«Veía que me iba a morir», dice la joven que saltó por una ventana para escapar de su agresor en Basauri

Los hechos denunciados ante la Ertzaintza ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes en un domicilio del barrio basauritarra de Basozelai. El presunto agresor, un conocido DJ de 30 años y origen brasileño con antecedentes delictivos, habría iniciado en plena noche una discusión a base de insultos y que desembocó en agresiones físicas.

«Él regresaba de una fiesta y venía muy agresivo. Leyó un comentario desde mi teléfono móvil y ahí estalló todo. Pensó que le estaba engañando y empezó a llamarme mentirosa. Cuando me quise dar cuenta empezó a golpearme y a presionarme el cuello a la vez que me llamaba loca. Yo pensaba que me iba a matar», relató la joven. «Puñetazos, agarrones, me tiraba del pelo, me estampaba contra la pared, contra todos lados, la oreja...», rememora con la voz entrecortada.

Al ver peligrar su vida no se lo pensó dos veces y salió por la ventana. «Cogí la ventana, me agarré a los barrotes que había fuera y me tiraba para adelante. Él me cogía de las piernas y me decía: '¡estás loca, que te vas a tirar!'». Abajo, varios vecinos daban la voz de alarma: «Había pedido auxilio y me estaban socorriendo». Momentos después, fue trasladada al hospital de Cruces, donde fue atendida por las lesiones que presentaba.

«De no haber tenido el coraje suficiente para salir huyendo por la ventana me hubiera matado en aquel instante. Fue todo muy cruel. He vuelto a nacer». No era la primera vez que la pareja discutía acaloradamente pero hasta entonces, «nunca» había habido agresión física. «Llevábamos casi un año saliendo y nunca había pasado nada igual. Se volvió loco de celos y ya no me dejó ni un instante. No tenía ningún margen de movimiento». La joven, de 20 años, se trasladó desde Erandio, donde vivía con su madre, a Basauri a vivir con su pareja. «El 7 de octubre habríamos hecho un año juntos», recuerda con dolor.

Tras interponer la denuncia el calvario de la muchacha no cesó. «Pasé 24 horas en los juzgados. El caso se resolvió por medio de un juicio rápido». El agresor deberá mantenerse alejado de ella 8 meses, tendrá que pagarle 600 euros y deberá realizar 40 días de trabajos para la comunidad. Para ella es insuficiente por lo que «la recurriré sin duda». El acusado, por su parte, la ha acusado de clavarle un cuchillo, algo que Rebeca niega tajantemente. «Se autolesionó mientras llegaba la Ertzaintza», acusa.

El caso ha generado estos días una gran conmoción y este martes en Basauri decenas de personas se congregaron para condenar los hechos. El apoyo social recibido le sirve ala víctima para reafirmarse en haber dado el paso de contar públicamente su terrible experiencia: «¿Y las chicas que no lo han podido contar? Tengo que tener voz y voto por ellas también».