Las piscinas en azoteas se ponen de moda en Bilbao

Los moradores de los cuatro bloques, emplazados en la calle Monte Elorriaga, están encantados. Aseguran que las disfrutan mucho menos de lo que quisieran, «por el tiempo que tenemos aquí», pero que les merece la pena.

Sin embargo, Bilbao se ha tirado a la piscina. No deja de crecer el número de promotoras que aprovecharán los tejados para incorporar estas infraestructuras. Amenabar rematará las 96 viviendas que levantará en el viejo solar de Panera, junto a las curvas de la avenida de Zumalakarregi, con una piscina 'desbordante'. El vaso, emplazado en la planta 19, tendrá 40 metros cuadrados y reproducirá el 'efecto infinity', idéntico al de muchas piscinas de lujosas mansiones de Los Ángeles. La piscina, encajada en 125 metros cuadrados con hierba artificial, activará un sistema de cloración salina y dispondrá de una espectacular iluminación nocturna sumergida.

El Grupo Arrasate tampoco quiere privar de este plus a los futuros inquilinos de los 166 pisos en el quinto rascacielos que culminará la regeneración urbanística de Garellano. Anboto Dorrea, diseñado por el arquitecto británico Richard Rogers, será en 2023 la torre residencial más alta de Euskadi -120 metros-. En la tercera de sus 36 plantas se habilitará una enorme terraza de casi 1.000 metros cuadrados. Sobre la techumbre del que será el macrocentro comercial de Garellano se acondicionará un edificio al que no le faltará nada: gimnasio, sauna, txoko... y una piscina interior climatizada.

El director comercial de la firma, Fernando Elosua, defiende la idoneidad de piscinas interiores para alargar su uso el máximo tiempo. «La nuestra dispondrá de un recubrimiento lateral de cristal para que los días que salgan buenos la gente pueda bañarse y salir también a tomar el sol a la terraza».

Pese a las inclemencias meteorológicas, cada vez más promotoras colocan el cartel de 'pisos con piscina'. «Estas promociones son mucho más fácil de vender. Es un gancho muy atractivo al que es muy difícil resistirse. A los clientes les encanta presumir de piscina», esgrime.

Asier Loroño, jefe de ventas en Bizkaia de Amenabar, admite que existían «grandes reticencias y mucho miedo inicial entre las comunidades de propietarios» a que los gastos se pudiesen «disparar. Pero para nada son excesivos, porque entre tanto vecinos como son toca a pagar más bien poco». Asegura que pueden suponer en torno a 120 euros anuales. Ninguna de las piletas proyectadas en la ciudad superen el metro y medio de profundidad.

Estas circunstancias han llevado a los promotores a emplazarlas en todo tipo de barrios, lo mismo da en las arterias más céntricas y caras de la villa que en las afueras. La firma madrileña Ibosa, que levantará 38 viviendas de lujo en el inmueble que compró a Kutxabank en el número 1 de Rodríguez Arias, lo transformará en el primer edificio del Ensanche que contará con piscina y solarium. Neinor también reservará las cubiertas de los dos bloques que construirá en Bolueta, situadas en la novena planta, para acondicionar piscinas exteriores con canales de desborde. «Construimos casas pensando en las personas», detallan.

A esta ola se ha sumado la cadena hotelera Axel, dirigida al colectivo LGTBi, que planea su desembarco en el muelle de La Merced. Y también Catalonia, que construye un hotel en el viejo bingo Arizona.