El diputado del PP retira la petición de cárcel para los dos periodistas de Vocento
Tras el paso dado por González Medina, sólo falta que la Fiscalía retire sus cargos contra Marcos Moro e Íñigo Noriega para que se archive la causa
Alfonso R. Aldeyturriaga
Domingo, 5 de junio 2016, 00:39
Al diputado asturiano David González Medina le pudo la presión. Hace dos días este periódico llevaba en portada que el PP pedía penas de cárcel, de casi cuatro años, para dos periodistas de Vocento por contar la verdad, por narrar hechos probados, por plasmar negro sobre blanco que el diputado asturiano David González Medina había sido condenado en 2004 por tráfico de drogas y sancionado por consumo de estupefacientes en 2011. Pues bien, el querellante anunció ayer, a través de un comunicado, su firme intención de retirar mañana la querella contra el periodista de El Comercio Marcos Moro y el hoy director de El Diario Montañés Íñigo Noriega, para quienes reclamaba tres años y ocho meses de prisión y el mismo tiempo de inhabilitación por un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos.
«La decisión de presentar la querella fue única y exclusivamente mía y de mi familia, y en esa decisión el Partido Popular no ha tenido nada que ver, por lo que es tremendamente injusto que se vea perjudicado por vincularlo a esta decisión personal», sostiene David González Medina en su comunicado, que va en la línea de lo que anteayer manifestaron tanto el Gobierno como el PP nacional y también ayer mismo la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández.
«Quiso evitar dar explicaciones políticas»
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El exdirector de El Comercio Íñigo Noriega y el periodista Marcos Moro expresaron ayer su satisfacción por la retirada de la querella. «Era una situación insostenible, no solo para nosotros, sino por la vía que se estaba abriendo para la profesión, que dejaba a los periodistas en una situación complicada», asegura Noriega. «Se ha impuesto la cordura y la sensatez. Ahora solo falta que la Fiscalía retire también su petición simbólica de cárcel», agrega Moro.
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Noriega reitera que todo el caso «ha sido un asunto político desde el primer momento». «Quiso evitar dar explicaciones políticas sobre su trayectoria personal convirtiendo esto en una causa penal. Si quiere dedicarse a la política, tiene que rendir cuentas y aceptar el escrutinio público. Pero en lugar de asumir esta cuestión de su biografía, lo que hizo fue intentar amedrentar a los medios de comunicación y judicializar una cuestión política», asegura el actual director de El Diario Montañés.
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Marcos Moro, por su parte, considera que González Medina «ha estado mal asesorado desde el principio». «Con una actitud más transparente y humilde, podía haber explicado sus errores de juventud, como así los llama él, en una oportunidad para relanzar su carrera política. La sociedad valora los ejemplos de superación personal. Pero en lugar de eso, ha querido vengarse y arremeter contra dos periodistas con unas peticiones de cárcel tan desmedidas que acabaron volviéndose en su contra», opina el redactor de El Comercio.
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Noriega y Moro coinciden en resaltar el valor informativo de las noticias publicadas sobre González Medina. «Cuando Medina decide presentarse como candidato a la presidencia del PP de Gijón, su trayectoria personal, que en otras circunstancias pertenecería a un dominio privado, cobra una trascendencia pública. Es en ese momento cuando el periódico busca confirmar esa información y lo hace por numerosas vías», resalta Noriega.
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«No se accedió a esa información por ningún medio ilícito, ni se tuvo acceso al registro de penales ni al registro de sanciones del Ayuntamiento de Gijón. Lo que hubo fue un trabajo periodístico riguroso», reitera Moro. «Con esta querella nos hemos dado cuenta de que la libertad de expresión y de prensa está muy cuestionada», culmina Noriega.
«Nunca he deseado meter a ningún periodista en la cárcel por mucho daño que me haya hecho y tampoco deseo inhabilitar a nadie de su profesión. Eso forma parte de las fórmulas legales empleadas por mi abogado para construir mi defensa, algo para lo que dispuso de plena autonomía. Nunca tuve la intención de vulnerar el derecho a la libertad de prensa, que para mí es fundamental e imprescindible en una democracia. Tan fundamental como el derecho al honor y a la intimidad de los ciudadanos», señala el político popular, quien asegura que con su decisión de retirar la querella busca además no abundar «en el dolor» que las informaciones sobre sus condenas han causado a su familia.
El comunicado de David González Medina llegó a este periódico poco después de que la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, hiciera su primera declaración pública sobre la petición de cárcel del diputado contra dos periodistas por contar hechos probados. «En mi vida se me ocurrió acudir a los tribunales contra un medio de comunicación», dijo de manera contundente Mercedes Fernández, quien trató de desvincular al partido de la decisión del parlamentario asturiano de pedir cárcel para Noriega y Moro. «No es una iniciativa del PP ni es una iniciativa que respalde el PP», comentó la presidenta de los populares asturianos, quien en su afán por separar lo que considera que «es una decisión personal», recordó que «cuando -David González Medina- inició esa andadura ni siquiera tenía un cargo institucional».
En este sentido, cabe recordar que la noticia de que el parlamentario había sido condenado por tráfico de estupefacientes en 2004 y sancionado por consumo en 2011 fue publicada en El Comercio cuando optaba a la presidencia del PP de Gijón, en octubre de 2014, para la que fue elegido en un congreso en el que su candidatura contaba con el respaldo de la dirección regional de la formación y que finalmente un juez anuló. Además, pese a que el riesgo de privacidad de prisión ya es mínimo para los dos periodistas, no puede obviarse la responsabilidad del partido en este asunto, dado que, y según sostiene la Agencia Española de Protección de Datos, aquellos que desarrollan una actividad dentro del ámbito político y público son sujetos «de una mayor exposición de sus datos ante la opinión pública, disminuyendo, a partir de dicha actividad voluntaria, la privacidad de sus datos y sus actuaciones, tanto en su dimensión pública como privada».
Ataque a la prensa
El paso dado ahora por González Medina, cuya petición de cárcel para dos periodistas de Vocento despertó las críticas de profesionales de la comunicación, medios y asociaciones de periodistas, así como de políticos y ciudadanos anónimos, por tratarse de un ataque directo a la libertad de expresión, cede el protagonismo a la Fiscalía. En manos del fiscal Javier Casado queda archivar el caso definitivamente. Una vez que el escrito del diputado asturiano sea registrado en el juzgado, el Ministerio Público tiene la potestad de cerrar la causa o mantenerla de oficio. Lo suyo, dado que la Fiscalía ya rebajó en dos grados la pena y anteayer mismo mostró su disposición a cambiar la pena de cárcel (en su caso de cinco y tres meses) por una multa, es que el caso quede cerrado. Y, así, Marcos Moro e Íñigo Noriega podrán seguir informando en libertad.
