Fin de semana en Burgos con Miguelón

¿Quién no se ha imaginado alguna vez cómo sería la vida hace cientos de miles de años? ¿Quiénes fueron nuestros antepasados y qué aspecto tenían? ¿A qué se dedicaban y cómo sobrevivían? Todas estas preguntas tienen respuesta muy cerca de nosotros, en el Museo de le Evolución Humana y en los yacimientos prehistóricos de Atapuerca, en Burgos. Dos lugares que merecen la pena ser visitados por la cantidad de información que ofrecen, y los numerosos descubrimientos que se han logrado, expuestos y explicados de manera didáctica para mayores y pequeños. Una excursión a estos centros, comunicados entre sí por autobuses lanzadera, es un gran plan para acudir con niños, que podrán disfrutar de las numerosas actividades que el museo ofrece para ellos, para que disfruten mientras aprenden de nuestros antepasados en el centro de interpretación. Además, entre otras muchas cosas, podrán ver cara a cara a Miguelón, un cráneo de un antepasado, el Homo heidelbergensis, que vivió hace medio millón de años y que se llama así en honor a Miguel Induráin.

Los trabajos arqueológicos en Atapuerca comenzaron a dar sus primeros resultados en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se realizaron algunos hallazgos que indicaban la riqueza del lugar. Pero fue en los años 70 y 80 del pasado siglo cuando este conjunto de yacimientos prehistóricos situados en una sierra cercana a la ciudad de Burgos como uno de los más importantes de Europa y del mundo. Por eso, dada su relevancia, desde la Diputación burgalesa se pensó en la necesidad de complementar Atapuerca con un museo donde poder enseñar a los ciudadanos la relevancia de todos los hallazgos y además, convertirlo en un centro de interpretación para explicarlos y situarlos en su contexto.

Así nació el Museo de la Evolución Humana, inaugurado en julio de 2010, que se ha convertido desde entonces en uno de los grandes atractivos de la ciudad. Situado en pleno centro, a escasos cinco minutos de la catedral, se trata de un moderno edificio que proyectó Juan Navarro Baldeweg, que con cuatro plantas ofrece a los visitantes todo un recorrido por la vida en la tierra hace más de medio millón de años.

La web del museo es muy completa y nos explica dentro de la exposición las actividades más interesantes, como el encuentro con el 'Homo antecessor', la Galería de los Homínidos, el proceso que se realiza desde la excavación al laboratorio, el cara a cara con el 'Homo heidelbergensis' conocido como Miguelón, o la reproducción de parte del 'Beagle', el bergantín en el que Charles Darwin viajó a las Islas Galápagos.

Pero los niños tienen un protagonismo especial en este museo. Por eso, en cada una de las plantas hay zonas destinadas a las familias, con actividades prácticas para que puedan participar y realizar una visita de lo más entretenida. En la recepción del Museo puedes pedir el mapa para las visitas en familia y convertirte en el protagonista del Museo, construir tu propio recorrido y encontrar todos los tesoros escondidos.

Así, en la -1, la más baja del recinto, hay tres posibilidades. Los 'yacimientos de la trinchera del ferrocarril', donde se reproduce la emoción de los arqueólogos al encontrar fósiles; 'la sima de los huesos' y 'de la excavación al laboratorio', todas ellas relacionadas con los descubrimientos realizados en Atapuerca.

En la planta 0 hay otras tres opciones destinadas a las familias. 'La teoría de la evolución' tiene que ver con el Beagle y el viaje de Darwin, mientras 'la evolución humana' y 'el cerebro' tienen que ver con actividades sensoriales. En la 1 se explica el descubrimiento del fuego, mientras en la 2 se habla de los ecosistemas de nuestro mundo.

Por si fuera poco, casi todos los días de cada mes se realizan actividades en el museo, para mayores y pequeños, por lo que conviene consultar con antelación cuales se realizan el fin de semana que vayamos a realizar nuestra visita.

Y para complementar el Museo, cada cierto tiempo salen rumbo a Atapuerca autobuses para realizar el recorrido guiado por el yacimiento, una experiencia única en un entorno espectacular. Una última cuestión, para visitar los yacimientos es necesario reservar previamente llamando al 902024246 o escribiendo a reservas@museoevolucionhumana.com.