La narcolonja clausurada en San Francisco acumulaba denuncias desde 2009
Los agentes incautaron marihuana a siete personas y detuvieron al presunto vendedor
Golpe al tráfico de drogas en barrio de San Francisco. La Policía Municipal de Bilbao detuvo la tarde de este martes a un presunto ... traficante de 39 años con un amplio historial por delitos contra la salud pública en una lonja del número 11 de la calle Hernani. Además, los agentes -antidrogas y de la inspección de Abando- identificaron a siete personas en posesión de 50 gramos de marihuana. El operativo se desarrolló de forma conjunta con la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, que detuvo a otras dos personas con órdenes de expulsión de España.
La lonja figura como la sede de la asociación Bana Ba Congo, registrada en el año 2008 para «promover y desarrollar los valores del pueblo Congo, su tradición y cultura y potenciar su relación con Euskadi», sin que en su interior hubiera mobiliario que indicara que allí se desarrollaba alguna actividad cultural. En cambio, fue señalada en decenas de ocasiones por los vecinos, que llegaron a recoger firmas contra la venta y consumo de estupefacientes en su interior y en la puerta y los problemas de convivencia que originaba.
El local, de 95 metros cuadrados, pasó a pertencer a Bancaja (ahora Bankia) tras un proceso de ejecución hipotecaria. La entidad comunicó a los vecinos que había iniciado los trámites para desalojarles. Además, la Policía llevaba meses tratando de dar cerrojazo a la actividad. De hecho, es la tercera vez que la Unidad Antidroga solicita al juez el precinto del local, donde ha habido una docena de intervencines policiales en los dos últimos años. Este año identificaron a una decena de personas y el pasado, hubo otras dos detenciones. La última ocasión, los jueces rechazaron el cierre cautelar, según fuentes municipales. Aparte, tramitaron varias de denuncias administrativas por tenencia de estupefacientes, consumo de las mismas y de tabaco en el interior...
Aunque esta lonja no siempre originó conflictos. En un principio, se llenaba de familias con niños que hacían fiestas los domingos, pero con el paso del tiempo el ambiente comenzó a enrarecerrse. «Vendían droga a todo el que la pidiera, incluso a turistas extranjeros, bebían y salían muy colocados, se peleaban entre ellos» y algunos de los habituales tenían una actitud violenta, hasta tal punto de que disuadían a la clientela de los negocios y amenazaban a los vecinos. Visitados por este periódico hace una semana, sus usuarios rechazaron ser «okupas», cargaron contra los vecinos por señalarles y conta este medio por preguntar.
Tercera operación en nueve días
«Aquí la Policía viene todos los días», defendieron, tras referirse a sí mismos como activistas de la citada agrupación congoleña. La de Hernani es la tercera operación contra la droga en San Francisco en nueve días. El martes de la semana pasada, los agentes detuvieron a un hombre de 27 años al que incautaron 100 gramos de hachís, varias bellotas, cogollos de marihuana y 4.140 euros. Era un viejo conocido por la Policía por sus delitos contra la salud pública. El miércoles, otro individuo de 47 años acabó en el calabozo por traficar en su casa, donde hallaron 400 gramos de heroína y cocaína -con un valor de mercado de 25.000 euros- y 4.000 en efectivo.
Los problemas de convivencia en Hernani salieron a colación el último pleno, cuando el édil del PP Óscar Monroy denunció el menudeo en este local y en una docena de «narcopisos». «Según Wikipedia, éstos son los ocupados ilegalmente por traficantes para venta y consumo de crack y heroína», esgrimió el edil de Seguridad, Tomás del Hierro, para agregar que no le constaba que en los pisos denunciados por estar usurpados se realizaran esas actividades. «Esa palabra no se utiliza en el lenguaje policial y a mí, personalmente, no me gusta».
«Mantener el barrio como nido de delincuentes nos pone en riesgo»
La asociación vecinal Sanfran Auzokideak, constituida para colaborar con las instituciones en erradicar la delincuencia en el barrio, ha aplaudido el desalojo de la lonja de la calle Hernani. Los vecinos de la zona, algunos de los cuales forman parte de la recién creada agrupación, llevaban años denunciando que en vez de actividades culturales, tenían que soportar tráfico y consumo de drogas tanto dentro como fuera y continuos gritos y peleas originadas en el exterior del local, donde los usuarios estaban apostados «todo el día». También los perjuicios que ocasionaban a los negocios de las inmediaciones, como huéspedes que se marchaban antes de tiempo o clientes que no regresaban por «miedo». El vecindario del bloque había recibido amenazas de «quemar el edificio», agresiones verbales y físicas...
Algunos incluso se habían atrevido a denunciarles. De hecho, uno de ellos tendrá un juicio en próximas fechas. Los miembros de este colectivo vecinal lamentaron en un comunicado que el «interminable proceso» que ha llevado a las autoridades a echar a estos individuos es una muestra de la «indefensión» que sufren. Y pidieron a las instituciones que se impliquen «realmente» en la regeneración del barrio. «Mantenerlo como un nido de delincuentes pone en riesgo la integridad física de los residentes», añadieron.
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