«Es un espacio de convivencia en cuanto sale un rayo de sol»
Roberto San Salvador del Valle, catedrático de la Universidad de Deusto e investigador de cambios sociales y urbanos, asegura que la proliferación de piscinas en ... azoteas se trata de «un fenómeno» con antecedentes muy claros en el mundo latinoamericano y algunas ciudades anglosajonas». «Casi siempre ha estado vinculado a la idea de cierto estatus. De viviendas donde reside gente con cierto nivel económico, social y cultural. Últimamente hay otra variable. En Londres, por ejemplo, se está produciendo lo mismo, pero la climatología ha trasladado estos espacios de convivencia a los sótanos», advierte.
Si bien reconoce el perfil «'cool'» de vecindarios que potencian en las piscinas eventos «elitistas» con la celebración de cócteles y sesiones de DJ», defiende el aspecto «social» de las mismas porque «ayudan a que los vecinos se encuentren». «Yo me inclino claramente -remarca- por aprovechar lo que no dejan de ser tejados sin más para que la comunidad pueda encontrarse en cuanto sale medio rayo de sol o una temperatura un poco agradable y se pueda reunir a charlar, leer, tomar el sol o lo que sea».
San Salvador del Valle asume que el poder adquisitivo marca grandes diferencias. «Siempre va a haber viviendas de mayor caché y precio y comunidades que pueden poner una piscina climatizada o lo que sea, pero no veo mal que se estudiaran fórmulas un poco más democráticas y populares para recuperar el concepto de escalera de toda la vida. Algo muy importante en ciudades como Bilbao donde el espacio público es muy importante y a veces no llega para lo que necesitaríamos de convivencia». En Bilbao han funcionado con «mucho éxito» los áticos, pero ese es un recurso más «individualista».
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