La Policía detecta la ocupación ilegal de 12 viviendas en San Francisco en los dos últimos años
El PP pide la identificación y cierre de los narcopisos en el barrio y el pleno aprueba finalmente una propuesta para seguir luchando contra el narcotráfico en toda la ciudad
La seguridad ha centrado parte del debate del pleno de este jueves a la mañana en el Ayuntamiento de Bilbao. El PP ha solicitado la ... identificación y cierre de narcopisos en el barrio de San Francisco, aunque, finalmente, la Corporación ha aprobado una enmienda de PNV y PSE para instar a la Junta de Gobierno a seguir trabajando en la lucha contra el narcotráfico en todos los puntos de la ciudad. «La realidad es que 8 meses después de la forma del Pacto por la Seguridad, los delitos han crecido un 8% en Bilbao y un 18% en esta zona», ha criticado el concejal popular Óscar Fernández Monroy, que ha denunciado la ubicación exacta de, al menos, cinco narcopisos «en activo» en el barrio señalados por los vecinos, por lo que el concejal de Seguridad, Tomás del Hierro, le ha acusado de «estar bordeando el delito». Entre 2017 y 2018 se han recogido 12 denuncias por ocupación ilegal de pisos en el barrio, sin que tengan relación con narcopisos, según Del Hierro, aunque la droga «pone en riesgo la regeneración urbanística y social y un problema denunciado por los vecinos», aseguró Fernández. Después, Del Hierro ha defendido la preocupación que existe ante este fenómeno y las diferentes normativas que lo castigan, lo que produce «dudas» a los agentes. El Departamento ha iniciado una campaña con consejos para evitar la ocupación de viviendas.
El portavoz de Goazen Bilbao, Samir Ladhou, ha expuesto que «la mejora en el barrio no pasa únicamente por aumentar el número de agentes de Policía o la instalación de videovigilancia. Estas medidas pueden ayudar, pero hasta que no acometan una intervención integral en el barrio, lo que hagan no serán más que parches. San Francisco necesita una intervención urbanística y social que ayude a las personas en riesgo de exclusión que residen allí y unas políticas de inserción que dejen de convertir la zona en un gueto», ha defendido. Carmen Muñoz, la portavoz de UdalBerri, se ha expresado en los mismos términos y ha asegurado que «la problemática supera con creces la intervención policial, porque se cierra un piso y se abre otro».
Desde la coalición abertzale, Izaskun Guarrotxena considera necesarias «diferentes medidas para solucionar lo que ocurre en el barrio. Aunque no estamos de acuerdo en que sea un fenómeno de narcopisos, sino de tráfico de drogas. Hacemos nuestra la petición de la Coordinadora de grupos de Bilbao la Vieja. Hay cosas que dicen con las que estamos muy de acuerdo, que estos barrios, los más mestizos de Bilbao, tienen una imagen que se relaciona con la conflictividad y es verdad que sienten un abandono institucional y de intervención pública».
La edil ha solicitado la puesta en marcha del plan Auzokizuna, además de los talleres de seguridad por barrios que van a empezar a funcionar en Rekalde, fruto del Pacto por la Seguridad. Del Hierro ha asegurado que «ahora mismo, los delitos están bajando. Yo soy transparente, cuando suben lo digo y cuando bajan también». Recordó que en 2017 se incautaron 430 kilos hachís en el barrio y otros 450 en París al desmantelar una cédula vinculada.
Mientras, tras el debate de este punto y en una nota prensa, la Asociación de Vecinos de San Francisco Sanfran Auzokideak ha denunciado que tiene diez supuestos 'narcopisos' localizados. Esta asociación ha censurado que el Ayuntamiento trate de «esconder» el «creciente y grave problema de inseguridad» que existe en el barrio, cuyas calles se encuentran «tomadas» por «decenas de delincuentes», que trafican, «acosan a vecinos» y hacen «imposible» la convivencia. De igual forma, ha recordado que el problema de falta de seguridad, «lejos de limitarse al barrio de San Francisco, está extendiéndose por otras zonas de Bilbao» como el Casco Viejo y Abando.
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