«Nos planteamos cerrar Bilbao a los coches más contaminantes»

- ¿Ha regresado la normalidad a la movilidad en la ciudad?

- No. Aún tenemos que recuperar bastantes viajeros en el transporte público. Estamos entre un 70% y un 80% de lo que teníamos antes de la pandemia, que es la media de las ciudades españolas. El vehículo privado ha crecido más y está por encima del 90%, pero se ha estabilizado ahí.

- ¿Qué hacer para que la gente deje el coche en casa?

- Seguir concienciando de que el transporte público es una apuesta colectiva, necesaria para vivir sin humos, sin ruidos y sin siniestros. Es seguro y creemos que poco a poco la gente le está perdiendo el miedo. Cuanta más población esté vacunada menos recelos habrá y se irá recuperando.

- También están las restricciones al vehículo privado. Como las zonas de bajas emisiones que prohíben la entrada en ciertos lugares a los vehículos más contaminantes. ¿Qué hará Bilbao?

- Para 2023 tendremos la obligación de tener zonas de bajas emisiones. Estamos realizando un estudio técnico para determinar cómo va a ser y que dé soporte jurídico al asunto. Se conocerá el año que viene.

- Pero ya han avanzado que se plantean todo el centro (Abando e Indautxu) y Zorrozaurre.

- Queremos establecer una zona amplia. Nos estamos planteando incluso que toda la ciudad sea zona de bajas emisiones.

- ¿Toda?

- Es una posibilidad, cerrar el acceso a coches con ciertas características, a los más contaminantes. En Barcelona, por ejemplo, los que no tienen etiqueta ambiental de la DGT (de gasolina matriculados antes de enero del 2001 y diésel anteriores a enero de 2006) no pueden entrar. Queremos además que la zona de bajas emisiones sea financiada con los fondos europeos Next Generation.

- ¿Cómo se gestiona una medida así?

- Con arcos en las 17 entradas de la ciudad que identifiquen a los vehículos que acceden. Si entra alguien que no puede hacerlo por cuestión de emisiones, se le sanciona. Lo que hay que analizar ahora es quién podría entrar o no, en qué condiciones... No queremos que sea ningún freno para la actividad económica ni para la distribución de mercancías.

- Sin embargo, usted ya ha apuntado precisamente a la distribución urbana de mercancías como un gran riesgo para la ciudad.

- Me preocupa mucho. Entre el auge del comercio electrónico y que también les estamos pidiendo a nuestros comerciantes que se digitalicen se está disparando. A eso tenemos que hincarle el diente porque si no vamos a tener un problema serio, la paquetería va a llenar nuestras calles.

- ¿Qué hacer?

- Estamos hablando con el sector de la logística. No puede ser que a una farmacia lleguen cada día ocho repartos, es inaceptable. Tenemos que buscar soluciones juntos. Y desde nuestro ámbito la nueva ordenanza de aparcamientos explorará medidas como que este tipo de transportes pueda parar en cualquier zona OTA durante un tiempo. Preferimos eso a habilitar más espacios de carga y descarga.

- La semipeatonalización de Moyúa, todo un símbolo, se anunció para 2019, luego se pospuso a 2020... ¿Cuándo será?

- Sí, se ha ido aplazando... Está pendiente esa actuación y establecer plataforma única en la zona de Gran Vía desde la plaza Circular hasta Alameda Urquijo (frente a El Corte Inglés). Se trata de dejar esa parte de la calle como la que está frente a la Diputación. Esperamos hacerlo a principios del año que viene. Tanto Gran Vía como Moyúa quedarán sólo para transporte público y a 20 kilómetros por hora.

- 'Bilbao 30' es una referencia internacional. Solo falta que se respeten los 30.

- Nos está mirando la ONU. La OMS (Organización Mundial de la Salud) habla del ejemplo de Bilbao. En cuanto al cumplimiento, estamos en un estudio permanente y mayoritariamente se respeta. Se nota en aspectos como la contaminación acústica, que ha bajado tres decibelios en algunas zonas. Y a quien incumple le está llegando la multa. La Policía Municipal está usando sus radares móviles y antes de fin de año instalaremos radares pedagógicos que nos dirán dónde se incumple más y tomaremos medidas.

- ¿Cuándo llegará la OTA a los barrios? Se había anunciado también para 2019.

- En septiembre vamos a presentar la nueva ordenanza de estacionamientos y el compromiso es que la OTA llegue a San Ignacio y La Peña en el primer trimestre de 2022. Son los barrios en los que, tras pasar la cuestión por los consejos de distrito, los vecinos lo han pedido mayoritariamente. En el resto se implantará a demanda con el mismo procedimiento.

- Hasta hace poco veía a los patinetes como una gran amenaza. Ahora, algo menos. ¿Hay que potenciarlos?

- Sigo diciendo que no es mi elemento preferido. Es movilidad sostenible, no saludable. Pero han llegado para quedarse y es mejor el patinete que el coche. Ya está en vigor, además, el límite de velocidad de 25 km/h y la prohibición de circular por la acera.

- Usted es presidente de la Comisión de Movilidad de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) y negocia asuntos con la DGT. ¿Va a haber más regulación?

- Hay que abordar el asunto del casco, del chaleco reflectante, de un seguro obligatorio... Ya se comercializa un seguro en el que por 30 euros tienes la responsabilidad a terceros cubierta.

- ¿Habrá controles de alcohol y drogas para estos vehículos?

- ¿Por qué no? Los patinetes y también las bicicletas son elementos que participan en la movilidad, y para circular hay que ir en plenas condiciones. Esto lo regularía la DGT y si queremos seguridad vial habrá que ir en esa dirección. Al final, en la legislación básica del Estado van a terminar llegando los controles de drogas y alcohol tanto a las bicis como a los patinetes.

- Su socio de gobierno, el alcalde, no se fía mucho de que el Ejecutivo socialista de Madrid haga el soterramiento de Abando.

- En toda esta polémica alguien no ha entendido bien. Tanto el Gobierno central como el vasco han comprometido el soterramiento, es algo innegociable. Lo que dijo el consejero Iñaki Arriola es que si mientras se hace el soterramiento se termina la 'Y', que la alta velocidad llegue de algún modo a la ciudad de manera provisional. En esta polémica se ha recurrido hasta a Bruselas, cuando lo que habría que hacer es ir a la Gran Vía, al Palacio Foral. Esta es una infraestructura estratégica para el territorio y es muy importante que la Diputación de Bizkaia se vincule, aunque parece estar más interesada en otras para mover coches. No entiendo que en Álava todas las instituciones estén unidas, y aquí no. Además, Bizkaibus tendrá un gran espacio en la futura estación. De lo que se trata es de cohesionar el territorio. Ahí, en la Diputación, hay que buscar la implicación, en vez de crear polémicas con quien ya está implicado.

- Debió haber cierta tensión entre usted y Aburto.

- La tensión política es lógica, somos partidos diferentes. Ni el PSE se ha hecho nacionalista, ni el PNV socialista. Pero seguimos cumpliendo objetivos.