Telmo Lazkano
Lazkano advierte de que algunas aplicaciones no son «neutras», sino que están «diseñadas» para hacer un uso intensivo
Telmo Lazkano, educador guipuzcoano, es miembro del comité de expertos del Gobierno central para la creación de entornos digitales seguros para la infancia. También está ... detrás, junto con Maitane Ormazabal, del programa ZEOS, extendido ya en varios municipios vascos para dotar a la sociedad de herramientas para hacer frente a los efectos del abuso de las redes sociales. Será uno de los participantes, mañana de 9.30 a 13.30, en los 'Diálogos Interdisciplinares' que acoge la Universidad de Deusto y que organizan el Centro Psicoanalítico del Norte y la Asociación Psicoanalítica de Madrid, que en esta tercera edición llevan por título 'Cómo ser adolescente sin perderse en las redes'.
- Un tercio de los adolescentes pasan seis horas o más al día con el móvil. ¿Qué efectos tiene?
- Todo un abanico, porque muchas veces esas seis horas vienen de dejar de lado aspectos muy activos, muy saludables en su desarrollo, como dormir bien, las relaciones interpersonales, el contacto con la naturaleza, la creatividad, la gestión de las emociones, el deporte...
- ¿En qué momento estaríamos ante un problema?
- Hay tres variables para diagnosticar eso. Por un lado, tenemos que preguntarnos qué sucede cuando no tengo el teléfono cerca; si siento nerviosismo, irritabilidad, malestar... Y también hay que reflexionar sobre qué sucede cuando tengo el móvil a mano. Cada seis o diez minutos de media lo desbloqueamos. ¿Estoy utilizando yo el móvil o estoy siendo utilizado? La otra variable sería ver si tiene más presencia de la que debería en lugares o momentos que no debería estar, como cuando estoy estudiando.
- Los adolescentes también se enfrentan a otros riesgos, como el acoso, el mercado de datos...
- Hay un mundo a la sombra, pero que está ahí y que genera mucho impacto en el mundo real. Pensamos que cuando dejamos un 'smartphone' en manos de nuestro niño le abrimos una puerta al mundo, y lo que hacemos es abrirle al mundo la única puerta que tiene para acceder a nuestro menor. Hablamos de los intereses de estas industrias tecnológicas, de la pornografía, de los pedófilos...
- ¿Cuáles son las aplicaciones que más usan los adolescentes?
- Por lo general, videojuegos que, por desgracia, muchos tienen diseños adictivos y monetizan el juego. Y por otro lado redes sociales: TikTok, Instagram...
- ¿Y las que mayor riesgo representan?
- Yo creo que el mayor riesgo es blanquear la identidad real de estas aplicaciones. Se ha puesto el dilema en usarlo bien o usarlo mal, y eso no es justo. Se pone toda la responsabilidad en el usuario y no es una tecnología neutra.
- ¿No la tiene?
- No estamos enseñando a andar en bicicleta a una persona. Lo que estamos haciendo es ayudar a una persona a que desarrolle capacidades para que pueda entablar una relación saludable con algo que ha sido diseñado para ser altamente adictivo. Y, si no tiene estas capacidades, va a ser controlado por las redes. Por eso no se le puede exigir a un niño de 12 años, que se está desarrollando, hacer un uso responsable de una tecnología adictiva. Todo adolescente, de manera natural, es sumamente impulsivo; antepone los premios a los riesgos. Es muy difícil que anticipe de manera clara las consecuencias a medio-largo plazo de sus acciones.
- ¿En qué consiste ZEOS?
- Lo pusimos en marcha el año pasado a través del Departamento de Salud del Gobierno vasco y este año de los ayuntamientos. En la última década tenemos una relación con el móvil que podemos definir como adictiva y han subido mucho los problemas de salud mental entre menores. Las dos realidades van de la mano en mayor medida de lo que nos gustaría. ZEOS arroja luz sobre esto.
- ¿Qué hacen?
- Empoderar a la comunidad educativa, a las familias, a los profesores y a los menores, que tengan herramientas prácticas para poder equilibrar la balanza y tener una relación saludable con el móvil. Por un lado, se da un conocimiento muy amplio sobre lo que hay detrás de la pantalla y sobre el mundo psicoemocional del menor, y por otro herramientas prácticas que han tenido efectos positivos en diferentes contextos.
- ¿En qué municipios lo han implantado ya?
- Estamos en Durango, Orio, Azpeitia, Mutriku, Markina... Vemos que ayuda mucho a hacer un cambio estructural en el municipio, porque no es un problema de padres o de colegios, es un problema de salud pública al que intentamos responder como sociedad.
- Parte del programa es que están varios días sin móvil. ¿Cómo lo llevan?
- Una de las herramientas prácticas es 'No phone challenge', un proyecto por el que recibimos un premio como mejor materia práctica en adicciones. La primera parte es crear un conocimiento amplio sobre esta temática; en la segunda parte, lo que pasamos a ver es un punto de vista crítico; y la tercera es el reto, que es voluntario. Recogen en un diario cómo están. En los primeros tres días, estar sin móvil suele generar síntomas de abstinencia muy claros, como problemas de conciliar el sueño, nerviosismo... Pero después se sienten mucho más libres, porque han cortado una cadena.
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