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Abre en Bilbao la tienda para perros «más bonita de España»
Mascot La Boutique es una recién llegada en el barrio de Indautxu, pero sus coquetos collares, sus llamativos abrigos y su servicio de peluquería ha conquistado ya a muchos peludos y sus dueños
Txiki mira a través de la cristalera. Está de pie, muy estirada, bien puesta. Afuera está Natxo, su dueño. Rita es una pomerania muy coqueta de nueve años. Le gusta que Mirari la peine y se ve que lo hace con mimo, sin tirones. «Es que esto es como nuestro pelo», explica. A su lado, Rita, la otra pomerania de Natxo, espera su turno paciente. Son una pareja adorable. Parecen peluches, pero de los chic.
Como chic es también Mascot La Boutique, el negocio que montaron Diego Bareño, su mujer Lorena Fernández y su cuñada, Cristina, hace seis meses en Bilbao. «Queríamos algo diferente», explica él. Y lo han logrado. Quien pasea por la calle Estraunza se queda mirando a través de sus grandes cristaleras, porque no es una tienda de perros normal, es «otra cosa».
Cuando un cliente entra se encuentra con un local acogedor repleto de productos de lo más originales. Correas de algodón trenzado, bolsitas de piel, chubasqueros de colores, jerséis de ochos en lana merina, bolsas de transporte coloridas, camas que dan ganas de echarse la siesta hasta a un humano... Y un servicio de peluquería con mucho amor a cargo de Mirari y de su ayudante, Uzuri. «Yo llevaba quince años en otro sitio y me cambié», admite Natxo, señal de la buena mano que tienen en Mascot.
Un chéster y un buen café
«Todo empezó cuando Rufus llegó a nuestra casa», explica Bareño. Es su perro, al que le gusta tener siempre arreglado y con un punto elegante y moderno, «pues como vamos nosotros», ríe. Tocaba darle el primer corte de pelo y buscando un profesional se les ocurrió montar el negocio. Pero no querían una tienda al uso, querían ofrecer «algo más», con cierta sofisticación y trato familiar. «La idea fue de Lorena», admite. Y se atrevieron a dar el paso.
«Sabíamos que no siempre las buenas ideas funcionan, pero estábamos convencidos». Para ello, echaron mano de todos los recursos que tenían a su disposición y que, por cierto, nada tenían que ver con el mundo peludo: él trabaja en banca y ella es directora de compras en una empresa química. Se lanzaron y han logrado montar un negocio que recibe a los clientes casi con una alfombra roja.
- Les falta el café
- No te creas, lo tenemos tras la puerta del almacén... Lo mismo ponemos la cafetera al lado del sofá.
Se trata de un chester en marrón oscuro con cojines de, cómo no, perros al más puro estilo inglés. «Aunque lo que más llama la atención son las cabezas», explica Delia, que se encarga de la parte de la boutique. Se refiere a una pared que domina el interior donde cuelgan cinco cabezas de diferentes razas hechas en peluche y ataviados con todo tipo de complementos. Una parece la del Sherlock Holmes perruno de la serie de dibujos animados creada por Hayao Miyazaki y Kyosuke Mikuriya, un clásico de los ochenta que conocerán si tienen ya una edad.
Atracción para turistas
Es de llamar la atención. «Este verano entró una turista extranjera solo para hacer fotos», admite Delia. Le dijo que no había visto una tienda así nunca. Y no ha sido la única persona que ha entrado a curiosear movida por el buen gusto en la decoración y por los coloridos collares que reclaman dueño desde una cálida estantería de madera. «Es la tienda más bonita de perros de toda España», les felicitaron también desde la marca de mobiliario Artero, especializados precisamente en peluquería canina, cuando les trajeron la mesa donde ahora Mirari atiende a Txiki y Rita.
Estos días, todos miran un poco al termómetro porque tienen la nueva temporada de abrigos 'calentita'. Hay un chubasquero amarillo, con el interior a rayas blancas y azul marino, que llama la atención. «A veces parecen prendas de bebé». Y un 'barbour' en color verde kaki ideal. «Aunque lo que más triunfa en este momento es un minúsculo bolso de piel donde meter las bolsitas para recoger las necesidades del animal.
- ¿Cómo visten los perros de Bilbao?
- Sobrios y elegantes.
A los clientes de Mascot no les gusta tampoco hacerles grandes virguerías en el pelo a sus animales de compañía. «Lo más que nos piden es alguna coletita con lazo, pero no te creas que hay muchos que la lleven», matiza Mirari, que se acuerda hasta de su primer cliente. «Rocco, un 'bulldog' inglés precioso». Y de buen tamaño, por cierto.
A todos los canes que entran por la puerta de la tienda les saludan por el nombre, son casi familia. El más veterano era un caniche de 17 años del que se tuvieron que despedir hace poco. Lo dicen con un nudo en la garganta. Ahora, tienen una remesa de clientes de tres meses preciosos que les hacen brillar los ojos: «Hay un montón de cachorros en la zona».
Y es que de momento han conseguido uno de los objetivos que Bareño quería: que la tienda fuera 'de barrio', para los que viven en él o para quienes se acercan a hacer los recados. No son ninguna guardería, pero hay quien les deja a su mascota en la peluquería y se va a hacer compras. «Un servicio completo son dos horas», así que tiempo tiene de sobra. Y en Mascot el animal se va a sentir como en casa. No hay más que ver a Rita en el sofá.
