emprendedores treintañeros recorrieron buena parte de Euskadi en busca del mejor helado posible. Lo encontraron en un obrador artesanal de Iparralde, con quien hoy trabajan codo con codo.

Maika Salguero

La idea de abrir un negocio surgió de manera natural. Aunque hasta ahora se había dedicado al marketing, a Yahaira siempre le atrajo la repostería, mientras que Sebastián, cocinero de profesión, siente auténtica pasión por los helados desde que tiene memoria. «Un día nos dimos cuenta de que por aquí no había ninguna propuesta que uniera ambas ideas y pensamos: '¿por qué no lo hacemos nosotros?' Teníamos las ganas y la ilusión», recuerda ella. Antes de lanzarse, estos emprendedores treintañeros recorrieron buena parte de Euskadi en busca del mejor helado posible. Lo encontraron en un obrador artesanal de Iparralde, con el que hoy trabajan codo con codo.

Maika Salguero

Su filosofía es clara: calidad antes que cantidad. Por eso han optado por una carta de unos quince sabores muy cuidados, que combinan clásicos con propuestas más atrevidas. «Entre los favoritos de la clientela están el triple pistacho; el mango, con un 80% de fruta que le aporta un sabor intenso y auténtico; el nutelloso -chocolate con avellana- y el vainilla con cookies», detalla Yahaira. También han querido arriesgar con opciones diferentes, como el helado de lotus o el de flor de violeta, de un tono lila llamativo y un sabor floral que divide opiniones: «o lo amas o lo odias», comentan entre risas.

Maika Salguero

Obrador propio

Musua, sin embargo, no es solo una heladería. La idea de esta pareja es centrarse sobre todo en la repostería, especialmente cuando cuenten con su propio obrador, que esperan tener en breve. Mientras tanto, en su vitrina ya se pueden encontrar cookies al estilo neoyorquino y, muy pronto, tartas de queso, bizcochos caseros y pastelitos típicos de Bilbao. También incorporarán 'cinnamon rolls' en distintas versiones, tanto dulces como saladas: un producto que adoran y que quieren convertir en el más destacado de su oferta. «Queremos ofrecer algo que sorprenda y aporte frescura a la propuesta local. Cuando tengamos nuestro propio obrador ampliaremos las opciones con creaciones muy personales», adelantan.

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Maika Salguero

Aunque todavía es pronto para hacer balance, las sensaciones de Yahaira y Sebastián son muy positivas. «Hemos tenido una acogida muy buena. Todos los que pasan por aquí nos dicen que los helados tienen un sabor sorprendente y que se nota muchísimo que no son industriales», celebra Yahaira. La clientela es variada, algo que les sorprende cada día. Pensaban que sería un negocio muy ligado al turismo, pero la realidad es que se reparte casi al cincuenta por ciento entre visitantes y vecinos. Franceses, italianos y turistas de distintas regiones de España llegan atraídos por los colores y sabores de Musua, mientras que la gente del barrio se ha convertido en su base más fiel.

Ese vínculo con el Casco Viejo es fundamental para ellos. Yahaira creció en Irala y siempre ha valorado el comercio local, el movimiento constante de sus calles y esa vida de barrio que todavía resiste. «Aunque vivimos en Bilbao La Vieja, hacemos mucha vida en el Casco. Nos gusta la idea de que Musua sea un pequeño refugio, un sitio bonito donde apetezca quedarse un rato. Toda la decoración, la estética y el concepto los hemos desarrollado nosotros, con mucho mimo. Queríamos que reflejara quiénes somos. Musua es, al final, nuestro beso más dulce para Bilbao. Y queremos compartirlo con todo el que entre por la puerta», concluyen.

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