La papelera Sniace anuncia el cierre y la liquidación de su planta de Torrelavega
La empresa le ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la decisión, toda vez que no va a poder cumplir con los pagos pactados en el convenio de su concurso de acreedores
JESÚS LASTRA
Jueves, 13 de febrero 2020, 20:20
Sniace ha comunicado hace unos minutos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ya no puede más y que cerrará su planta de Torrelavega. La decisión ha sido tomada después del recorte a las retribuciones a la cogeneración, con la consiguiente rescisión avanzada el martes por Cogen para romper el contrato por el que gestionaba y explotaba la planta de cogeneración que alimenta la producción de la fábrica de Torrelavega. Esto ha sido la puntilla a un tortuoso camino que no ha logrado firmeza desde la reapertura de las instalaciones en 2016.
La cotizada ha anunciado oficialmente al regulador (CNMV) el cierre y la consiguiente liquidación toda vez que no va a poder cumplir con los pagos pactados en el convenio de su concurso de acreedores, un calendario que para este año recogía abonar deudas por valor de 23 millones de euros. El Consejo de Administración, reunido horas antes, ha tomado la decisión a tenor de los acontecimientos. Sniace ya avanzó el domingo que el marco energético dibujado por la Administración central era una nueva «espada de Damocles», rememorando episodios como los vividos en 2012 con el 'céntimo verde'.
La compañía está informando al comité de empresa del devenir de la crisis, después de que los representantes de los trabajadores solicitaran una reunión para este viernes para conocer cuándo se les iba a abonar la nómina de enero. De paso, pretendían conocer los planes de futuro de la organización, que con esta resolución toma un nuevo rumbo bien distinto al deseado por plantilla y Dirección.
La marcha de Cogen, que aduce que el recorte en las retribuciones le va a suponer una pérdida de nueve millones en 2020, deja a Sniace sin energía a partir de marzo. La compañía ya había planteado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para 229 de sus 427 trabajadores, con una afección de 13 semanas por empleado, ante la caída del precio de la celulosa y las consiguientes pérdidas simplemente por producir.