Muere un niño de 5 años al caer desde el balcón de un quinto piso en Bermeo
«Era un crío muy movido», coinciden los vecinos, que vieron a la madre bajar a la calle presa de un ataque de nervios al percatarse de lo ocurrido
Un niño de 5 años murió ayer a primera hora de la tarde en Bermeo al precipitarse desde el balcón de un quinto piso en ... el que vivía con su familia, por causas que está investigando la Ertzaintza, según pudo saber este periódico. El dramático suceso se registró en el número 8 de la calle Iparragirre, situada en la salida de la villa marinera hacia Mundaka. El pequeño, A., que había nacido en Bizkaia, vivía con su madre, de origen nicaragüense, y un hermano mayor de 15 años.
Por el momento, se desconocen las circunstancias en las que el pequeño cayó a la calle desde la vivienda. Algunos vecinos apuntaban a que podría haberse subido a una bombona de butano guardada en la terraza y que, un a vez allí, habría perdido el equilibro. El balcón desde el que se precipitó a la calle estaba cerrado por una verja de hierro.
El incidente se registró alrededor de las 15.30 horas, justo después de comer, cuando muchos residentes descansaban o se encontraban de sobremesa. En ese momento, el crío se encontraba en el piso acompañado al menos por su madre. Al percatarse de lo ocurrido, la mujer bajó a la calle, presa de un ataque de nervios. Algunos residentes se asomaron a las ventanas de sus viviendas al escuchar los gritos desesperados de la mujer y vieron al pequeño tendido ya sobre la acera, inmóvil.
Sanitarios de una ambulancia de Osakidetza y agentes de la Policía Municipal de Bermeo intentaron reanimar al crío sin éxito durante muchos minutos. Los agentes y los trabajadores del vehículo médico se mostraban impactados por lo ocurrido.
En la siesta
Pese a los esfuerzos por revivirle, finalmente un facultativo sólo pudo confirmar el fallecimiento del niño. En la zona se desplegó un hospital de campaña para que los servicios de emergencias pudieran trabajar con discreción, a la espera de la llegada de la comitiva judicial. Agentes de inspecciones oculares de la Policía autonómica se desplazaron hasta el callejón de Iparragirre para recoger evidencias que puedan arrojar luz sobre las circunstancias que rodearon el dramático suceso.
Los vecinos del municipio quedaron conmocionados al conocer la noticia. «Yo estaba en la siesta cuando me he asomado al balcón y he visto al crío ya en el suelo», relataba un vecino del mismo portal a EL CORREO. «No sé cuánto tiempo han estado intentando reanimarlo, pero el pobre…», lamentaba este mismo vecino.
«¡Qué desgracia!, ¿cómo habrá podido caer desde esa altura?», se preguntaba otra residente en un portal de Santamañe, una de las principales travesías de Bermeo por la que se accede a la calle Iparragirre donde residían la víctima y su familia.
En el momento del suceso, el callejón de Iparragirre, alejado del centro urbano, estaba prácticamente desierto. «Estaba tranquilo; supongo que muchos en la siesta o viendo la tele como yo», confirmaba otro hombre que vive por la zona. Los vecinos que llegaron a presenciar la escena relatan cómo los gritos de la madre resonaban en el portal. «Es horrible; no paraba de gritar». Todos los que les conocían coincidían en que «el chaval era muy movido y la madre siempre tenía que estar muy pendiente, detrás de él».
El Ayuntamiento de Bermeo, por su parte, expresó sus condolencias a la familia del niño. «Hemos puesto a disposición de la familia y, sobre todo de la madre, apoyo psicológico en estos momentos tan difíciles», apuntó la alcaldesa de la localidad costera, Nadia Nemeh. «Ese tipo de desgracias son horribles, nos dejan roto al pueblo», lamentó.
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