Medio centenar de autobuses escolares no podrán circular por ser demasiado viejos
El sector pide al Gobierno central una prórroga para poder renovar la flota en un contexto de escasez de suministros
Medio centenar de autobuses escolares no podrán arrancar este próximo jueves cuando comience el curso 2023/2024. Son el 10% de los 485 vehículos que ... dan servicio a los centros públicos de Bizkaia. El motivo es que son demasiado viejos. La normativa estatal establece que los autocares utilizados para transportar a menores de 14 años no pueden tener más de 16 años por motivos de seguridad.
El problema es que en muchos casos los recambios no han llegado a tiempo. Desde la pandemia, el sector ha sufrido la crisis de suministros global, agravada con la guerra de Ucrania. Juan Manuel Sierra, director de relaciones institucionales de Direbús, una de las principales asociaciones, explica que, antes de la irrupción del coronavirus, se tardaba «entre tres y cuatro meses» en recibir un autobús. Ahora los plazos se han multiplicado por cinco. «Estamos hablando de entre 16 y 18 meses».
A raíz de la pandemia, el Ministerio de Educación aprobó en septiembre de 2021 una dispensa de dos años que autorizó a los autocares viejos a circular pese a tener más de 16 años. Esa prórroga acaba de finalizar. En julio, representantes del sector se reunieron con el Ministerio para pedir que se alargue, pero no han recibido respuesta. El hecho de que el Gobierno esté en funciones tampoco invita al optimismo. La situación afecta a 3.6000 autobuses en toda España.
A la incertidumbre sobre cuándo van a llegar los autobuses se suma el incremento de los costes, que Sierra cifra en torno a un 10% respecto a hace cuatro años. El precio de un autobús varía en función del tipo de autocar y de su capacidad. Según fuentes del sector, el coste puede ir desde los 117.000 euros de un modelo pequeño (hasta 22 plazas) hasta los 259.000 de uno con 63 plazas, los más grandes que existen. Todo ello, claro, más un 21% de IVA. Esos son «los baratos», apunta Félix Soleto, gerente de Autobuses Soleto. «Si nos vamos a un vehículo de 55 plazas con extras, se quedaría en unos 280.000 euros más IVA». Los autocares especiales, que dan servicio a equipos deportivos de primer nivel o se utilizan para congresos o para traslados de algunas empresas -y que también pueden dar servicio a los colegios- rondan los 400.000 euros.
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Subida de los tipos de interés
Se trata de fuertes desembolsos para un sector que sufre en sus carnes la subida del precio del carburante o que arrastra deudas de la pandemia. «Muchos empresarios están devolviendo ahora los préstamos ICO», expone Sierra. Y ahora, con la subida de los tipos de interés, es más caro financiar la compra de autocares.
El mercado de segunda mano tampoco es una opción. Aparte de que los precios se han disparado, «ya no hay stock», se lamenta Sierra. «El nuestro es un sector en el que tradicionalmente había falta de trabajadores; ahora lo que faltan son autobuses».
La situación de la flota de autobuses no ha provocado el conflicto entre el sector y el Gobierno vasco a cuenta de la licitación de rutas escolares. Pero, sin duda, ha contribuido a que los transportistas se hayan plantado ante las condiciones que ofrece Educación, ya que consideran que se les obliga a trabajar a pérdidas. Como consecuencia, todas las rutas vizcaínas han quedado desiertas. El Ejecutivo obligará a las empresas que prestaron el servicio el año pasado a repetir este curso. Además, ha denunciado a los transportistas ante la Fiscalía por considerar que actúan como un cártel para manipular los precios.
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