Bilbao registra dos atropellos mortales del tranvía en un año con 1.528 accidentes viales

Dos de los óbitos de 2024 se produjeron en incidentes en los que estuvieron involucradas unidades del tranvía. Aunque en su momento se supo de los atropellos, no fue hasta ayer cuando se dieron a conocer ambas muertes. Según los datos facilitados por Arregi, en uno de ellos, un hombre fue arrollado por un convoy a la altura de La Ribera cuando cruzó de acera para reunirse con su familia sin prestar atención al tranvía. En el otro, una turista de 59 años fue golpeada por uno de los vagones en las inmediaciones del Guggenheim. En ambos casos, el atestado elaborado por la Policía Municipal desveló que la responsabilidad del accidente fue del peatón. En este sentido, el Consistorio tiene asumido que la convivencia entre el tranvía y los peatones aún debe mejorar, sobre todo por la parte del viandante, que normalmente no respeta ni el espacio ni la señalización. «Hace falta más labor pedagógica en ese sentido», apuntó la concejala.

La tercera víctima mortal de 2024 en las carreteras bilbaínas fue atropellada por una furgoneta que maniobraba marcha atrás para estacionar. A consecuencia del impacto, el peatón se calló y su cabeza golpeó contra el suelo. El cuarto fallecido fue un conductor que se estrelló tras sufrir un infarto al volante y murió días después en el hospital.

Estos cuatro fallecimientos elevan hasta 16 las personas muertas en las carreteras de Bilbao en el último lustro. De ellas trece por atropellos, que siguen siendo los incidentes con mayores consecuencias. En 2024 se registraron 147 –35 más que el ejercicio anterior–, con 127 heridos leves, 19 graves y tres fallecidos. «Las principales causas son que el conductor no respete el paso de peatones, la irrupción del viandante en la calzada o que cruce el semáforo en rojo y las distracciones al volante», detalló la concejala.

El balance general de lo ocurrido en los viales de titularidad municipal, no obstante, sí aporta ciertos datos esperanzadores. por ejemplo, los 1.528 siniestros contabilizados, la cifra más baja en una década –salvo los ejercicios condicionados por la pandemia–. Un guarismo que confirma la tendencia de los últimos años, en los que la siniestralidad mantiene una caída constante, impulsada por la activación del límite a 30 km/h en toda la urbe. «A menos velocidad, menos accidentes», explicó gráficamente Ion Garnika, subcomisario de Seguridad Vial de la Policía Municipal. También fue positivo con respecto al año anterior el número de accidentes, un total de 520, con personas heridas: 611 de las que51 fueron graves.

Otro de los datos relevantes del informe presentado ayer hace referencia a los controles de alcohol y drogas. Los agentes de la Guardia Urbana realizaron a lo largo de 2024 un total de 157, sobre todo los fines de semana y en Aste Nagusia y Navidad. En cada uno de ellos practicaron, de media, una docena de pruebas en las que dieron positivo 45 conductores por haber bebido y 14 por haberse drogado.

De todas las actuaciones que realizó la Policía local, un total de 188 fueron remitidas al Juzgado de Guardia para la celebración de un juicio rápido y 103 conductores fueron arrestados e imputados. El análisis de todas las cifras recopiladas por los agentes también permite extraer datos estadísticos que revelan ciertas tendencias.

Por ejemplo: el día de la semana en el que se registran más accidentes. Son los viernes, seguidos de los martes y los jueves. Por contra, los domingos registran el menor índice de accidentes. Por meses, diciembre fue el peor, con 151 accidentes, seguido de febrero (140) y abril (137). Por contra, mayo con 115 y, lógicamente, agosto con 107, fueron los que menos incidentes de