Mujeres que rompieron el molde de metal
Dima reúne a cuatro componentes de Pleyade y Neurosis, pioneras del heavy cuando «estaba mal vista» la presencia femenina en este género
cristina raposo
Domingo, 29 de septiembre 2019, 17:15
Hace más de tres décadas, las mujeres perdieron el miedo y alzaron sus voces para romper con los moldes de un mundo musical en el ... que, hasta ese momento, sólo tenían cabida los hombres. Las alavesas Marta Aldama, Eva Muñoz, y Esther Santamaría, miembros del grupo musical Pleyade; y la bilbaína Marilu González, de Neurosis, son ejemplo de aquella valentía. «Cuando yo empecé en el año 1982, que una mujer estuviese en un grupo de heavy metal estaba mal visto. Costó mucho tiempo y trabajo cambiar aquella mentalidad, pero lo conseguimos», contaba la vizcaína.
Estas cuatro reinas del rock y del metal, pioneras en Euskadi, compartieron mesa ayer en el Dimetalfest para recorrer su pasado. «Ha llovido mucho desde que empezamos. En los años 80 se vivió uno de los momentos más álgidos del panorama y allí estábamos nosotras también porque era mucho lo que teníamos que decir», reivindicó Aldama en este festival celebrado en Dima.
Invisibles y en la sombra, por estar rodeadas de voces agudas masculinas que gobernaban el heavy metal y el hard rock, todas ellas tuvieron que armarse de valor y mostrar su valía. «Era un mundo de tíos y las chicas estábamos totalmente rechazadas. Tenías que demostrar mucho más que los demás para salir adelante», lamentaba González. «Ya existíamos como grupo, habíamos actuado y aún así, no se nos veía», añadía la vocal de Pleyade, Marta Aldama. Situaciones difíciles y complicadas que hoy en día siguen haciendo mella. «Muchas veces nos llaman para actuar porque hay un cupo que tienen que cubrir con voces femeninas. Si tienen que cogerte es mejor que lo hagan porque lo haces bien y vales, no porque haya que cubrir una serie de plazas», defendía la integrante de Neurosis. «Yo a eso lo llamo discriminación positiva», apuntaba la cantante gazteiztarra.
Acompañándolas en su coloquio, también se encontraba la investigadora y educadora social Maritxu Alonso. «Yo no creo que las mujeres estemos en minoría pero sí olvidadas. Se creen que nos hacen un favor por contratarnos el 8 de marzo pero no es así en absoluto. El resto del año también seguimos estando», reivindicaba. Aunque Alonso también canta y toca el bajo, su labor ha ido más allá con su obra 'Mujeres punks: las pioneras de nuestra escena'. «Junto a Helen Sotillo he editado un libro que recoge la historia de quince mujeres que vivieron el movimiento punk. En los 80 había infinidad de mujeres que no tenían visibilidad. Yo he roto con ello».
«No hay que lloriquear»
«Siempre he dicho que uno tiene que luchar y hacer lo que quiere y realmente le gusta. Obviamente es muy gratificante que la gente te siga en tu proceso pero, si no lo consigues, no hay que lloriquear». A través de esas palabras, Marilu González hacía referencia a la competencia entre bandas que existe en este género musical y en muchos otros. El escenario es un mundo lleno de rivalidades en el que no todos pueden tener cabida. «Es importante que distintas bandas se unan y se den apoyo. Si siempre vas solo, es muy difícil que llegues a ser todo un referente», destacaba Aldama.
Decenas de personas acudieron a la cita de Dima para arropar a las ponentes, pero también para compartir sus vivencias y experiencias de aquellos años. «Hay algunos lugares en los que no existe apenas compañerismo entre las bandas. En Bilbao antes había muy pocas y encima no se soportaban entre ellas», lamentaba una de las personas del público. Otros, por el contrario, no pudieron ocultar su curiosidad e hicieron varias preguntas a las ponentes sobre su trayectoria profesional. Felices por el interés de los asistentes, las cinco mujeres resolvieron poco a poco la tertulia entre risas y bromas. Un quinteto de heavies que mantienen el ritmo.
Fusión de música y bertsos en la V edición del Dimetalfest
Por quinto año consecutivo, Dima volvió a convertirse este pasado sábado en un lugar de encuentro de centenares de amantes del heavy metal. En la zona de la Botika se desarrolló un mercado de productores y artesanos, juegos infantiles virtuales y una exhibición de los «exitosos» herri metal kirolak. La novedad de esta edición llegó a la 13.00 horas con una fusión de bertsos y el metal. Las bertsolaris Oihana Bartra y Oihana Iguarán compartieron escenario con el guitarrista de Porco Bravo Kapi Guarrotxena y el teclista de Akelarre Juanma Labandibar. Aunque la lluvia no hizo acto de presencia, por primera vez todos los escenarios estuvieron cubiertos.
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