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El Columbario fue inaugurado en el año 2022 y se encuentra junto al cementerio de Orduña. I. A.

Orduña ampliará el Columbario en recuerdo a las víctimas del franquismo

El espacio sumará 42 nuevos nichos en una intervención financiada por el instituto Gogora

Iñigo Agiriano

Orduña

Lunes, 10 de noviembre 2025, 18:02

En el año 2022, Orduña inauguró el Columbario de la Dignidad un espacio que «surgió con la idea de dar reconocimiento a quienes perdieron la vida por defender la libertad frente al fascismo», explica el alcalde la ciudad, Iker Santocildes. Aunque el proyecto inicial contempló habilitar hasta 120 nichos, finalmente esta cantidad se redujo a 72, un número que ahora se ha mostrado insuficiente después de las últimas exhumaciones realizadas en Orduña, que han descubierto 93 nuevos cuerpos.

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Por este motivo, el Ayuntamiento de la localidad junto al Instituto Gogora, encargado de las exhumaciones, han decidido realizar una ampliación del Columbario. Las actuaciones contemplan la construcción de dos nuevos pabellones, que albergarán 42 nuevos nichos, para alcanzar un total de 114. El proyecto salió a licitación a comienzos del mes de octubre, y aunque en una primera instancia quedó desierta, la intención del equipo municipal es sacarla de nuevo a concurso. El presupuesto es de 57.304 euros, que será aportado por Gogora y se contempla un periodo aproximado de tres mesesas para la ejecución de las obras.

Ubicado junto al cementerio de la localidad, el Columbario es el primer espacio de este tipo construido en Bizkaia y el segundo en Euskadi tras el de Elgoibar. Presidido por la escultura 'La Dignidad' de Iñigo Arregi, el visitante atraviesa un pasillo creado entre los tres pabellones actuales y los muros de gaviones,  (técnica arquitectónica consistente en una estructura metálica rellena de piedras) mientras puede leer información sobre el proyecto y sobre la prisión de Orduña, así como un listado de todas las personas que allí fallecieron. La nuevas actuaciones no perjudicarán la estética del espacio ya que se situarán al final del recorrido, en ambos laterales.

El antiguo colegio de los jesuitas de la ciudad se convirtió en julio de 1937 en un campo de concentración y poco después, a finales de 1939, en la prisión central de Orduña, uno de los escenarios más importantes de la represión franquista en Euskadi. Miles de personas pasaron por la cárcel y el campo durante los cuatro años que permanecieron en funcionamiento, provenientes de Extremadura en su mayoría, y al menos 225 de los prisioneros fallecieron tras sus muros.

Actualmente el Columbario acoge los restos de 14 personas, «cuyos huesos fueron hallados en 2014 en fosas individuales bajo el cementerio municipal», explica Santocildes. El objetivo es que acoja los cuerpos que no puedan ser identificados «o los de aquellas víctimas cuyas familias prefieran depositarlos aquí», apunta el alcalde. «Para Orduña contar con un espacio como este es un acto de justicia y humanidad, que refuerza nuestra identidad como una ciudad que asume su historia sin mirar hacia otro lado, con responsabilidad y empatía», destaca el primer edil

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