El «incordio» de que el Ayuntamiento proteja tu casa como patrimonio cultural
Vecinos de la Firestone en Galdakao, molestos tras ser incluidos sin aviso en el catálogo municipal que les obliga a pedir permisos extra para hacer reformas
Al imaginar un catálogo de patrimonio cultural, lo más normal es pensar en castillos, iglesias o edificaciones antiguas. Pero las viviendas también son susceptibles de ... formar parte de estos inventarios. La principal motivación para hacerlo es blindar las edificaciones con cierto valor histórico ante posibles derribos y asegurar su mantenimiento. Sin embargo, también puede traer aparejadas una serie de 'obligaciones' que han alarmado a algunos vecinos del poblado de la Firestone, en el barrio de Olabarrieta de Galdakao. Los residentes se han enterado de que sus inmuebles se encuentran dentro de un catálogo municipal de este tipo –en el que también están incluidas otras casas del barrio de Tximilarre– tras su aprobación inicial en el pleno del Consistorio. Los propietarios de las viviendas temen que la normativa afecte a futuras reformas, que deberán contar con permisos especiales, lo que supondrá un «incordio», mientras que el Ayuntamiento llama a la calma y defiende que la medida persigue «proteger el patrimonio de Galdakao y evitar derribos».
El planteamiento inicial es que el aspecto exterior de las casas han de compartir una estética y los dueños de las viviendas han de mantenerlas en buen estado. A la hora de hacer modificaciones, éstas no pueden hacerse «sin permiso del Ayuntamiento». Esta decisión afecta «a unas 120 viviendas del poblado», explica Sara Abelleira, portavoz de parte de los vecinos que, desde que se enteraron, han mostrado sus reticencias acerca de la normativa. Hasta el punto de considerar la creación de «una plataforma vecinal de afectados».
Entre las dudas que se plantean están alguna como «si mi vecino de al lado tiene las ventanas diferentes a las mías, ¿quién las tiene que cambiar?», se pregunta Abelleira, o «si decido poner placas solares, ¿me van a dejar?». Las respuestas a estas cuestiones «aún no están definidas», asegura Abelleira.
Derribo del baserri de Gandasegi
En el Ayuntamiento, la concejala de Cultura y Transparencia, Olaia Parra, llama a la calma y defiende que el catálogo –aprobado de forma inicial por todas las formaciones políticas y con la abstención del concejal no adscrito Miguel Ángel Martín– busca «proteger los elementos de interés patrimonial». Aclara que «la ley establece que la competencia de protección de los ayuntamientos solo se circunscribe al nivel básico», lo que permite «evitar los derribos, y ese es el objetivo que perseguimos», asegura la edil, que recuerda que el caso del baserri de Gandasegi se podría haber evitado: «Si hubiera formado parte del catálogo, no podrían haberlo derribado», sentencia.
Parra asegura que el poblado de la Firestone «es un modelo de conjunto de los que ya quedan muy pocos en buen estado de conservación en el País Vasco y que representan históricamente cómo se desarrollaban las ciudades alrededor de sus fábricas». Y alude a las ventajas de la medida como «deducciones fiscales o subvenciones». La iniciativa se encuentra en fase inicial y Parra aclara que todavía «tiene que publicarse en el Boletín Oficial de Bizkaia y abrir un plazo, como mínimo de 30 días, de información a los vecinos».
Abelleira, por su parte, defiende que el interés de los vecinos es «que el Ayuntamiento contemple otras opciones o dé la opción de poder negociar en qué condiciones entramos» en el catálogo. Parra confirma que «no vamos a ir en contra de los vecinos ni tirar nada que ya esté construido» y asegura que «trabajará con los vecinos» a la hora de «establecer condiciones o modificar el catálogo».
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