50 millones por la parcela de Bilbao donde irá la torre de pisos más alta de Euskadi

La última parcela de Garellano ya tiene dueño: el Grupo Arrasate, que pagará 50,3 millones de euros por el hueco que hoy ocupa la estación provisional de Termibus. Un espacio que será cedido en 2019, cuando se prevé que esté finalizada la nueva estación subterránea. Ocho empresas pujaron por este gran triángulo de 2.247 metros cuadrados donde se alzará el edificio residencial más alto de Euskadi: 119 metros de altura y 36 plantas que darán cabida a 198 viviendas libres. «El próximo hito arquitectónico internacional» de Bilbao, anunciaba el alcalde, Juan María Aburto. «Los mejores piso» de la villa, presumían desde la oficina española del arquitecto británico Richard Rogers (Premio Pritzker, algo así como el Nobel de arquitectura), que firma el proyecto, valorado en dos millones de euros.

El diseño de la quinta torre dista bastante de sus cuatro hermanas, y se asemeja más con el de una gran ciudad china. Contará con cuatro fachadas de diferente longitud, plagadas de miradores y balconadas inspirados en la arquitectura local. Un zócalo de diseño envolverá las tres primeras plantas, que se destinarán a uso comercial, como tiendas, oficinas o un gimnasio. Sobre el mismo, una gran terraza se reservará para el uso de los residentes. Otras cinco plantas se hundirán en el subsuelo para albergar 235 parcelas de garaje. A los pies de la torre se abrirá una gran plaza, parte del parque de 5.700 metros cuadrados que rodeará el conjunto residencial.

Desde la constructora afirman que seguirán adelante con este boceto, «aunque ahora queda sentarse y pulir detalles». Descartar el proyecto de Rogers suponía pagar al arquitecto británico una compensación de 300.000 euros y otros tantos a Bilbao Ría 2000. A modo de señal y en un plazo de cinco días, Arrasate deberá abonar el 5% del importe; dentro de cuatro meses, como máximo, algo más de seis millones.

Se desconoce por el momento el precio al que saldrán a la venta estos apartamentos. Sirvan de guía los de la cuarta torre -el rascacielos más alto de Euskadi hasta que le bata el de Rogers-, que también ejecuta el Grupo Arrasate: entre los 340.000 euros por un piso de 70 metros cuadrados y los 515.000 por otro de 111, con garaje y trastero incluido. Se colocaron rápidamente, y eso que de momento solo se han levantado 11 de sus 33 plantas. Para cuando la quinta torre abra sus puertas, la torres de Garellano sumarán 1.052 viviendas, 612 de ellas protegidas.

Además de este hueco en Basurto, Bilbao Ría 2000 adjudicó ayer otra parcela en Urban-Galindo, en Barakaldo, donde la sociedad conserva la mayor parte de su patrimonio -en Bilbao solo le queda un terreno en Olabeaga-. Por 12,4 millones, Grupo Amenabar edificará, previsiblemente, 149 viviendas libres. En su caso, deberán abonar el 100% del precio de compra en un plazo máximo de cuatro meses.

Con las dos últimas cesiones, Bilbao Ría 2000 -sociedad urbanística compuesta por los gobiernos vasco y central, el Ayuntamiento y la Diputación, entre otros- saldará unas deudas acuciantes que llegaron a superar los 200 millones de euros. El lunes, las cuentas se situaban en los 57,85 millones en rojo, que se solventarán de sobra con el ingreso de 62,7 millones tras las dos adjudicaciones.

Además de aliviar el bolsillo, la sociedad renovó parte de su dirección con la elección de un nuevo vicepresidente. El murciano Pedro Saura, recientemente nombrado secretario de Estado del Ministerio de Fomento, relevará en el cargo a Julio Gómez-Pomar Rodríguez.