Trabajadores de la comarca se unen en sus reivindicaciones laborales
Los operarios de Vulcanizados Zuloaga son los que más tiempo llevan en huelga, casi un año, en demanda de un convenio colectivo
Leire Pérez
Viernes, 3 de junio 2022, 22:56
Vulcanizados Zuloaga en Zaratamo, Gorabide en Basauri, Artiach y la residencia de las Mercedarias en Orozko, y en Llodio -aunque con una importante influencia para el Alto Nervión-Ibaizabal y Bizkaia- Tubacex. Todas estas empresas tienen en común conflictos laborales que se han enraizado durante varios meses. En Vulcanizados Zuloaga y en las residencias de Ibarra y de Basauri siguen arrastrando una falta de acuerdo.
Los trabajadores de la empresa de Zaratamo son los empleados que más tiempo llevan en pie de guerra. A finales de junio cumplirán un año sin acudir a sus puestos de trabajo. Esta misma semana, el Juzgado de lo Social de Bilbao ha estimado la denuncia del sindicato ELA por vulnerar el derecho a la huelga de los operarios. Ha condenado a la empresa a pagar 52.900 euros, después de dar por probado que derivan el trabajo a una compañía de Andoain. «Exigimos que Vulcanizados Zuloaga cese de inmediato las vulneraciones por las que ha sido condenada. Habrá una fase de negociación con el comité de huelga para, de una vez por todas, poder llegar a un acuerdo mediante un convenio que mejore sustancialmente las condiciones salariales y laborales de la plantilla», defienden. Desde la empresa, declinaron hacer declaraciones.
Las empleadas de Gorabide en Basauri llevan desde finales del año con movilizaciones. Han presentado tres demandas colectivas por estar sin convenio desde 2019. «Estamos fatal desde la pandemia, nos han cambiado los horarios y el calendario de forma unilateral», lamentan. En la residencia Mercedarias de Orozko mantienen desde marzo paros intermitentes. Esta semana han alcanzado la decimoquinta jornada de huelga. «Todavía no hemos conseguido absolutamente nada», afirma Monica Campos desde el sindicato ESK. Kerman Aguado de ELA asegura por su parte que «nunca se normaliza» que sea alarguen las movilizaciones. «Hay empresas que tienen más consideración y sentido común, otras no tienen voluntad de acuerdo. Es un pulso, pero nosotros tenemos una caja de resistencia que nos permite aguantar lo que haga falta», recuerda.
La falta de respuesta por parte de la patronal ha generado un mayor vínculo de unión entre trabajadores de diferentes empresas con situaciones similares. Se ha visto en las movilizaciones que convocan. Sectores muy diversos se apoyan entre sí. «Ha crecido el espíritu de solidaridad entre la clase trabajadora», reconoce Aguado. Y detrás de ese compañerismo está en su opinión que «todos estamos perdiendo». «Cada vez tenemos menos poder adquisitivo, la subida del IPC no se refleja en los convenios... aunque la crisis está haciendo para bien que cada vez nos unamos más», sentencia.
Reunión
Las trabajadoras de la residencia que gestiona la Fundación Aliados en Orozko tienen entre sus objetivos, una vez que la Diputación ha iniciado una investigación del centro, una reunión con el director general de promoción de la autonomía personal, Asier Alustiza. A las concentraciones periódicas que llevan a cabo en el exterior de la residencia y frente al edificio de la Diputación en Bilbao, se sumará el 30 de junio una jornada reivindicativa en la que se concentrarán en Ibarra. Desarrollarán un sorteo y celebrarán un pintxo pote. «Tendremos apoyo de gente de la comarca. Vendrán trabajadores de Artiach, de Tubos Reunidos y de la zona de Aiaraldea», comenta Campos. «Nosotros ya hemos solucionado nuestro problema, eso no quita que no nos acordemos de las trabajadoras de Mercedarias, ellas nos apoyaron a nosotros y en estos tiempos tenemos que estar juntos», reconoce uno de los empleados de Artiach.