Once tráilers de hasta 40 metros traerán de Sevilla el segundo puente de Zorrozaurre
La adjudicataria instala pilotes de hasta 28 metros en el canal de Deusto para sostener el viaducto, que estará listo en diciembre
Un nuevo puente se abre paso en Bilbao y toma forma a orillas del canal de Deusto. Y también en una calderería de Sevilla, ... donde se fabrica el tablero. Una flota de al menos once camiones de transporte especial –megatráilers de 20 metros y uno de ellos de 40– traerá las piezas por carretera en verano. Las obras de la pasarela que unirá la isla de Zorrozaurre con la calle Islas Baleares, en San Ignacio, la segunda que tendrá la isla, avanza en su parte más compleja, bajo las aguas. El tajo arrancó en mayo y la primera fase, la de la cimentación, se prolongará un año, dos meses más de lo previsto por la complejidad del proyecto. El viaducto, con cuatro carriles y dos aceras, sobrevolará las aguas de esta antigua dársena sin apoyos intermedios. Servirá de nexo al extremo norte de la isla, que también estará conectada con Punta Zorroza por otro tercer viaducto.
La sociedad dependiente del Gobierno vasco Visesa es la encargada de financiar el tajo, adjudicado a la UTE formada por Ferrovial Agroman y Viconsa. Mientras, Typsa –que lleva la dirección– vigila de cerca los trabajos. «Se ha formado un equipo muy sólido y eficaz que persigue realizar la obra sin excesivos problemas ni sobrecostes», expone Carlos Quindós, director general de Visesa. Las labores más difíciles se realizan ahora en la margen izquierda del canal, que tiene cerca de 115 metros de anchura y que se reducirá a 75 una vez que el Puerto adjudique la operación de relleno. Esta será la longitud del puente, de manera que se trabaja en el propio cauce, en un recinto «tablestacado», una especie de isla artificial.
La calidad del fondo en esta zona es pésima. Los operarios empezaron por realizar labores para afianzar el lecho con la ayuda de una grúa de 350 toneladas que iba introduciendo grava en el subsuelo. «No podríamos construirlo sobre estos lodos. Se iría abajo», apunta Josu Batiz, de la dirección de obra. Aun así, esta solución no resultó suficiente y hubo que clavar columnas de hormigón como si fueran alfileres en una buena parte del canal. «Lo habremos reforzado con hasta 800 metros cúbicos de este material», subraya. Después, se ha arrancado con la cimentación o la introducción de los pilotes: patas clavadas a la roca del fondo y sobre las que se asentará la carga. En el lado de San Ignacio se han metido ya 44 micropilotes y en el de Zorrozaurre se construyen ocho de gran envergadura. Mientras los primeros miden 18 metros de longitud, los segundos alcanzan una media de 28 y tienen dos metros de diámetro. En esta parte hay roca de calidad a unos 20 metros de profundidad, pero hasta allí hay que atravesar varias capas de limos. Una perforadora de 70 toneladas excava los agujeros –y extrae el barro– donde se alojarán los pilotes, fabricados con una gigantesca armadura de hierro rellena de hormigón, en cuya construcción se afana una treintena de operarios. «Se han finalizado ya seis de los ocho que sustentarán este lado del puente. El proceso para cada uno supone aproximadamente una semana», remarca Batiz. El tajo incluirá además la construcción de una escollera, un relleno entre la orilla y el arranque del puente, que tomará forma a la vez que los estribos. Los «zapatos», dos elementos longitudinales y la viga que los une, se fabricarán sobre el terreno una vez «terminemos con la cimentación».
Transporte especial
Tras haberse descartado su transporte por mar, en junio o julio llegará otra de las operaciones más espectaculares: el traslado de la estructura, que la adjudicataria ha confiado a Tecade, una calderería industrial de primer nivel en Sevilla. «Ya están cortando los materiales. Hemos realizado una visita y hay personal del 'staff' supervisando las labores allí», explica Batiz. El puente, una vez colocado, tendrá 75 metros de longitud y 28 de anchura, y será traído en piezas a bordo de una docena de vehículos de transporte especial, que deben circular por la noche y escoltados por coches piloto y la Policía. «Le quitan los arranques, los extremos, las aceras, y lo parten como una barra de pan», describe. Los laterales llegarán en camiones normales, que no requieren de autorizaciones especiales. Después, un super vehículo de 40 metros de longitud y unos tres de anchura traerá los dos arcos metálicos. Se prevé que sea una cabecera tractora con 'dollys' – remolques gigantes–. Otros dos transportes especiales de más de 20 metros acercarán los arranques.
El tablero, que tiene 60 metros de longitud y unos 20 de anchura sin los anteriores elementos, se dividirá en unas quince piezas de 4 metros de anchura y 20 de longitud, que serán transportadas por otros 8 o 9 tráilers gigantescos, similares a los anteriores. Desde Sevilla a Bilbao son casi 900 kilómetros. Casi nada. El montaje se realizará en las orillas. Antes, en el taller sevillano se procederá a lo que se denomina «un montaje en blanco», una prueba. Su colocación sobre el canal requerirá de mucha pericia. Lo más probable es que, primero, se sitúe en una pontona y que después varias grúas de gran tonelaje eleven la estructura y la encajen. Por debajo, incorporará pasatubos, que permitirán llevar tuberías de abastecimiento, saneamiento, gas... Después, se urbanizará la superficie. Visesa no entregará la obra hasta diciembre, si es que no surgen complicaciones. Eso sí, durante unos meses solo podrán utilizarla camiones y otros vehículos especiales ya que todavía desembocará en una zona de obras.
El paseo de ribera de dos kilómetros toma forma en los muelles
La construcción del segundo puente a Zorrozaurre convive con una obra que transformará de forma espectacular toda la margen derecha del canal de Deusto. Los vecinos ganarán un agradable paseo de dos kilómetros repleto de arbolado y áreas de recreo en el flanco portuario al que siempre han dado la espalda. Se tirarán las vallas y los muros que impiden asomarse a la ría, se rehabilitarán muelles, se urbanizarán paseos con parterres y se plantarán árboles. El tajo, que la Junta de Concertación de Zorrozaurre adjudicó por 13,9 millones, arrancó en septiembre, con un plazo de ejecución de 14 meses. Entre la rotonda de Elorrieta e Idom se ejecutan obras antiinundaciones. Entre el pabellón de remo y la calle Ballets Olaeta se creará un itinerario de 20 metros de anchura a dos niveles, como en Abandoibarra: uno a la cota actual del muelle, que conservará elementos de su pasado portuario; y el otro, a 1,5 metros por encima. Al lado del futuro viaducto, habrá una plaza de 5.000 metros cuadrados con juegos infantiles y zonas de estancia que mirarán al canal.
En su contexto
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8,3 millones es el importe por el que Visesa adjudicó la obra a la UTE formada por Ferrovial Agroman y Viconsa.
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500 serán las toneladas que pesará el tablero que se construye en la calderería industrial de Tecade. El puente pesará 1.500.
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Diseño local. Realizado por los ingenieros de caminos Enrique Elkoroberezibar y Sergio Saiz, de LKS. Será de acero al carbono blanco y hormigón armado. Sus aceras estarán recubiertas de madera sintética.
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