La reforma de Rodríguez Arias para convertirse en un corredor comercial avanza hasta Doctor Areilza
El Ayuntamiento aprueba la tercera fase de la obra, con un presupuesto de 1,2 millones y un plazo de cinco meses de trabajos
El Ayuntamiento de Bilbao quiere que la calle Rodríguez Arias se convierta en un nuevo corredor comercial que discurra paralelo a Gran Vía y complemente ... al gran eje de referencia con negocios locales, con tiendas más pequeñas y diferentes. Va poco a poco porque esta calle es larga. En una primera fase se actuó entre Alameda Rekalde y la Plaza Campuzano, obra que ya está terminada; en la segunda, que concluirá «en pocas semanas», se ha reformado el tramo entre Elcano y Alameda Rekalde, además de las perpendiculares Telesforo Aranzadi, García Rivero y Máximo Aguirre. Y ahora le toca el turno a la manzana que está entre la plaza Campuzano y Doctor Areilza. No es un tramo muy largo. Unos 140 metros de longitud donde se replicará la estética y funcionalidad de lo ejecutado en los tajos anteriores. Se trata, básicamente, de quitar zonas de aparcamiento para ensanchar aceras y dejar un entorno más bonito.
La junta de gobierno del Ayuntamiento de Bilbao ha aprobado esta mañana tanto el proyecto como la partida presupuestaria de casi 1,2 millones de euros que permitirá ejecutar esta nueva fase, que supone actuar en una espacio de 2.240 metros cuadrados. En estos momentos, dicen desde el Consistorio, «esa superficie se reparte entre un 55,5 % espacio peatonal y un 44,5% tráfico rodado. Una vez finalicen las obras (tienen un plazo de ejecución de cinco meses), la zona peatonal aumentará hasta el 73%».
El objetivo, insisten en el equipo de gobierno, es «continuar con la mejora de este espacio, dotándolo de una renovada imagen urbana, moderna y elegante, con la intención de potenciarlo, en su conjunto, como corredor comercial entre Abando e Indautxu y que complemente a la oferta de Gran Vía».
Se ensancharán aceras a más de cinco metros cada una, reduciendo el espacio destinado al coche, lo que hará perder una decena de plazas de aparcamiento aunque sí se mantendrán dos zonas de carga y descarga. «Y se utilizarán los mismos materiales y mobiliario que en el conjunto del proyecto», evidentemente tratando de evitar el fiasco de las baldosas defectuosas en García Rivero: ahora se está levantando la calle de nuevo porque el trabajo se había hecho mal. «Se renovarán asimismo las redes de servicio y también el arbolado que se adaptará a la nueva sección de la calle».
«El objetivo es crear un nuevo espacio urbano de calidad, donde poder pasear, conversar, descansar y disfrutar de la experiencia del escaparate, siempre en equilibrio y respeto con la vida de los y las vecinas del entorno».
Con la vista puesta en el futuro, se concibe también la obra como un modo de conectar la estación de Abando con la Intermodal y dar salida a los flujos de personas entre ambas infraestructuras, sobre todo, cuando llegue la alta velocidad ferroviaria a Bilbao, momente aún impreciso pero lejano.
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