Las parejas de cigüeñas comienzan a volver a Urdaibai

Como en otras tantas especies el cambio climático está modificando las rutinas de muchas aves migratorias. Las 'Ciconia ciconia' son un ejemplo. Edorta Unamuno, biólogo del centro Urdaibai Bird Center, explica que los machos que anidan en esta zona son muy territoriales y que en los últimos años han decidido quedarse a pasar el invierno en la Reserva de la Biosfera. No así las hembras. «Cuentan buen plumaje para aguantar el frío. Pero con la subida de las temperaturas ahora disponen también de comida para esos meses y ya no emigran», indica. Desde hace unos días el Romeo de Arteaga vuelve a estar acompañado de su Julieta.

La pareja tiene su nido en un poste situado cerca de la iglesia de Kortezubi. Este no ha sido su primer hogar desde que optaron por criar en Urdaibai. Antes lo habían construido sobre la copa de un cedro ubicado en el terreno de una vivienda próxima, pero los fuertes vientos de un temporal en la primavera de 2022, con ráfagas que rozaron los 90 kilómetros hora, lo tiraron abajo. Aquel día esta pareja no solo perdió su nido. También fallecieron los cuatro polluelos que estaban criando.

El Bird Center había construido previamente un nido en un poste de la instalación al que se trasladó temporalmente la pareja pero al macho no le acabó de convencer. «Empezó al de poco a hacer otro nuevo, en el que están ahora», recuerda el biólogo. Allí lograron sacar adelante a una nidada el pasado año y este año los ornitólogos de la zona confían en que lo consigan de nuevo.

Las cigüeñas que hay en la actualidad en Urdaibai son fruto de un programa de reintroducción de esta especie en el estuario puesto en marcha hace dos décadas. De aquella iniciativa surgió una primera pareja que fue muy conocida en la comarca: 'Uzelai' y 'Dafne'. Se convirtieron en una especie de símbolo hasta que en 2016 un desaprensivo disparó al macho y lo mató de un perdigonazo en la cabeza. Este hecho causó un fuerte impacto entre las personas que seguían con interés la reintroducción de la especie.

Actualmente además de la pareja de Gautegiz-Arteaga en el entorno de la ría hay otra más asentada en Forua. El macho ya está allí después de pasar el invierno en el lugar y se espera que en próximas fechas llegue la hembra. A estas se suma el macho que anida en la iglesia de Gernika y que una temporada más tratará de conquistar a alguna de las doncellas aladas que pasarán por Urdaibai de camino al norte. Muchas de ellas paran en la reserva a recuperar fuerzas durante su largo viaje desde el sur y hasta c Francia o Alemania. Uno de los lugares en el que se las suele ver posadas es el castillo de Arteaga.

Unamuno indica que con las altas temperaturas de los últimos inviernos «notamos que las aves migratorias llegan antes, hacen sus nidos más temprano y también adelantan las puestas». El problema de que todo este proceso se anticipe es el efecto que pueden tener sobre las aves y sus crías los temporales de frío tardíos de abril. «Si caen las temperaturas se mueren los insectos y muchas especies, como las golondrinas, se quedan sin una de sus principales fuentes de alimento».