Arrancan las expropiaciones que darán vía libre al encauzamiento del Ibaizabal

La tercera y última fase del encauzamiento del río Nervión- Ibaizabal comienza a dar pasos. Los ayuntamientos de Zaratamo y Galdakao han iniciado los procedimientos de expropiación de los tres inmuebles que se sitúan pegados al cauce, cuyo derribo es imprescindible para llevar a cabo la intervención y zanjar de una vez por todas las inundaciones que sufren los barrios galdakoztarras. De hecho, el retraso en la tramitación de los expediente, ha provocado que la obra "prioritaria" para URA se esté retrasando más de lo deseado. El anterior tramo se terminó en noviembre de 2016 y la intención de URA era comenzar este último tramo a «finales de 2019». En verano se licitó la obra por 9,1 millones de euros con una duración de 15 meses. En la adjudicación se detalló que este año se gastarían 5,4 millones y en 2021 se invertirían los 3,7 millones de euros restantes.

Sin embargo, la diligencia con la que pretendía actuar la Agencia Vasca del Agua se ha topado con varios obstáculos, entre ellos un cambio de siglas en ambos municipios en las elecciones municipales del año pasado que ha ralentizado el tajo. En Galdakao el PNV dejó paso a EH Bildu y en Zaratamo la plataforma vecinal Gure Herria fue reemplazada también por la coalición abertzale. Tras varios encuentros entre los distintos responsables durante los últimos meses, el alcalde de Zaratamo, Alberto Ugarriza, asegura que "ya se ha remitido a los propietarios e inquilinos el inicio del expediente". Ahora los afectados pueden realizar alegaciones que en unas semanas resolverán las instituciones.

Con los "terrenos libres", principal solicitud del Gobierno vasco para poder intervenir, lo lógico es que siga el calendario establecido. El encauzamiento puede, eso sí, alargarse algunas semanas más porque recuerdan en URA que en "julio habrá elecciones". No obvian tampoco la difícil situación económica y la "reducción de ingresos" que dejará la pandemia del coronavirus.

En un principio para desbloquear la operación, el Ayuntamiento de Galdakao, entonces en manos del PNV, alcanzó un acuerdo con una promotora privada, VUSA, para que adquiriese las viviendas, incluso la firma llegó a hacer una oferta a los dueños. Pero los residentes mostraron su "incertidumbre porque no habían vuelto a saber nada". Hasta ahora. Con esa fórmula, posteriormente, las administraciones públicas expropiaban a la empresa. Sin embargo, los planes iniciales han dado un vuelco en los últimos meses y se ha optado por llevar a cabo la apropiación de forma directa. Queda por ver todavía si los propietarios se conforman con la valoración o acuden a los tribunales, aunque Ugarriza puntualiza que una disconformidad en las cuantías no afectaría en todo caso a los "plazos".

La tercera fase del encauzamiento es una de las «obras prioritarias» frente a las crecidas que se producen en los ríos del País Vasco y ante el «número de personas hoy expuestas al riesgo que se verán beneficiados, así como en términos de la rentabilidad social de la inversión pública», explicaron desde URA cuando licitaron el proyecto el pasado verano. Esta tercera y última fase da continuidad a las tajos previos llevados anteriormente en los municipios de Basauri y Etxebarri y que han supuesto hasta el momento una inversión de más de 23 millones de euros en una extensión de 7,3 kilómetros.

Al alargarse los trámites más de lo deseado URA ha habilitado una «partida económica» para costear las cargas que derivarán de la operación de embargo, algo inusual en el funcionamiento de la entidad. Junto al derribo de las viviendas, ya en faena habrá que recalzar las pilas del puente de Plazakoetxe , demoler el azud de Begoetxe y la toma de agua de la fábrica de Formica, en desuso. Cauce arriba también habrá que actuar en el puente Mercadillo después de que se nombrase Bien Cultural, para ampliarlo y restaurarlo.